domingo, 13 de mayo de 2012
Claudia Ramírez Friderichsen
Economía y Negocios
Los mejores salarios no son sus únicas armas. También ofrecen formación continua y la posibilidad de realizar investigación.
En Chile, el quintil más pobre de la población accede a 480.833 consultas de alguna especialidad al año. El quintil más rico suma, en cambio, 911.877 consultas de este tipo. Datos de la Encuesta Casen 2009, que son una muestra más del ya conocido déficit de especialistas en el país.
El escenario se completa con las clínicas, las que han arremetido con fuerza a la "caza" de los mejores doctores. El trasvasije de profesionales se produce desde el sector público al privado y entre las propias clínicas, las que se pelean el prestigio de algunos especialistas, y por otro lado ofrecen como atractivo un flujo de pacientes garantizado por los convenios, seguros, la imagen de marca de la institución y la posibilidad de obtener formación financiada.
Las estrategias para atraer a los médicos tienen como base central los salarios, que en general duplican a los del área pública, donde reconocen que es una brecha imposible de igualar. "Nunca vamos a poder competir en valor hora con una clínica privada (grande)", asegura el doctor Luis Castillo, subsecretario de Redes Asistenciales. Recalca que en todo caso las remuneraciones para los especialistas que faltan en el sector público han mejorado casi en 11% real en los últimos dos años y que existe la opción de incrementar ingresos a través de las atenciones de pacientes en lista de espera.
"El Mercurio" habló con médicos para conocer cuáles son las razones para cambiarse. Los profesionales, que prefirieron no aparecer con sus nombres reales, aseguran que en la decisión no sólo influye la plata.
"Las clínicas ofrecen formación"
El doctor González es un prestigioso profesional especialista en cáncer, que llegó a ser jefe de un hospital público de Santiago. Hace unos 10 años recibió la llamada de una alta autoridad médica de la Clínica Las Condes para invitarlo a la institución. La principal razón por la que emigró fue, explica, que "la medicina privada tiene suficiente organización como para ofrecerle a un doctor no sólo pacientes, sino también investigación y formación". También influyó el mejor sueldo. Pese a que pertenece al grupo de doctores que no tiene un salario base, sino que gana por paciente atendido y operado, dice que en ocasiones el sueldo puede ser incluso tres veces más que el de un hospital público.
González pertenece al grupo de médicos que además tiene acciones en la clínica. El profesional debe pagar un arriendo mensual por la sala donde realiza sus consultas y los instrumentos, "de primer nivel" los pone la clínica. En un hospital público, un especialista con su experiencia puede ganar cerca de $3 millones líquidos, con turnos de emergencia incluidos. En la clínica llega a $7 millones. Con todo, reconoce que echa de menos "la humildad y el agradecimiento de la gente que menos tiene".
El doctor Pérez trabaja en la Clínica Alemana desde hace casi 20 años. Ejerció casi una década en un hospital público de Santiago y en uno universitario, al que pertenece hasta hoy. Recuerda que él mismo fue a dejar su currículum a la clínica. Al igual que González, paga un arriendo mensual por la consulta en la que atiende y gana por paciente atendido. Calcula que el 40% de los pacientes llegan por "gancho" de la marca de la clínica, lo que facilita el hacerse de un grupo de pacientes. En su especialidad (internista), el sueldo es el doble que el del área pública.
Una de las ventajas de la clínica es que hay espacio para la formación, plantea. Este doctor de la Alemana dice que viajó hace algunos años a Europa a perfeccionarse, y la estadía (de varios meses) fue financiada por la clínica, la que además le mantuvo su salario mensual.
El doctor Riveros, anestesiólogo, ejerce desde hace menos de 10 años como especialista. Tuvo posibilidades de incorporarse a la Clínica Alemana o a Las Condes. Optó por esta última, a la que adhirió como funcionario con sueldo fijo, el que -estima- duplica al de un hospital.
Afirma que la principal diferencia son los turnos de 28 horas. "En los hospitales públicos es una atención prácticamente continua, las 24 horas. Aquí se puede programar más".
"El Mercurio" contactó a ambas clínicas, pero éstas declinaron referirse al tema. Desde Clínicas de Chile, gremio que agrupa a 37 socios, señalan que el sector privado no sólo recluta a profesionales egresados, también forma y entrena especialistas. Así, se ha vuelto cada vez más atractivo "no sólo en términos económicos, sino también a través de una oferta laboral interesante en términos de desarrollo profesional y perfeccionamiento".
Pero se trata de un proceso nuevo, recalcan en Clínica Indisa, donde reconocen que en general "todos los especialistas se han formado en el sector público, donde comienza la carrera". En esta clínica, donde el 100% de los médicos son especialistas, el número de profesionales se ha más que duplicado en 10 años.
¿Cómo se defienden los hospitales? Luis Ibáñez, decano de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, dice que una forma es aportar fondos para actividades de formación como congresos. Lo otro es dar las condiciones para que los doctores hagan su trabajo privado allí. Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, asegura que el hospital de la universidad es apetecido, "pues significa la posibilidad de hacer docencia, hacer investigación e ir a congresos".
Subir sueldos públicos
Una manera de acortar las brechas es hacer más competitivos los sueldos. Las remuneraciones de los especialistas del sistema público se calculan considerando la antigüedad (medida en trienios) y la ubicación (en provincias se paga más).
Cálculos de la Sociedad de Anestesiología de Chile muestran diferencias de remuneraciones de hasta tres veces. Por ejemplo, un anestesista con menos de tres años de antigüedad de un hospital público de Santiago gana $12.250 la hora bruto en un turno de 28 horas, apenas el 40% de lo que gana el mismo especialista en una clínica de la zona oriente, quien percibe $30 mil.
En el ministerio explican que hay alternativas para incrementar los salarios. La ley dispone de un turno de 28 horas de Asistencia Pública (turnos de urgencia) que considera la antigüedad, responsabilidad y otros puntos para subir el salario. "Esto puede llevar a que en Santiago un médico especialista (como cirujano o internista) de un servicio de urgencia que tenga seis años de antigüedad perciba un sueldo líquido de entre $1,9 millones a $2,5 millones. En provincia, va entre $2,5 millones a $2,8 millones líquidos", detalla Castillo.
En general, el valor hora de un especialista del sector público es más de $15 mil, dice Castillo.
Para el doctor Sergio Cerda, presidente de la Sociedad de Anestesiología, uno de los principales problemas de los sueldos del área pública en regiones es que "éstos no están definidos en base a los requisitos establecidos por el ministerio. La asignación de sueldos queda más bien sujeta al criterio del Servicio de Salud respectivo", afirma.
Cifras 56%
de los médicos atiende en el sector privado, que a su vez concentra el 20% de la población, de acuerdo con estimaciones del Colegio Médico.
45%
de las prestaciones de mediana y alta complejidad en el país se hacen en el sector privado. De ese total, el 44% se entrega a beneficiarios de Fonasa a través de la modalidad de libre elección, según Clínicas de Chile.
180% es el aumento que puede tener el salario de un médico con un turno de 22 horas en el sistema público, dependiendo de aspectos como especialidad o la región, según el Ministerio de Salud.
Becas récord para paliar el déficit de especialistas Una de las formas de paliar el déficit de especialistas es el financiamiento de las becas para su formación, la que se realiza después de titularse como médico cirujano. El ministerio está financiando en la actualidad a 2.120 médicos, quienes están cursando su especialidad en distintas universidades del país. Ésta es una cifra récord que contempla un gasto anual de $32 mil millones, muy superior a los $1.116 millones invertidos para el mismo fin en 2006.
Desde las universidades también se han redoblado esfuerzos, tanto en la apertura de nuevos cupos para especialistas como en la posibilidad de financiar la especialidad. La idea es que cada vez menos médicos tengan que financiar de su propio bolsillo los años de estudio para especializarse, plantean.
Este año ingresaron a la Universidad Católica 193 alumnos (todos médicos titulados) a los distintos programas de especialidades y subespecialidades. De este total, 84 son becados por la facultad, 97 por el Ministerio de Salud, seis son extranjeros, y seis son de otras instituciones, como de las Fuerzas Armadas o instituciones de salud o universitarias.
En la Universidad de Chile, en 2011 ingresaron cerca de 350 alumnos de especialidades, de los cuales un porcentaje menor es financiado por la universidad (cinco becas de honor y otras de formación mixta como especialista y doctor en medicina) y otro mayoritario por el Ministerio de Salud.
Las universidades concuerdan en que no es tan sencillo ni rápido duplicar el cupo para especialistas, pues en muchos casos para la práctica se requiere una supervisión directa del profesor.
Médicos crean firmas externas para apoyar a hospitales La falta de médicos y el creciente interés por la autogestión han impulsado a que los propios especialistas formen empresas que trabajan de manera externa en los hospitales públicos.
Un ejemplo es Morpheus, firma creada por cinco anestesiólogos en 2004, y que hoy cuenta con poco más de 60 de estos especialistas. En términos de salarios, pagan dos veces y media el salario de un recinto público, aseguran.
El doctor Jaime Pino, gerente de proyectos, explica que prestan sus servicios -a los que acceden a través de licitaciones públicas- en los hospitales Padre Hurtado, Sótero del Río, Roberto del Río y el Instituto de Seguridad del Trabajo. Aclara que ellos no suplen carencias puntuales de personal y que su gestión implica asumir el control completo de un área por un tiempo prolongado.
