martes, 08 de marzo de 2011
Luz María Zambrana
Economía y Negocios
Estos países están entre aquellos con licencias más generosas en el mundo, y según sus defensores, esto no ha afectado las posibilidades laborales de las mujeres.
Los países nórdicos han logrado mantener altos niveles de participación laboral de la mujer, a la vez que las tasas de fertilidad -en general, más elevadas que en la mayoría de los países de la OCDE- han ido en aumento.
De acuerdo a los representantes de estas economías en Chile que se reunieron con "El Mercurio", mucho se debe a las políticas estatales pro familia, entre las que se encuentran las licencias pre y posnatales, que están entre las más generosas del mundo.
Considerados líderes en las políticas de apoyo a la familia y de equidad, estos países llevan décadas con permisos maternales de más de seis meses. En Finlandia, por ejemplo, tras cuatro años de discusión sobre sus consecuencias en el mercado laboral, en 1975 se alargó la licencia de tres a siete meses. Actualmente dura en torno a un año.
Otro factor relevante es que ya desde la década de 1990 se ha ido avanzando en la ampliación de los permisos para los padres que actualmente tienen semanas garantizadas y otras que pueden compartir con la pareja.
Aunque cada país tiene distintas fórmulas, en general las madres nórdicas se toman un año entre pre y posnatal, y la mayor parte del tiempo cuentan con una cobertura de entre 100 y 80% de su sueldo.
Eva Zetterberg, embajadora de Suecia en Chile, destaca como un factor interesante la garantía que reciben todas las madres y que ampara a aquellas que no tienen un ingreso formal.
Are Nagoda, de Noruega, comenta que otra de las claves que hacen exitoso el permiso parental es su flexibilidad. Los padres pueden optar a tomar el período de tiempo hasta varios años después de nacido el niño o combinarlo con jornadas parciales de trabajo. Esto, junto con el hecho de que el Estado es el que paga los subsidios, ha permitido que el impacto en el mercado laboral sea mínimo. Hanna Katriina Rantala, de Finlandia, destaca la importancia de incluir al padre para que no se aumente la desigualdad de género.
Sisse Arias, de Finlandia, acota que es importante cómo se mire el tema a nivel país. No debe ser visto como un costo negativo para la economía, sino como una inversión en la crianza infantil.
Zetterberg afirma que estas políticas se han podido combinar de manera muy efectiva con el crecimiento económico de estos países y que no se han visto como una amenaza a la productividad, si bien implican un alto costo fiscal. En el caso de Suecia, por ejemplo, en 2010 destinó del orden de US$ 5 mil millones a licencias paternal/maternal.
Las cifras de la OCDE muestran que la inversión directa en estos países no se ha visto resentida por este tipo de políticas.
Todos concordaron en que esto ha sido un proceso que se ha ido perfeccionando en el tiempo, así como también su mayor aceptación cultural. Mientras han visto un aumento paulatino en la participación del padre, actualmente se discute cómo hacer que más hombres hagan uso efectivo de los beneficios.
Por otra parte, la embajadora cuenta que entre sus planes figura traer un experto sueco en el área a Chile u organizar una visita de autoridades chilenas a los países nórdicos.
Distintas realidades Suecia
En total la licencia es de 480 días. Sesenta son reservados para la madre y otros 60 exclusivos para el padre, el resto se los pueden repartir libremente. Por 390 días el subsidio equivale al 80% de salario (que tiene un techo de hasta US$ 6 mil mensuales). Por los otros 90 días es una tasa diaria fija. Además, el padre tiene derecho a 10 días después del parto.
En el caso de que los progenitores no tuvieran un ingreso, reciben una tasa diaria fija por 390 días y otra más baja por 90 días más.
Noruega
En total el subsidio representa 46 semanas con sueldo completo o 56 semanas con una cobertura del 80%. El padre puede optar a 10 semanas, que si no las utiliza se pierden. Ambos padres pueden usar el subsidio de manera flexible; por ejemplo, pueden extender el período combinándolo con jornadas parciales.
Noruega
En total el subsidio representa 46 semanas con sueldo completo o 56 semanas con una cobertura del 80%. El padre puede optar a 10 semanas, que si no las utiliza se pierden. Ambos padres pueden usar el subsidio de manera flexible; por ejemplo, pueden extender el período combinándolo con jornadas parciales.
Dinamarca
En total se entregan 52 semanas de permiso con una cobertura del 100%. 18 semanas son exclusivas para la madre y dos semanas sólo para el padre. Las otras 32 semanas pueden ser compartidas entre la pareja. Existe la posibilidad de extender el permiso a 112 semanas, pero con un porcentaje menor del sueldo (entre un 80% y 90%).
