Dólar Obs: $ 954,25 | 1,13% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.271,90
IPC: 0,40%
Fondos de inversión de países árabes sobrevuelan América Latina para expandirse

sábado, 23 de junio de 2012

Sandra Radic
Economía y Negocios Online

Los fondos del Medio Oriente ya tienen importantes inversiones en equipos de fútbol -como el Manchester City-, cadenas de supermercados, como Sainsbury"s, y bancos globales, como Santander y Barclays. En la región, Brasil se ha transformado en la plaza favorita , y dos de sus empresarios -ambos con conexión con activos en Chile- han sido los principales beneficiados: Eike Batista (EBX) y André Esteves (BTG Pactual).

Por ahora no hay casi nada, pero algo está en el aire. Una encuesta realizada a compañías del Golfo Pérsico arrojó que el 68% contempla el crecimiento en mercados emergentes y el 51% mencionó Latinoamérica. La muestra se tomó a los CEO y dueños de 150 empresas de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Qatar, Kuwait y Omán, y fue realizada por la firma de asesoría de inversiones Full Circle Investments, quien la dio a conocer a principios de junio.

Hasta ahí, poco y nada tiene que ver con Chile, pues en general son mínimas las inversiones directas árabes en nuestro país. Sin embargo, Full Circle -cuya base de operaciones es Dubái y fue fundada por Ghassan Medawar- fue más allá y preguntó por los países en la región que les interesa, siendo nombrados México, Brasil, Panamá, Chile, Perú y Colombia. Entre los sectores para colocar capitales se encuentran recursos naturales, tierras agrícolas, inmobiliario, infraestructura, energía, comercio y servicios financieros.

Brasil, el favorito
Brasil lleva la delantera en el Cono Sur en cuanto a inversiones. No sólo porque este país es conocido por el fútbol y los automóviles en el Golfo, sino porque 12 millones de habitantes de origen árabe han ayudado a incentivar el comercio entre ambas regiones (creció 28% el año pasado).

Los capitales han llegado poco a poco y el empresario brasileño Eike Batista -que en Chile controla el proyecto termoeléctrico Central Castilla- se ha transformado en el favorito. La última operación se concretó en marzo de este año, cuando el grupo Mubadala de los Emiratos Árabes Unidos colocó US$ 2 mil millones en capital fresco para estimular las inversiones de EBX, compañía de Batista que está bien afincada en petróleo, gas, minería, puertos y electricidad, entre otros. Después de un año de due diligence , se quedaron con el 5,63% de las acciones preferentes. Khaldoon Al-Mubarak, CEO de Mubadala, declaró que éste era el primer paso en el desarrollo de oportunidades de negocios en Brasil y América Latina.

Dos años antes, en diciembre de 2010, Abu Dabhi Investment Council, junto a otros ocho fondos, entró con una inversión total de US$ 1.800 millones al banco de inversiones de André Esteves -BTG Pactual-, el mismo que ingresó a la propiedad de Celfin en Chile.

Además de Mubadala y los fondos de Abu Dabhi, Qatar Holding es el otro inversionista activo en Brasil. El Banco Santander anunció en 2010 que la matriz del fondo soberano de inversión qatarí suscribió una emisión de bonos por US$ 2.791 millones que, al cabo de tres años, se canjearía por acciones del Banco Santander de Brasil, quedándose con el 5% de esta filial. La entidad española explicó que, de esta manera, quedaba como "socio estratégico" del grupo hispano en Latinoamérica. A juzgar por estas palabras, los qataríes ingresaron en una condición distinta que Aabar Investments, fondo de Abu Dhabi, que adquirió US$ 328 millones de ADR del Santander Brasil en octubre de 2009.

También en el área financiera, se encuentra el Banco ABC de Brasil, con activos por US$ 6.157 millones y que pertenece en 57,9% a Arab Banking Corporation (BSC), cuyos principales accionistas son el Banco Central de Libia (59,4%) y Kuwait Investment Authority (29,7%).

Éstas han sido las transacciones más vistosas. Sin embargo, Agility Logistics, ligada al negocio marítimo, se amplió en 2006 a Brasil tras la compra de una empresa local. Hasta ese momento, Chile era la única plaza donde tenía presencia en la región.

Otros inversionistas han llegado como resultado de megacompras. Por ejemplo, Sabic, controlada por el reino saudita, compró tres divisiones de GE Advance Materials a General Electric en US$ 12.800 millones en 2008. Esto implicó que las operaciones en Argentina, Chile, Brasil, México y el resto de América se transfirieran a esta petroquímica que es la segunda del mundo después de Basf. En Chile funciona Sabic Polymershapes, que se dedica básicamente a la distribución de materiales plásticos, siendo su socio y gerente general Michele Mattoli.

También están las inversiones inmobiliarias. Por ejemplo, Abu Dhabi Investment Authority adquirió un edificio de oficinas en Río de Janeiro por US$ 300 millones en 2010.

Según la Cámara Árabe Brasileña, no hay una forma de invertir. Algunas compañías comienzan a través de un joint venture como fue el caso de Electrometer, que reunió al grupo egipcio El Sewedy con el conglomerado local BMG. Otras se instalan solas, como Cofat (dedicada a la fabricación de sistemas eléctricos para autos) y otras compran empresas brasileñas, como sucedió con Sabic y Agility.

En busca de tierras
La adquisición de tierras agrícolas ha sido una de sus principales motivaciones debido a la carencia que existe en sus países de origen. Sin embargo, el gobierno brasileño puso restricciones a este tipo de compras por parte de extranjeros. "Hace dos años estábamos asesorando a inversionistas del Líbano, Qatar y Dubái interesados en el negocio agrícola, quienes se desistieron al ver las nuevas exigencias del Ejecutivo", indica César Amendolara, de la oficina de abogados Velloza&Girotto.

Argentina, que es el otro país con disponibilidad de tierras, aprobó en diciembre de 2011 una ley que prácticamente prohíbe la adquisición de tierras por parte de extranjeros. El conglomerado Almarai adquirió 12 mil hectáreas en US$ 86 millones a Fondomonte poco días antes de votada la nueva norma. "Yo dudo que se queden quietos, porque la estructura de Fondomonte estaba hecha para administrar entre 20 a 25 mil hectáreas", explica Mariano González, cuya oficina González&Ferraro Mila asesoró a los sauditas.

Qatar Holdings también puso sus fichas en este sector, al invertir en AdecoAgro, que tiene tierras y operaciones en Argentina y Uruguay, señala Daniel Melhem, presidente de Gulf Latin America Leaders Council (GLLC) y socio de Knightbridge Partners.

Finalmente, en febrero se firmó un acuerdo entre el grupo saudita Alkhorayef -que además tiene operaciones petroleras en Colombia- y la gobernación de la provincia del Chaco a través del cual los árabes invertirán US$ 400 millones con el fin de reconvertir 300 mil hectáreas de tierras. Aunque la propiedad continuará en manos de la provincia, el convenio causó polémica en ese país. Se supone que gran parte de la producción se venderá a los saudíes.

Los primeros en Chile
Teniendo restringida la compra de tierras en Argentina y Brasil, surgen como candidatos naturales Uruguay, Perú y Chile. Sin embargo, el valor de las tierras -al menos en nuestro país- ha subido mucho y debe competir con otras inversiones posibles en el norte de África. En Chile, es bien conocida la inversión de la familia Abu-Ghazaleh (de origen palestino) que comenzó con United Trading Company (UTC) y que luego fusionó con Fresh del Monte. Actualmente cuentan con 1.737 hectáreas de campos propios y 323 hectáreas arrendadas.

De más bajo perfil ha sido la inversión de Sharbatly Fruit, que pertenece a la familia de origen saudita que lleva este nombre, y que en 1991 comenzó con Agrisouth Estates en la región del Maule. En la actualidad tiene 1.050 hectáreas, 850 hectáreas plantadas principalmente con manzanas con una inversión cercana a los US$ 60 millones. Su gerente general, José Martínez, señala que quieren comprar otras 300 hectáreas en la misma zona. "El 60% de la producción es adquirida por Sharbatly, pues es el más grande comprador de fruta del Medio Oriente", explica.

Todas estas inversiones corresponden a cantidades marginales para fondos que mueven varios miles de millones de dólares. Por ejemplo, Qatar Investment Authority maneja activos por US$ 80 mil millones; el grupo Mubadala, US$ 14,7 mil millones, y Abu Dhabi Investment Authority, más conocido como ADIA, controlaría un portafolio que puede valer hasta US$875 mil millones. Si sólo una mínima parte comenzara a llegar a América Latina implicaría una ola de capitales frescos nunca vista en el continente.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia