jueves, 15 de marzo de 2012
Director América Latina y España Edmond de Rothschild Asset Management
Eduardo Ruiz-Moreno
La actual tasa de desempleo se ubica en torno al 6,6% y hemos visto como la fuerza laboral registró un aumento de casi un 2% en el último trimestre.
La creación de nuevos empleos ha sido una de las prioridades del gobierno del Presidente Piñera, y en sus dos primeros años de gestión se podría decir con propiedad que la meta está siendo plenamente cumplida. La actual tasa de desempleo se ubica en torno al 6,6% y hemos visto como la fuerza laboral registró un aumento de casi un 2% en el último trimestre. Es una gran satisfacción vivir en un país con creación y estabilidad laboral, pudiendo apreciarse también, en algunos sectores, la llegada de mano de obra profesional extranjera a nuestras tierras.
Distinta es la situación en las economías desarrolladas, donde las tasas de desempleo han sido y seguirán siendo un problema difícil de solucionar, situación que seguro tomará años en mejorar. En Europa, si bien los países participantes de la Eurozona tienen una moneda única y beneficios dentro de la comunidad, no existe libre movilidad de los trabajadores, debido a barreras muy complicadas de superar.
Idiomas y culturas diferentes, entre otras cosas, hacen muy difícil que un español o italiano puedan desplazarse a Alemania en busca de mejores oportunidades de trabajo. Distinta es la situación en los EEUU, donde si bien sus economías son independientes, no existen barreras culturales o de idioma. Sin embargo, tomará varios años para la primera economía del mundo llegar al pleno empleo y para esto es necesario que el crecimiento sea sostenido por varios periodos.
En Chile, como hemos comentado, el empleo está en pleno crecimiento y es muy difícil contratar gente. Esta situación debe alegrarnos, pero también mantenernos alerta. Mi punto de vista es que el empleo es un don y no un derecho que se deba exigir a las autoridades o empresarios. Es un don trabajar y bien lo saben los miles de personas que han sufrido por largo tiempo el trauma del desempleo. También lo sabe la nueva generación de españoles, que si bien cuentan con unas de las mejores fuerzas laborales de toda su historia en cuanto a su formación académica, no encuentran trabajo en su país y deben emigrar al extranjero, considerando incluso a países tan lejanos como el nuestro.
Las autoridades deben seguir trabajando para que el país siga por este camino, pero sin caer en el populismo de arengar contra el empresariado y tratarlo como el eterno opresor que abusa de sus trabajadores. El que da empleo está contribuyendo enormemente a que disminuya la desigualdad y el gobierno debe apoyarlo y empujarlo para que la contratación sea cada día una realidad más frecuente. El trabajo estable, como he dicho, es un don y es el mejor camino para superar las desigualdades y la pobreza. Por el contrario, los subsidios y las asignaciones por parte del Gobierno, si bien son necesarias, son sólo medidas de parche con beneficios de muy corto plazo. Bien por estos dos primeros años de Gobierno y esperamos que los que siguen sean iguales en cuanto a la nueva contratación y siga disminuyendo el desempleo.
