jueves, 10 de marzo de 2011
M. Riveros y N. Torres
Economía y Negocios
Si bien durante la crisis bajó el gasto promedio de las personas en belleza, en los spa subió el flujo de gente buscando masajes y otros servicios para relajarse, aunque más baratos.
Será el miedo a envejecer o la salida de la crisis y la necesidad de "botar" el estrés del trabajo y las preocupaciones. Pero todo eso ha confluido para que el sector del spa en el país haya retomado con fuerza el ritmo de crecimiento que traía desde antes de la turbulencia económica.
Paradójicamente la crisis hizo subir la cantidad de clientes en 2009 y 2010, aunque bajó la "boleta promedio" en este sector. "En plena crisis llegaba más gente a hacerse masajes, para superar la tensión, pero pedía los más baratos", explica el dueño del Spa Mund, Gunter Mund.
Hoy, en plena recuperación, los clientes se mantienen, pero se atreven a probar nuevos servicios, más caros y rentables para los centros. ¿El resultado? En promedio los spa esperan un avance del 20% en facturación, sólo por efecto del precio.
Alfredo Carvajal, vicepresidente ejecutivo de la consultora internacional Universal Companies, cuenta que, a este paso, la industria de spas en Chile, sin contar salones de belleza, moverá en 2011 hasta US$ 25 millones anuales, cifra que debería aumentar si se incluyen los centros de estética.
Y para eso han invertido.
Carolina Varela, que cumplió 43 años en el rubro, destinó US$ 5 millones en un nuevo centro que abrió en Vitacura. En la misma comuna, Hoteles Noi -controlado por la familia Pirola Gianoli- abrirá un nuevo hotel y spa , además de un lodge de lujo en el sur, con un spa que costó US$ 3 millones, y que entrará en operación en estos días. Además prevén aterrizar en Perú.
Turismo de salud, La nueva tendencia
Pero en el sector sostienen que en Chile aún falta mucho desarrollo. En comparación con otros países de la región, como Brasil o Argentina, en nuestro país no existe una asociación gremial que agrupe al rubro, ni políticas directamente enfocadas al desarrollo de esta industria ligada al turismo.
Es lo que se llama wellness o turismo de salud, donde aprovechando los altos costos médicos del primer mundo -y los muy bajos del tercero-, se ligan las prestaciones médicas con vacaciones para toda la familia.
"Y eso es algo que se podría explotar en Chile perfectamente, pero que no se hace", dice Alfredo Carvajal, quien cuenta que en el mundo, sólo este sector mueve US$50 mil millones al año.
US$1,9 billones en el mundo Aquí la norma la pone la Guía Luxury Spas 2011 editada por Condé Nast. Aquí no hay ningún spa chileno, pero sí varios latinoamericanos, principalmente algunos ubicados en Brasil y Argentina.
Según Alfredo Carvajal, la industria de la belleza, los spa y el wellness mueven algo así como US$1,9 billones (millones de millones) en el mundo. El sector de los spa tiene ingresos anuales por US$60 mil millones.
La oferta en Chile: desde lodge exclusivos hasta masajes hechos por no videntes En Chile la oferta de spa abarca todos los precios. Un tratamiento puede costar desde US$ 16 mil (más de $7 millones) la semana en un lodge al que sólo se llega en helicóptero, hasta los $10 mil por un masaje en silla, en algún aeropuerto o camino a la oficina.
También hay tratamientos semanales con la última tecnología, y visitas por días, a lugares como el Hyatt de Concón o el Hotel Santa Cruz, que ofrece en su spa tratamiento con chocolate, barro o vinoterapia.
En el Spa Mund, en tanto, la oferta principalmente va dirigida a tratamientos integrales, similares a los que ofrece la cadena Enjoy.
Otro es el caso de Sen y +Sen, iniciativa que cuenta con masoterapeutas no videntes o con bajos niveles de visión, que aprenden la técnica en la escuela de ciegos Santa Lucía, cuenta Sebastián Pérez, director de Red de Amigos de Fundación Luz.
El emprendimiento, hoy en pleno proceso de expansión, sumará su tercer local en abril, cuando se instale en Nueva Costanera.
La empresa nacida a fines de 2009 tiene 18 servicios diferentes, donde se usa la musicoterapia y sonidos, como las cascadas de agua, para "desconectar" al cliente del mundo, y así eliminar el estrés, mejorar la circulación sanguínea y linfática, estimular la energía y aliviar dolores de espalda, entre otros.
Para 2011 prevé facturar $50 millones.
