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NUEVA YORK.- El petróleo cerró con retrocesos este lunes, afectado por la decisión de la agencia Standard & Poor’s de rebajar por primera vez el panorama de la deuda de Estados Unidos, desde “estable” a “negativo”, lo que sacudió a los mercados.
El crudo para entrega en mayo terminó en US$107,12 el barril, marcando una baja de US$2,54 respecto al viernes, lo que corresponde a un retroceso de 2,32%.
En Londres, en tanto, el barril de Brent cayó US$1,84 y quedó en US$121,61, afectado por la sorpresa que generó la noticia de la agenda crediticia.
"Nuestra perspectiva negativa en la calificación de la deuda soberana estadounidense señala que creemos que hay al menos una probabilidad del 33% de que podamos rebajar la calificación a largo plazo de EEUU en dos años”, manifestó S&P esta mañana.
La noticia fue una sorpresa y cayó como una bomba entre los inversores, que buscaron inmediato refugio en valores seguros como el oro, que se revalorizó un 1,11%, marcando un nuevo máximo histórico, al cotizarse en US$1.493 la onza al contado.
Pero el dato también tuvo el efecto de frenar la escalada que el precio del crudo había experimentado en la última semana, que había superado con holgura la barrera de US$120 por barril.
Análisis del alza del crudo
Esta subida, que desde principios del año es del 28,4%, está empezando a afectar la demanda, pese a que los países productores reiteren que el suministro está garantizado y que este aumento no refleja la realidad de la oferta y la demanda.
Así lo advirtió el Centro de Estudios Globales de la Energía (CGES) en su previsión mensual, en la que se subrayó la similitud de la situación actual con la de principios de 2008, cuando el espiral alcista terminó en julio con el máximo histórico del crudo, que quedó marcado en US$147,5.
"Las similitudes con el mismo periodo de 2008 son preocupantes”, indicó el informe, en el que se argumenta que los precios actuales reflejan el agotamiento del mercado, en una tendencia que se ha ido acrecentando desde mediados de 2010.
El CGES considera que los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no han reemplazado todo el crudo perdido a causa del conflicto en Libia, por lo que en el mercado hay un millón menos de barriles diarios que hace un mes.