Para nadie es un misterio el impacto que han tenido las aplicaciones digitales de transporte en Chile. La irrupción del ridesourcing -como técnicamente se llaman estos servicios que prestan aplicaciones como Uber, Cabify o Easy Taxi- cayó como un balde de agua fría en el histórico mercado de los taxistas de "techo amarillo", que en los últimos años han visto cómo les salió competencia al camino, a la que tildan de "ilegal", e incluso no tardaron en aparecer en las calles hechos de violencia contra los nuevos "taxis" de plataforma. ¿Pero cuánto está moviendo realmente esta nueva industria en el país? En Chile, Uber tiene 2,3 millones de usuarios activos; cuenta con más de 70 mil conductores inscritos; el año pasado se habrían realizado más de 100 millones de viajes, y generado ingresos superiores a los US$ 300 millones. Todas estas cifras son solo parte del estudio "Tecnologías Disruptivas: Desafíos, Riesgos y Oportunidades", elaborado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP). El informe, al que "El Mercurio" tuvo acceso, también considera una completa caracterización tanto de los usuarios como de los conductores de este tipo de plataformas (ver infografía), y asimismo propone una serie de recomendaciones para regular este tipo de transporte, de modo de hacerlo más eficiente. El objetivo de la CNP -presidida por Joseph Ramos e integrada por Raphael Bergoeing, Carlos Álvarez, Andrea Butelmann, Fernando Carmona, Verónica Mies, Claudio Muñoz y Soledad Ovando- es entregar este informe al gobierno del Presidente Sebastián Piñera en los próximos días. Si los choferes de Uber tributaran por renta presunta, aportarían US$ 18 millones en impuestos Un aspecto crucial que aborda el informe y que tiene impacto en los ingresos fiscales es el de la no tributación de estas empresas internacionales en Chile, específicamente Uber, que radica sus operaciones en Holanda. Para cuantificar este efecto, la CNP realizó -en el marco de este informe- una minuta en la que calculó cuánto debió pagar esta empresa en impuestos el año pasado. Según el organismo, si se considera que los usuarios activos de la empresa son 2,3 millones y, de acuerdo a una encuesta realizada en la Región Metropolitana, un usuario activo realiza en promedio 46,8 viajes al año (3,9 al mes), por medio de esta plataforma se realizaron 107.640.000 viajes anuales. Considerando un viaje promedio de 3 kilómetros, por una tarifa de $1.650 -piso inferior, ya que no consideró la aplicación de una tarifa dinámica que, en promedio, puede alcanzar 1,5 veces el precio base-, el volumen de operaciones de Uber en Chile para el 2017 ascendería a unos US$ 300 millones. De esta forma, la matriz holandesa de Uber BV habría recaudado por concepto de comisiones unos US$ 88 millones. El análisis de la CNP advierte que esta cifra implica que habrían ingresado a las arcas fiscales al menos US$ 29,5 millones por el Impuesto Adicional a las remuneraciones por servicios prestados en el extranjero -considerado en la Ley de Impuesto a la Renta (LIR)-, y otros US$ 4,5 millones si la firma cancelara el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por correduría. Asimismo, se estima que, de aplicarles a los 70 mil conductores de Uber el criterio de tributar por renta presunta, como lo hacen actualmente los taxistas con "techo amarillo" -utilizando como referencia un vehículo con un avalúo fiscal de $6,3 millones-, se recaudarían adicionalmente otros US$ 18 millones. En suma, el fisco habría recibido el año pasado poco más de US$ 50 millones por este tipo de tributación, en una estimación que la propia CNP estima conservadora. "Uber lista a Chile entre los diez países de mayor uso de la plataforma, y el segundo en mayor uso en términos per cápita, por lo que es probable que esta cifra subestime el impacto real", dice la minuta. ¿Pero es ilegal que estos ingresos no estén llegando al fisco hoy? La CNP es explícita en decir que el modelo de negocios utilizado por Uber y la legislación vigente en Chile le permite "legalmente" no pagar los impuestos en el país (ver recuadro). Uso de tecnología permite un ahorro de 33% a conductores de plataforma Otro de los debates surgidos es por qué estas plataformas de ridesourcing pueden cobrar tarifas menores que los taxis. Por ello, la CNP comparó los costos de cada sistema. De acuerdo al informe, la tecnología mejora los costos de utilización de un auto de plataforma respecto de un taxi tradicional. Por ejemplo, no necesitan circular buscando pasajeros, como sí lo hacen los "techo amarillo". En este ítem, los menores costos van en un rango de entre 17% y 52% (en promedio 33%), respecto del ingreso bruto mensual de los taxistas, estimado en $1.250.000. En cambio, el ahorro de costos por el factor regulación tiene incidencia, pero de menor magnitud. Al considerar exigencias a los taxistas tradicionales, como seguros, pago de impuestos y el costo privado del cupo o "patente naranja", el ahorro en que incurren los autos de plataforma representan solo el 2% respecto del ingreso bruto mensual de un taxista, pero si se incluye el pago de la patente, asciende a 11,2% (ver infografía). ¿Cuál es la conclusión? El uso de tecnología y no la ausencia de regulación es el factor que explica la ventaja en costo que ofrecen las plataformas frente a los taxis tradicionales. Proponen que conductores de plataforma estén obligados a tener una licencia profesional Frente a esta evidencia, el informe consigna 15 propuestas, en las que enfatiza la necesidad de reconocer en la legislación la importancia del uso de las nuevas tecnologías -entre ellas las plataformas de transporte-, e incentivar su uso por parte de taxis tradicionales y colectivos, mandatando el uso de taxímetro interconectado y con dispositivos GPS. Además, proponen mejorar la competencia entre los distintos actores del mercado, permitiendo a los taxis tradicionales la posibilidad de cobrar tarifas menores a la máxima -hoy eso no es posible porque su tarifado esta regulado por el Ministerio de Transportes-, o que los vehículos de plataformas operen sin limitación de medios de pago. Asimismo, plantean la necesidad de igualar los estándares de seguridad de los vehículos, liberalizar las exigencias "estéticas" de los mismos, y exigir que los conductores de plataforma estén obligados a tener una licencia profesional para ejercer, entre otras. El secretario ejecutivo de la CNP, Alfie Ulloa, plantea la necesidad "urgente" de que el Estado defina una visión y estrategia digital de largo plazo. "La infraestructura y la institucionalidad del país no están a la altura de los desafíos que la revolución digital conlleva", plantea. "Lo que queremos es llamar la atención sobre los beneficios de la tecnología, que creemos es positiva para la productividad y el bienestar. Y de cómo esos beneficios se expandirían si promovemos un mejor uso de la tecnología, al tiempo que nos hacemos cargo de sus potenciales externalidades", complementa Ulloa. Usuarios de menores ingresos utilizan más Uber que Cabify Como parte de este estudio, la CNP elaboró junto a la Fundación Chile una encuesta de conocimiento y valoración de las aplicaciones digitales de transporte en el Gran Santiago. El sondeo, con trabajo de campo desarrollado por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, se aplicó en noviembre de 2017 y se enfocó en usuarios que habían usado alguna de las plataformas en el último mes. De acuerdo al informe, se encuestaron a 1.552 usuarios, a través de un muestreo aleatorio espacial, lo que le entrega representatividad en la Región Metropolitana. Los resultados de la encuesta arrojan que el 99,1% de los entrevistados conoce o ha oído hablar de Uber, seguido de Cabify (56,4%), Easy Taxi (49,8%) y Safer Taxi (34,1%). Además, el 95,6% reconoció haber usado Uber el último mes, seguido de Cabify (8,1%), Easy Taxi (3,2%) y Safer Taxi (0,1%). Entre quienes reconocieron ser usuarios frecuentes, el 68% afirmó que ha utilizado alguna de las plataformas al menos entre 2 y 4 veces al mes; 22%, entre cinco y siete veces; y el 10%, ocho veces o más al mes. Asimismo, más del 50% de los usuarios frecuentes tiene entre 18 y 39 años; y el 73,6% se encuentra trabajando (la mayoría en un empleo asalariado). Respecto a su caracterización económica, el 80% de los usuarios de Uber tiene ingresos por hogar menores a $1.150.000, "atribuible a la posibilidad de pagar en efectivo", explica el informe. En cambio, el 65% de los clientes de Cabify tiene ingresos superiores a $1.150.000 (ver infografía). Consultados por los hábitos de uso de las plataformas, los usuarios frecuentes utilizan estas plataformas los fines de semana, y entre las 20:01 y 06:00 horas, fenómeno que se da principalmente entre los más jóvenes, "lo que es consistente con la evidencia internacional disponible, donde las plataformas sustituyen el transporte para actividades sociales, especialmente en las que habrá ingesta de alcohol", reconoce el documento. Sin embargo, al ser consultados por las razones para el uso de estas plataformas, la mayoría se inclina por la "seguridad y comodidad", "más barato que otras alternativas" y "rapidez en el traslado" (ver infografía). El 62% de los conductores de Uber dice tener otro empleo La CNP también buscó realizar una caracterización de los conductores de estas plataformas, obteniendo respuestas de Easy Taxi y Uber, no así de Cabify. De acuerdo a dichos datos, en ambas plataformas la mayoría de los choferes son hombres y chilenos. En el caso de Uber, por ejemplo, solo el 10% son mujeres. Respecto al nivel educacional de sus asociados, el 46% de los conductores de Easy Taxi declara poseer estudios superiores, mientras que en Uber este segmento llega al 65%. En tanto, el 62% de los conductores de Uber dijo tener otro empleo, mientras que en Easy Taxi el 76% no posee otro trabajo. "El contraste es importante: casi dos tercios de los conductores de Uber tienen otra actividad, mientras que tres cuartos de los conductores de Easy Taxi se dedican a ello como única ocupación. En el caso de Uber, esto es coherente con la flexibilidad del trabajo y la simplicidad de convertirse en conductor", advierte el informe. Lo que queremos es llamar la atención sobre los beneficios de la tecnología, que creemos es positiva para la productividad y el bienestar. Y de cómo esos beneficios se expandirían si promovemos un mejor uso de la tecnología, al tiempo que nos hacemos cargo de sus potenciales externalidades". Alfie Ulloa,secretario ejecutivo de la CNP La infraestructura y la institucionalidad del país no están a la altura de los desafíos que la revolución digital conlleva". ALFIE ULLOA SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CNP