domingo, 29 de abril de 2012
Pablo Obregón
Economía y Negocios
Menos de un tercio de ellos se declaran poco o nada satisfechos con su trabajo.
Rara vez se sindicalizan, la mayoría no le teme al despido y generalmente cotizan en Fonasa en lugar de hacerlo en el sistema de isapres.
Así se podrían resumir algunas de las características de los empleados del sector privado chileno, según cifras de la Dirección del Trabajo, del Instituto Nacional de Estadísticas y de la OCDE.
Este martes, los trabajadores de prácticamente todo el mundo celebran el 1° de Mayo y, en el caso de los chilenos, tendrán varios indicadores para festejar y otros para lamentar.
Los expertos destacan el 6,4% de desocupación como una cifra que acerca al mercado chileno al pleno empleo, pero a la vez advierten sobre la escasa participación laboral de las mujeres. De hecho, más del 50% de ellas no trabaja ni busca trabajo. En el caso de los hombres, en cambio, la participación laboral se encumbra por encima del 72%.
El escaso temor a perder el trabajo es otra señal positiva del mercado laboral. El informe sobre Condiciones de Empleo de la Dirección del Trabajo da cuenta de que más del 70% de los empleados (hombres y mujeres) nunca o rara vez sienten temor de quedar cesantes.
Además, menos de un tercio de los empleados chilenos se declara poco o nada satisfechos con su trabajo.
Crisis sindical
El mundo sindical, en tanto, tiene menos razones para celebrar. En la actualidad existen más de 12 mil sindicatos activos en el país (56,1% más que en 1991), pero los trabajadores inscritos bajaron desde 15,1% en 1991 a 11,7% en 2010.
En contraste con esta realidad, el promedio de sindicalización de los países de la OCDE es de 18,1%; en Finlandia llega a 70% y en Suecia al 68,4%.
Para el investigador de la fundación alemana Friedrich Ebert, Jaime Ensignia, la fragilidad que exhibe el sindicalismo chileno responde a un elemento fundamental: la legislación -creada en 1979- apunta a la creación de sindicatos pequeños y débiles y esa característica no se ha modificado en todos estos años.
A la escasa sindicalización se suma la crisis de representatividad de las tres centrales de trabajadores: de un total de 12.037 sindicatos activos, sólo 3.216 están afiliados a alguna multisindical (2.667 a la Central Unitaria, 279 a la UNT y 270 a la Central Autónoma).
¿Por qué los chilenos no se sindicalizan? Chile tiene una de las tasas de sindicalización más bajas entre los países que componen la OCDE y, según el dirigente de los empleados de la salud municipal y de la CUT, Esteban Maturana, esta situación responde en gran medida a que las cúpulas sindicales han sido cómplices de los gobiernos de turno durante los últimos años.
Además, advierte que los cambios que se incorporaron al Código del Trabajo en 2001 para reducir a ocho personas el quórum mínimo para constituir sindicatos terminaron por atomizar al movimiento obrero en lugar de fortalecerlo, que es lo que se buscaba.
La Encuesta Encla, de la Dirección del Trabajo, consultó a los trabajadores por qué no se afilian a estas organizaciones y el 22,9% de ellos dijo que "no le ven utilidad"; el 41,8% señaló que "por temor a represalias"; 12% porque "obtienen mejores beneficios no sindicalizándose" y el 7% "por desconocimiento".
