viernes, 16 de diciembre de 2011
Economía y Negocios
Esta sería la última venta de acciones de sanitarias que tenía programada realizar el Estado.
Un bajo precio ofrecido por los inversionistas. Esa fue la razón que Corfo dio ayer durante la noche, para explicar la decisión de suspender el remate del 40,46% de acciones pertenecientes al Estado en la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal). La subasta estaba programada para hoy y las aspiraciones de la corporación apuntaban a recaudar unos US$100 millones, según trascendió.
Esta venta frustrada correspondía a la última etapa de enajenación de participaciones minoritarias estatales en empresas sanitarias. De hecho, la suma recaudada con el despredimiento previo de papeles en las empresas Aguas Andinas, Essbio y Esval permitió al fisco recaudar un monto equivalente a US$1.548 millones.
La corporación explicó que si bien se recibieron órdenes por un volumen de acciones que casi duplicó el monto de títulos ofertados en este proceso, "el precio de corte estuvo por debajo del valor mínimo establecido por Corfo para declarar exitosa la operación".
Entre los interesados por ingresar a la propiedad de la sanitaria que opera en el sur del país, figuraban Aguas Andinas (controladora de Essal con el 53,5% de la propiedad), además de los grupos Luksic y el holding de inversiones de Liliana Solari, Bethia.
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, manifestó, respecto de la suspensión del remate: "Desde que se inició el proceso de oferta pública de la participación minoritaria de Corfo en las empresas sanitarias, siempre fuimos claros en indicar que la decisión final de venta se adoptaría en la medida que el precio ofrecido fuera atractivo para la Corporación". Y agregó que se postergará esta enajenación hasta que se presenten mejores condiciones en los mercados.
