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La Caida de los Dioses del Mediterráneo

jueves, 07 de junio de 2012

Jefe de Estrategia de Inversión de Bladex Asset Management
Tulio Vera

De nuevo, los mercados están pidiendo más acción y compromiso político en Europa. Durante los últimos dos años, ha sido este retraso en la respuesta política que periódicamente ha causado que las crisis de liquidez – como la de España – se vuelvan crisis de solvencia.

A lo largo de las últimas semanas, se ha intensificado la crisis europea y las consecuencias de la inestabilidad en la Unión Europea se están haciendo palpables en el resto del mundo. Los datos de crecimiento económico a nivel global han sorprendido últimamente por su incipiente debilidad y los pronósticos de los analistas se están ajustando a la baja. Si no se presenta una respuesta política coordinada a nivel europeo, tanto las economías desarrolladas como las emergentes parecen estar yendo inexorablemente hacia un enfriamiento sincronizado.

De nuevo, los mercados están pidiendo más acción y compromiso político en Europa. Durante los últimos dos años, ha sido este retraso en la respuesta política que periódicamente ha causado que las crisis de liquidez – como la de España – se vuelvan crisis de solvencia. Por cierto, el foco de la tormenta se ha mudado de Grecia a España. En Grecia, las encuestas más recientes no muestran un resultado decisivo (ahora estamos en el periodo de prohibición de encuestas) y el riesgo de una salida de Grecia de la Zona Euro sigue siendo importante – nosotros lo colocamos en un 30% en los próximos meses.

La recapitalización de la banca española se ha convertido rápidamente en el mayor riesgo sistémico para los mercados. En las próximas semanas, España tendrá que sucumbir a buscar el apoyo del FEEF (Fondo Europeo de Estabilización Financiera) para su banca. Aunque hoy en día el gobierno de Rajoy parece más resignado a solicitar asistencia externa, no ha conseguido convencer a los demás miembros de la UE de que dicha asistencia vaya directamente a la banca – evitando así la imposición de condiciones sobre su política económica. Claramente, esta postura ha levantado preocupación en Alemania y en otros países que quieren limitar el riesgo moral.

Aunque los políticos preferirían esperar hasta la cumbre europea de finales de junio para anunciar nuevas iniciativas – y por lo tanto no complicar las aguas antes de las elecciones legislativas en Grecia del 17 de junio – los mercados están demandando que España anuncie una estrategia creíble de recapitalización de la banca lo más pronto posible. Sin algún tipo de iniciativa, la situación actual podría deteriorarse más y provocar otra caída de los mercados.

Aun si la situación en Grecia y en España se llegara a estabilizar, no creemos que los mercados mantengan la calma por mucho tiempo y más bien comenzarían a demandar progreso concreto hacia una unión fiscal europea y más evidencia de una unión bancaria para la Zona Euro. A pesar de las recientes caídas, los mercados todavía no han experimentado la clásica “capitulación.” Seguramente, tal capitulación aceleraría la respuesta política, inclusive la de la Reserva Federal americana (Fed).

Mientras tanto, en E.E.U.U., el sombrío dato de desempleo del viernes pasado ha resucitado el debate sobre un nuevo programa de estimulo monetario (QE3). Nuestra opinión es que la Fed va querer esperar a ver más de un dato negativo antes de señalar mas estimulo. Dicho eso, esto no ha impedido que algunos economistas rebajen sus pronósticos para el crecimiento para el segundo trimestre a 1,5%, aunque muchos todavía tienen la economía americana creciendo a un ritmo de 2,5% en la segunda mitad del año.

Mientras el panorama internacional se deteriora, la volatilidad sigue aumentando. Pero los indicadores de riesgo siguen muy por debajo de donde estaban en el último trimestre del 2011. Esta situación ha causado que el dinero empiece a salir de los fondos dedicados a mercados emergentes, ambos los de renta fija y de renta variable. También ha detonado una búsqueda de refugio en el efectivo y en los bonos del tesoro americano.

Más allá del muy corto plazo, nuestra visión de mercado sigue siendo algo negativa y defensiva ya que no creemos en una solución inmediata y definitiva de los problemas de Europa. Nuestra estrategia de inversión para Latinoamérica en todo esto ha sido mantenernos defensivos (y, si es posible, cortos el mercado). Pensamos que tiene sentido estar largo el dólar americano contra la mayoría de las divisas latinoamericanas (BRL, MXN, CLP, etc.). En crédito, preferimos comprar deuda de los países con capacidad crediticia más alta y los bonos que tienen más liquidez de mercado, como los de Brasil y México. Para protegernos de los riesgos globales, nos gusta comprar protección en la deuda de Francia.

Pero nuestro juicio de más alta convicción está en el mercado de las tasas locales. Nos gustan las tasas a corto plazo en Brasil (como los contratos a uno o dos años). El Banco Central de Brasil parece estar empeñado en seguir adelante con su ejercicio de recortes de tasas y llevar la tasa monetaria a los niveles más bajos en la historia. Además nos gustan las tasas de corto plazo en México (también a uno o dos años), pero nuestra convicción allí es menor. Ambas inversiones se pueden ver como coberturas sobre un peor escenario global. Por último, no nos gusta la renta variable Latinoamericana y, de ser posible, estaríamos cortos en ese mercado.

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