miércoles, 13 de febrero de 2008
JOSÉ TRONCOSO OSTORNOL
Economía y Negocios Online, El Mercurio
La Moneda rechazó rol de mediador. "La responsabilidad de una negociación colectiva es entre la empresa y sus sindicatos, el Gobierno no está para ser árbitro laboral", dijo el ministro Francisco Vidal.
Experto critica con fuerza al Gobierno
Más de 48 horas han pasado desde que se desatara el nuevo conflicto laboral que afecta a la empresa salmonera Aguas Claras, del grupo Empresas AquaChile, y aún no hay ni un atisbo de solución al problema. El panorama está aún más enrarecido, luego que los sindicatos en pugna amenazaran con extender sus demandas a otras empresas del sector.
"Si no se llega a ningún acuerdo vamos a hacer una movilización ramal, con otros sindicatos de otras empresas", dijo el secretario del sindicato de Aguas Claras Calbuco, Juan Teneb, quien aseguró que cuentan con el apoyo de sindicatos de empresas como Marine Harvest.
Tras los fuertes incidentes ocurridos el lunes en la casa matriz de la compañía controlada por las familias Puchi y Fischer -que dejó un saldo de más de 40 detenidos, y uno de los directores del grupo, Mario Puchi, con lesiones-, los principales ejecutivos de la compañía, liderados por su presidente Víctor Hugo Puchi, están trabajando para buscar una solución.
Pese a que los trabajadores están dispuestos a negociar, hasta ayer se mantenían tomadas la planta de Calbuco y los cuatro centros productivos.
"Estamos trabajando al máximo, sin ningún ventanal porque los rompieron todos", dijo una fuente de la compañía desde Puerto Montt.
Los trabajadores pidieron la mediación del Ejecutivo. Pero ayer, el ministro vocero Francisco Vidal fue categórico: "La responsabilidad de una negociación colectiva es entre la empresa y sus sindicatos, el Gobierno no está para ser árbitro laboral, el Gobierno está para hacer cumplir la ley".
Todo partió por la negativa de la compañía de negociar interempresas, esto es, conversaciones de un grupo o federación de sindicatos de un número amplio de compañías, con lo cual se evita que cada sindicato negocie directamente con la empresa de la que es parte.
El 22 de enero pasado, la Dirección del Trabajo objetó la negociación interempresa y ratificó la posición de Empresas Aguas Claras.
La autoridad recalcó que sólo le corresponde negociar a Servicios Aguas Claras, y que los otros dos sindicatos -Aguas Claras S.A. y Antarfood S.A.- mantienen contratos vigentes.
"La oferta (de negociación colectiva) es sólo para el sindicato que le corresponde negociar que es Servicios Aguas Claras", dijo este lunes el gerente general de Aguas Claras, Agustín Ugalde.
Ante los actos de violencia -con dos tomas ilegales-, Aguas Claras decidió cerrar la planta de Calbuco. La decisión es temporal y es una facultad establecida en el Código del Trabajo. Sin embargo, la compañía anunció que mantendrá parada la planta de mantenerse la violencia registrada en los últimos días. "Fue una declaración de guerra de la empresa decir que va a cerrar la planta de Calbuco y dejar a 876 personas sin su trabajo", dijo Teneb.
Según cifras de la subsecretaría del Interior, el lunes pasado 44 personas fueron detenidas. Ayer se agregaron 15 más.
El ministro Vidal insistió que mientras este conflicto se circunscriba al ámbito laboral, es un tema entre la empresa y los trabajadores.
"Si se sale de ese ámbito, como de hecho ocurrió, y se va a alterar el orden público, actúa la fuerza del derecho", dijo el secretario de Estado.
De esta manera, Vidal reafirmó sus dichos del lunes, en los cuales rebatió al gerente general de Aguas Claras, quien ha sostenido que "no se han adoptado medidas en contra de los violentistas y esta impunidad va en contra del Estado de Derecho".
Pérdidas de la compañía superan los US$600 mil
Desde que se inició el conflicto laboral, las pérdidas que ha debido enfrentar la compañía salmonera superan los US$ 600 mil. Esto, considerando sólo la paralización de la planta de Calbuco, que ya suma 20 días sin producir.
A esto hay que agregar los robos, que aseguran ejecutivos, se han producido durante las manifestaciones en los centros de mar Canutillar, Serapio, Quetén y Desagüe, este último en el Lago Chapo, además de la entrada a la planta de AquaChile, y el muelle de Quellón.
La casa matriz sufrió la rotura de un centenar de sus ventanales, lo que aún no es avaluado por la compañía.
Trabajadores piden la intermediación de la Iglesia
La Federación de Trabajadores de Industrias Pesqueras de la Región de los Lagos hizo un llamado a la Iglesia Católica para que intermedie en el proceso de negociación colectiva de las empresas Aguas Claras, con el objetivo de buscar una salida al conflicto.
Esta no es la primera vez que trabajadores en paro piden la intervención de la Iglesia. A mediados de julio del año pasado, dirigentes de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), liderados por Cristián Cuevas, hicieron un llamado a la Iglesia Católica para que intercediera en el conflicto que se desató en Codelco, luego que exigieran el pago de un bono de reconocimiento y "que se cumpla a cabalidad la ley de Subcontratación en Codelco".
Tras semanas de movilizaciones, la intervención del presidente de la conferencia episcopal, monseñor Alejandro Goic, fue clave para alcanzar el acuerdo.
"Estamos solicitando la intermediación de la Iglesia porque ésta puso en el tapete el tema del salario ético, le corresponde que se haga parte de esta situación", dijo el secretario del sindicato de Aguas Claras Calbuco, Juan Teneb.
En efecto, a comienzos de agosto de 2007, monseñor Alejandro Goic abrió un fuerte debate al plantearles a los empresarios el pago de un "salario ético" de no menos de 250 mil pesos (el mínimo actual es de 145 mil pesos). Así, generó una fuerte controversia entre quienes disienten frontalmente del prelado y aquellos que creen que en algunos casos se puede avanzar en este camino. El abanderado de RN, Sebastián Piñera, salió en defensa de monseñor Goic y contrarrestó las críticas que hizo en su momento la senadora Evelyn Matthei (UDI). "Lo que nos está pidiendo es algo que no puede quedarse en la minucia", dijo en su momento Piñera.
