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Estudio revela que Chile está entre países con menos diversificación productiva

miércoles, 26 de octubre de 2011

Marcela Vélez
Economía y Negocios

Informe se publicará hoy en Harvard. En Chile se presentará el 10 de noviembre en foro económico organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez.

Uno de los mitos que rodean a la economía chilena es que es la "estrella de la región". Una de las economías más saludables y con un crecimiento sostenible.

Pero dentro de algunos años ello puede no ser más que una anécdota. Eso advierte, entre otras cosas, el estudio que presentarán hoy miércoles en Harvard el economista Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional de esa universidad, y el físico chileno y profesor del MIT, César Hidalgo.

Hausmann, Hidalgo y otros investigadores elaboraron el Atlas de la Complejidad Económica para responder la pregunta de por qué crecen los países.

Su respuesta es que los países ricos, los que logran dar el salto hacia el desarrollo, son aquellos que tienen un elevado "conocimiento productivo". Esto es, cuyas sociedades saben hacer muchas cosas. Un conocimiento que no se adquiere en las escuelas o universidad, sino que sólo se genera a través del impulso de industrias con un mayor grado de sofisticación, que, por ejemplo, la mera exportación de materias primas.

Japón, Alemania, Suiza, Suecia y Austria aparecen en el estudio como los países cuyas sociedades tienen un conocimiento productivo más amplio y distribuido.

Dentro de América Latina, Brasil, México, Paraguay y Colombia aparecen como los países que más han aumentado la complejidad de sus industrias entre 1964 y 2008. Al otro extremo aparecen Chile y Venezuela, con canastas exportadoras cada vez más concentradas en commodities.

Hausmann explica que el estudio, que incluye a 128 economías, también permite concluir que a mayor conocimiento productivo se produce una mayor expansión PIB per cápita y un cierre en las brechas de ingresos de la población.

De hecho, entre 2009 y 2020 se proyecta que el PIB per cápita de Chile se expanda en promedio un 2,05%, mientras que el de Colombia y Brasil aumentarían 3,02% y 2,73%, respectivamente.

Hausmann e Hidalgo presentarán este estudio en Santiago el próximo 10 de noviembre en la cumbre Lacea-Lames, que organiza la U. Adolfo Ibáñez.

Ingreso en el país es "artificialmente alto"Si Chile tuviera que vivir con los ingresos acordes a su desarrollo industrial, la historia sería muy diferente, sentencia César Hidalgo, físico de la Universidad Católica, investigador del Centro de Desarrollo de Harvard y profesor del MIT.

Hidalgo asegura que en Chile se ha confundido "plata con economía", y que la dependencia de los recursos naturales ha impedido el desarrollo de una economía más sofisticada que sea más sustentable a futuro.

"Chile es una economía de importación. Por ejemplo, en las empresas compraron la máquina más avanzada, producida en Japón, Alemania, Suiza o Canadá para sus procesos, pero no es que tuvieran una innovación en sus formas de producción", explica Hidalgo.

Para el experto, la estructura productiva de Chile corresponde a países más pobres. "Pero tiene tanta riqueza de materias primas que es capaz de vivir a un nivel de ingreso artificialmente alto", afirma.

¿Cuál es el peligro? El diagnóstico para él es claro. Si hubiera un impacto fuerte en el precio del cobre, debido, por ejemplo, a un cambio tecnológico que hiciera su uso obsoleto, Chile tendría que reencontrarse con un nivel de prosperidad más bajo, acorde al nivel de conocimiento real del país.

Debate errado
De ahí que le preocupa el debate sobre el tema de la educación. Para Hidalgo, la discusión se ha enfocado demasiado en el financiamiento de la escolaridad, en lugar de las reformas que realmente son urgentes. Más aún, considera que el debate ha hecho más daño del esperado, al politizar el país. "No ha ayudado en nada al progreso de un país que a nivel de desarrollo todavía está a años luz", sentencia.


Hausmann: "Falta un proceso similar al de los salmones, pero en otras áreas"Para el director del Centro de Desarrollo de Harvard, Ricardo Hausmann, la economía chilena se encuentra entrampada en una falla de mercado: "Es un problema del huevo y la gallina. No se pueden desarrollar nuevos productos, porque no se tiene el conocimiento productivo y nadie se interesa en desarrollarlos, porque no se están usando. Nadie quiere ser relojero donde no hay una industria de relojes".

-¿Cómo se logra romper ese círculo vicioso?
"Es un problema de políticas públicas. Se resuelve coordinando la aparición de la industria con la aparición de los conocimientos que esa industria requiere".

-¿Qué tipo de reformas exige esa coordinación?
"Con una política de diversificación, pero en Chile se convencieron en cierto momento de que este tipo de política es un error y que los "campeones" de cada industria los debe escoger el mercado".

"Pero al mismo tiempo tiene a Fundación Chile y Corfo con ciertas políticas de diversificación. Todo el mundo conoce el ejemplo de los salmones, pero es un ejemplo bastante viejo. Falta un proceso similar en muchas otras áreas".

-Pero hasta ahora la discusión sobre crecimiento se ha centrado en dos ejes: productividad y educación...
"Los países no crecen porque aumentan la productividad de lo que ya tienen, los países verdaderamente logran un salto cuando pasan de actividades de baja complejidad a industrias más sofisticadas".

-Eso requiere un cambio en la educación, pero el debate aquí no se centra en el contenido, sino en el acceso. ¿Está errado el foco?
"El cambio que requiere Chile tiene que ver con la política de diversificación productiva, no con la política educativa. La política educativa o de entrenamiento laboral puede venir acompañada de lo otro. Qué tan rápido pueden entrenar trabajadores para las nuevas industrias que deben desarrollar. Creo que el debate que tienen ahora en materia de educación es independiente del problema central que tienen en este minuto".

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