Durante los 7 primeros meses de este año el precio del cobre registró un inusitado salto de 66% en relación a igual lapso de 2003.

Así el metal alcanzó un valor promedio de US$ 1,256 la libra, cifra sideralmente superior a los US$ 0,753 que anotó en el mismo periodo del año pasado.

Esta espectacular alza en el precio se debe, al igual que cualquier ascenso en el precio del metal rojo, a diversos factores de mercado y otros que difícilmente se pueden manejar.

Uno de ellos es la demanda. En el caso particular de este año, la poderosa demanda China ha impulsado en gran medida que el precio de este mineral se eleve por sobre los niveles esperados.

Así, tras varios años con tasas de crecimiento en torno al 8%, el gigante asiático se ha convertido en el principal comprador del mundo, con el 20% de la demanda.

Y Chile no se ha quedado atrás, aprovechando el momento, pues cerca del 40% de las ventas nacionales tiene como destino ese mercado.

El precio del cobre depende de las condiciones del mercado internacional, y tiende a subir cuando la demanda es más fuerte.

Pero hay otros motivos presentes en esta verdadera resurrección de los precios, como la recuperación de la actividad industrial a nivel global, que en este caso particular ha sido liderada por Estados Unidos y Japón, quienes se han encargado de darle muy buenas noticias a Chile.

Aunque parezca una obviedad, la oferta también tiene mucho que decir, ya que en este caso la incapacidad de las empresas mineras para responder al alto consumo registrado durante este año ha llevado a que el precio del cobre muestre márgenes de crecimiento bastante elevados.

Ejemplo de ellos fue lo sucedido en mayo, cuando Falconbridge anunció un cierre temporal de su fundición de Kidd Creek, debido a problemas mecánicos en sus hornos. La empresa disminuyó su producción en alrededor de 13.000 toneladas de cobre, lo que si bien fue una cifra baja, la escasez de ese momento llevó a que este corte de producción afectara las expectativas sobre disponibilidad del metal.

Otro de los factores que incide en la valoración del metal es el nivel en el que se mantienen las tasas de interés en Estados Unidos, ya que de subir es probable que los precios internacionales del cobre registren un descenso, debido a que se originaría una depresión en el nivel de actividad industrial en ese país que redundaría en una baja de la demanda del mineral.
Esto porque en algunas ocasiones el cobre es considerado como una forma de invertir, y dadas las bajas tasas de interés resulta un negocio atractivo. Sin embargo, una vez que estas están más altas, deja de ser visto como una manera rentable de invertir.

En este contexto y al igual que todos los bienes que se transan en las bolsas, el cobre es muy susceptible al comportamiento de los mercaos mundiales, así si hay un día en que todas las bolsas en general registraron pérdidas, lo más probable es que este mineral siga la misma línea.
Asimismo, los altos precios del petróleo observados a la fecha son también un factor crucial, ya que podrían estar influyendo en un eventual aumento en los niveles de inflación y la necesaria corrección de las tasa de interés.