Ya es sabido que el cobre es el principal producto de exportación nacional, y por cada centavo promedio que este metal sube en el mercado internacional la economía local percibe US$100 millones. Es por este motivo que muchos se aventuran en establecer una relación directa entre el alza de nuestro principal commoditie con los vaivenes que sufre la cotización del dólar.

Para el economista del Instituto Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, cuando en septiembre del año pasado el metal rojo inició su escalada de precios, era posible establecer una correlación directa entre éste y al variación diaria de la divisa norteamericana pero, a su juicio, en la actualidad esta correlación es un tanto más sutil.

“El precio del cobre no se maneja por sí sólo, pues tiene una relación con todos los demás commodities que nuestro país exporta como es la celulosa y la harina de pescado, por lo que la variación que experimente el tipo de cambio está relacionado con toda la canasta exportadora nacional, no sólo con un producto en particular”, afirma el economista.

Para Tomás Flores, el otro punto que hace que la correlación se debilite es que los exportadores no están obligados a repatriar los dólares que obtienen por las ventas de sus productos.

El experto ejemplifica esta situación añadiendo que desde 1990 hasta julio 2004 existe una correlación entre el dólar observado y el precio del cobre cercana a un 60%, es decir más de la mitad de la variación del tipo de cambio se podía explicar por un aumento del precio del metal. “Esta correlación es más evidente entre 1990 y 1999 donde la cifra llega a un 64%, pero si tomamos sólo desde 1990 a la fecha esta es de un 32%, es decir, un tercio de la varianza del dólar se puede explicar, actualmente, por el precio del cobre”, concluye Tomás Flores.