jueves, 03 de diciembre de 2009
Mónica Guerra B.
Economía y Negocios
El Gobierno afirma que llegarán más inversiones y se generará más empleo. Las críticas han surgido sobre todo desde el sector pesquero.
Hugo Lavados sale al paso de críticas de industria pesquera
Roberto Izquierdo: "Se pagó un precio por los votos de la OCDE"
Sebastián Edwards: "Es un "club" que no sirve de mucho, pero halaga que nos inviten"
Sólo ventajas son las que ve el Gobierno con el ingreso de Chile a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo que formularía la invitación oficial el 15 de diciembre, según dijo ayer la Presidenta Michelle Bachelet.
Esta información se conoce en medio de la polémica por acusaciones de dirigentes pesqueros que aseguran que el Gobierno estaría privilegiando el ingreso a la OCDE en vez de hacer cumplir la normativa vigente para buques factorías extranjeros que afectan la industria local.
"En la última reunión de la Organización Regional de Pesca celebrada en Auckland, que buscaba fijar límites y cuotas en esta pesquería, Chile no negoció, sencillamente se entregó", afirma Jorge Quiroz, socio de JQ Consultores, quien asegura que el caso de la pesca del jurel es sólo uno de los costos "por debajo de la mesa" del ingreso.
Por el contrario, la Mandataria enfatizó desde Portugal que esta es "una muy buena noticia", porque permitirá acceso a mercados, crear más empleos y bienestar. En la misma línea, el ministro de Economía, Hugo Lavados, destacó que las empresas chilenas se favorecerán, por ejemplo, al obtener créditos a menor costo, y agregó que Chile ha rendido un acucioso examen, "que ha sido como una entrega de resultados PSU donde sacamos un muy buen puntaje".
De hecho, para aunar políticas que les permitan a estos países trabajar en conjunto, Chile ha tenido que aumentar estándares, entre éstos una reforma a los gobiernos corporativos que se efectuó este año, además de modificaciones normativas en áreas tributarias corporativas y medioambientales, entre otros.
Pago anual
Pero la membresía que logra Chile no está exenta de costos. Uno de éstos es la contribución anual que el país tiene que hacer al presupuesto de la OCDE.
Según Raúl Sáez, coordinador para asuntos internacionales del Ministerio de Hacienda, las estimaciones apuntan a que este aporte bordeará los 3 millones de euros, es decir, $2.260 millones. Si bien este monto puede parecer alto, es notablemente menor que el que cancela EE.UU., que con sus 24.975 millones de euros aportó el 25% del presupuesto de este año, que la OCDE utiliza para su funcionamiento, investigaciones y una planta de 2.500 funcionarios.
Hasta ahora y desde que fue invitado a iniciar conversaciones, en 2007, Chile ha pagado 4,14 millones de euros, como parte del proceso de adhesión.
Tarea para el próximo gobierno
Si bien el Gobierno espera que la invitación formal a Chile se haga el 15 de diciembre, cuando se reúne el Consejo de la OCDE -con sede en París-, la integración plena de Chile puede demorar meses. El paso siguiente será la firma del convenio entre las partes, documento en que se fijan las condiciones de la membresía, el cual en un siguiente paso debe ser ratificado por las dos ramas del Parlamento. Y dicen en el Gobierno que no se prevé un trámite express, sino un análisis acabado del documento.
Según la subsecretaria de Hacienda, María Olivia Recart, en todo este proceso pueden pasar hasta seis meses, por lo que el tema de la representación ante la OCDE será una materia que probablemente fijará el próximo gobierno.
No sólo se trata de definir un representante, que según normas francesas puede tener inmunidad diplomática, sino quienes integrarán en las 200 comisiones de trabajo de la entidad, por lo que, como dijo Recart, lo más probable es que se conforme un equipo de trabajo que vea todos los aspectos burocráticos.
La subsecretaria dijo que oficialmente el ingreso será este mes, pero que la instalación será en el segundo semestre de 2010, para lo cual también hay que planificar la oficina para la OCDE, tareas que actualmente asumen tres funcionarios de la embajada chilena en París. La OCDE no obliga a establecer una sede aparte de la embajada respectiva, aunque esta última opción sólo la emplean dos de los 30 países miembros.
