lunes, 21 de enero de 2008
EDUARDO OLIVARES
Pese a sus diferencias en materias como la AFP estatal o los montos de los retiros, las autoridades cedieron en sus posiciones ante el llamado al orden de la Presidenta.
Especial: La Reforma Previsional
Hubo un cambio. Si bien en una porción importante de la agenda laboral llevada adelante por el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, ha habido diferencias con el jefe del equipo económico, Andrés Velasco, en la tramitación de la reforma previsional hubo una tregua que fue visible para los parlamentarios oficialistas. El sonriente abrazo que ambos ministros se dieron cuando la iniciativa fue aprobada por la unanimidad de la Cámara de Diputados, la semana pasada, fue la imagen que ilustró la reconciliación.
"Al principio de la tramitación, cada uno puso énfasis distintos, y progresivamente fueron aunando los criterios. Es cierto, terminaron optando por conciliar sus posiciones", opina la diputada Adriana Muñoz (PPD), integrante de la Comisión del Trabajo.
Así lo notaron diputados y senadores cuando debieron zanjar las negociaciones finales con el Ejecutivo.
Un diputado oficialista dice que uno de los temas de máxima tensión entre ambas autoridades fue la inclusión del BancoEstado. Velasco no estaba de acuerdo con la participación estatal en este negocio, pero Andrade, como socialista, lo consideraba indispensable. Tanto por la presión concertacionista como por el convencimiento al que llegó la propia Presidenta Michelle Bachelet, el ministro de Hacienda cedió en su postura inicial.
Por otro lado, a Andrade le parecía evidente que los montos de la Pensión Básica Solidaria (PBS) debían aumentar de los $60 mil y $75 mil considerados para el primer y segundo año, como pedían los partidos, pero Velasco -apoyado en el director de Presupuestos, Alberto Arenas- los convenció de que ello alteraría los equilibrios fiscales y produciría un desincentivo a los cotizantes a ahorrar.
Orden presidencial
"Hubo numerosas discusiones, pero llegó un momento en que la Presidenta los conminó a resolver sus diferencias. Tuvieron que adaptarse y trabajar juntos, y al final estaban muy bien afiatados", cuenta un político que participó en las negociaciones de la reforma.
"Tuvieron que ponerse a disposición de la Presidenta, máxime si esto será el gran sello social de su Gobierno y no había espacio para demoras", plantea la diputada Muñoz.
Consultado el propio Andrade acerca de sus diferencias con Velasco, responde que no son tantas como las que se han difundido y, en todo caso, las desdramatiza. Comenta que es natural que cada cual tenga sus posiciones y matices, pero lo importante es que, cuando esto ocurre, es la Presidenta la que define el camino. Y una vez fijada la ruta, todos se cuadran, agrega.
Las diferencias
Los principales desencuentros entre ambos secretarios de Estado, durante la discusión del proyecto, tuvieron que ver con el monto de las pensiones solidarias y con el ingreso de BancoEstado al sistema de AFP.
