domingo, 04 de julio de 2010
Azucena González y Camila Miranda
Economía y Negocios
Acaban de comprar esta cadena a la familia Valente. Anticipan que seguirán invirtiendo en este negocio, y que quieren crecer en el área de salud y marcas.
Bernardo Fontaine (46 años) y Cristóbal Hurtado (33) no se andan con chicas, y como nombre para su empresa eligieron nada menos que 7A: las calificaciones máximas. Tras haber cerrado la compra de Place Vendôme -que fundó Manuel Valente hace 50 años-, cuentan que no será su última incursión en el retail y que, al contrario, ésta será la punta de lanza para crecer en este rubro que ambos conocen gracias a una misma escuela: Falabella. Fontaine fue director ejecutivo de CMR Falabella en los 90 y Hurtado montó la oficina de compras de este retailer en Shanghai entre 2004 y 2007. Un año se demoraron en concretar la compra de Place Vendôme, plazo en el que incluso Cristóbal Hurtado tuvo tiempo de darse cuenta de que él mismo necesitaba lentes.
No es el único background que comparten: los fondos de private equity estuvieron siempre en la mira de estos dos titulados de la Escuela de Economía y Administración de la UC. Pero estas coincidencias no los habrían llevado a unirse si no fuera por Alfonso Márquez de la Plata, el actual gerente general de AquaChile. Amigo de ambos, fue él quien pensó en que harían una buena dupla cuando supo que Fontaine, tras varios años de trabajar solo, buscaba un socio, y que Hurtado estaba listo para abrazar la independencia.
Mails Santiago-Shanghai-Santiago y luego una semana en Chile bastaron para que se unieran en 2007. En estos tres años han asesorado a empresas y familias, y levantaron un primer fondo, Hércules, por US$15 millones, con el que invirtieron en Southam (agroindustria) y Aquamont (abalones). Para la compra de Place Vendôme levantaron un segundo fondo, Aquiles, con US$20 millones, entre 10 inversionistas.
Reconocen que hace mucho tiempo que venían esperando una oportunidad en retail , y el negocio óptico les vino como anillo al dedo, porque su idea es invertir en negocios que mezclen salud y belleza (pueden ser negocios de tipo wellness , clínicas de especialidad, gimnasios, aguas o jugos funcionales), y en marcas transversales, no necesariamente de lujo. Siempre bajo una misma premisa, puntualiza Fontaine: "No nos interesa comprar a la rápida; nos interesa comprar bien, porque creemos que esto es parte central del negocio de private equity ".
Hurtado agrega que igual de importante es la gestión. En todos sus negocios, además de ir ambos como socios, se involucran personalmente o incluyen a gente de su absoluta confianza. En Place Vendôme él mismo asumió la gerencia general, y de los antiguos dueños permanece Mónica Valente -una de las hijas del fundador- en el área de compra de productos.
¿Y un tercer fondo? Aunque parte de las nuevas inversiones puedan hacerse bajo el mismo Aquiles, no descartan levantar un tercer fondo en 2011.
El paraguas 7A
7A, además de la administración de fondos de private equity, tiene otras dos áreas de negocios: la administración de portfolios de inversión financiera -acciones, bonos, por ejemplo- en Chile o en el exterior, actuando como un family office externo e independiente, y las asesorías financieras para la compra o venta de empresas y el desarrollo de proyectos.
Ambos tienen trayectoria en estas lides. En el pasado, Fontaine asesoró, por ejemplo, a los Said, los Hirmas y las hermanas Solari en la repartición de la fortuna de su madre, Eliana Falabella, entre otros.
Cristóbal Hurtado comenzó en Compass Capital Fund, la división de private equity de Compass Group.
El terreno está abonado. Señalan que en un mundo de inestabilidad en los mercados y de rentabilidades bajas, el sector real se vuelve más atrayente. Y, por otro lado, cada vez hay más empresarios, ejecutivos y profesionales que necesitan asesorías en el manejo de sus inversiones.
Los pasos que vienen: llegar a 50 locales
Hoy poseen la red de 27 locales -en su mayoría con contratos de arriendo de largo plazo-, la marca y el laboratorio para la fabricación de los cristales ópticos. La propiedad del edificio corporativo en Manquehue con Las Hualtatas, sigue en manos de la familia Valente, arrendado a los nuevos dueños de la óptica.
Con un plan por US$20 millones para la adquisición y el plan de desarrollo de Place Vendôme, ahora la prioridad es dar vuelta los resultados para 2011. Con ventas por US$15 millones al año, la última línea de la compañía es roja.
La idea es llegar a 50 locales en tres años y mejorar productos, rediseñar y modernizar la gestión para bajar costos y mejorar la atención a clientes. "Hay una marca potente que hay que dinamizar", plantea Fontaine. Con una cuota de mercado de entre 6 a 7%, Place Vendôme ocupa el tercer lugar de esta industria de US$ 250 millones al año, liderada por GMO y Rotter & Krauss.
Si bien el objetivo es ser "muy rentables", los nuevos socios ven opciones de crecimiento, dado que la industria está en expansión, a partir de factores como el envejecimiento de la población y la tendencia en la fuerza laboral (más PC y más trabajos de precisión).
