jueves, 22 de abril de 2010
Lina Castañeda y Silvana Celedón
En el seminario "Reconstrucción Inteligente", organizado por la Sofofa y UDD, economistas como Hernán Büchi plantearon sus reparos a las medidas anunciadas por el Gobierno.
Ministro Fontaine: efecto neto para el fisco son US$ 190 millones, entre alzas y alivio tributario "El programa fiscal anunciado contempla un crecimiento del gasto público en los cuatro años de Gobierno, inferior al crecimiento esperado del PIB. Es lo que permite corregir la situación del déficit estructural este "La deuda bruta del fisco es cercana a cero. Una posición que permite abordar el terremoto y no perder de vista el verdadero programa de Gobierno que es repotenciar el crecimiento". "Una reconstrucción inteligente requiere de un Estado inteligente y eficiente; sin embargo, con el actual esquema es imposible lograr ahorros".
Reconstruir para retomar el ritmo de crecimiento a niveles de 6% es el principal desafío que tiene el Gobierno, dijo el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien indicó que si bien el terremoto significa una enorme pérdida de riqueza, una vez que se supere la emergencia, no compromete mayormente las posibilidades de crecimiento.
La paralización de varias industrias en estos meses se reflejará negativamente en la actividad económica en los meses de marzo y abril, para luego retomar velocidad.
"Podemos volver a pensar en el 6% de crecimiento que habíamos estimado inicialmente como promedio", dijo el ministro.Déficit
año, a lo largo del período".
Fontaine agregó que si esa expansión es sostenida en los próximos años, el país podrá alcanzar el umbral del desarrollo en 2018, pero "para llegar a ese punto tendremos que apurar el tranco un par de décimas más de lo que habíamos pensado antes del terremoto", indicó.
Durante su intervención, Fontaine aludió al debate que ha generado el financiamiento del plan de reconstrucción propuesto por el gobierno.
Suscribió lo expresado este martes por el presidente del Banco Central, José De Gregorio, en términos de que no hay reconstrucción gratis, pues implica inevitablemente sacrificar recursos que podrían utilizarse en otra cosa.
Fontaine defendió el alza de impuestos que forma parte del paquete de financiamiento, destacando su carácter temporal, que quedará explicitado en el proyecto de ley.
Sostuvo además, que la sumatoria entre los impuestos que suben y los alivios tributarios para las pequeñas y medianas empresas; la depreciación acelerada y la mantención del impuesto de timbres en 0,6%, en cuatro años deja un efecto neto para el fisco de US$ 190 millones, por lo que el esquema es balanceado. El esfuerzo de reconstrucción importante es en los primeros dos años, precisó.
Son cerca de US$ 3.200 millones de recaudación por alza de impuestos y US$ 3.045 millones de menor recaudación por alivio tributario, según sus cálculos.
"Nuestra tarea como Gobierno es permitir la señal de temporalidad en la decisión tributaria y en la medida que esa señal se transmite, los efectos negativos que podrían derivarse sobre la inversión y el crecimiento económico se anulan", indicó.
Planteó que la catástrofe del sismo, ayuda a que vuelva el hábito de ahorro y eficiencia en el sector público, los cuales se habían distendido después de muchos años de "vacas gordas" por el alto precio del cobre.
Anunció que el programa fiscal presentado el viernes pasado contempla un crecimiento del gasto público en los cuatro años de Gobierno, inferior al crecimiento esperado del Producto Interno Bruto (PIB). "Eso es lo que permite corregir una situación de déficit estructural este año, a lo largo del período", detalló.
El crecimiento efecto del PIB en los últimos diez años es de un 3,6% promedio y el crecimiento potencial de los últimos tres años, de un 4,2% promedio. Para acelerar ese potencial al 6%, mencionó dos elementos básicos que se deben cumplir: elevar la participación laboral desde 57% a 67% (mayor participación femenina y juvenil" y quebrar la tendencia declinante de la productividad laboral (producto por trabajador) que crecía a 6% hasta mediados de los "90, con el impulso de las reformas previas, hasta llegar a cero el año pasado.
Büchi llama a no hacer demagogia: "Los ciudadanos y no las empresas pagan impuestos"
El ex ministro de Hacienda Hernán Büchi plantea su preocupación por las alzas de impuestos que propone el Gobierno para financiar el plan de reconstrucción y llama a no hacer demagogia pidiendo cooperación a los empresarios, argumentando que los únicos que pagan impuestos son los ciudadanos y no las empresas.
En declaraciones a "El Mercurio", Büchi señala que las platas que pone el fisco son recursos de toda la ciudadanía y las empresas son los agentes recaudadores. Es el caso del IVA y de los impuestos a los combustibles y al tabaco, por ejemplo.
Si sube el IVA, las empresas lo traspasan a precios y si suben el impuesto a la inversión, se llevan el capital a otro lado. Al final lo paga el ciudadano porque hay menos inversión y menos empleo, explica.
Coincide con el mensaje del ministro Fontaine, en el sentido de que el verdadero problema hoy es recuperar el crecimiento. "La catástrofe del 27 de febrero afectó más a la gente que vive en mucha pobreza y nos recuerda que tenemos el terremoto de la pobreza y la única manera de superarlo, es acelerar el crecimiento", dice.
Aunque le incomoda hacerlo, Büchi piensa que tiene la obligación de dar a conocer sus puntos de vista cuando considera que se están dando pasos equivocados. Con las medidas anunciadas, le parece que la economía no está en camino de retomar el crecimiento del 6%.Repotenciar crecimiento
El ex ministro de Hacienda no descarta que se haya optado por subir los impuestos por un tema de imagen, de presentarlo como querer cargar la mano a los empresarios, pero le preocupa que puede ser por un convencimiento y cierta influencia ideológica del programa de Marco Enríquez-Ominami, quien a través de Paul Fontaine planteaba la tributación a los recursos naturales.
"Los recursos naturales no están dados por la naturaleza, es el hombre quien es capaz de transformar en riqueza algo que existe en la naturaleza", señala. Así como hoy es la minería, mañana puede ser la pesca y los recursos forestales a los que se aplique un royalty", advierte.
Considera un error grave eliminar la exención para los depósitos convenidos y asimilar los fondos de capital a la tributación general.
Los depósitos convenidos, asegura, permiten que personas que ganan mucho en un período, pero luego dejan de ganar, como los futbolistas, puedan ahorrar sin que su ahorro sea castigado con impuestos. "Si se quiere eliminar, habría que hacer otra cosa, como permitir que la gente lleve contabilidad y pague cuando gasta la plata, no cuando la gane. Eso es lo que habría esperado de este gobierno", comenta.
Después del terremoto de 1985, la economía creció 7,6% promedio por doce años, con reformas que venían de antes y otras nuevas, que permitieron avanzar en esa dirección pese a que había un contexto de crisis financiera propia.
Büchi opina que las finanzas fiscales tienen hoy una flexibilidad infinitamente mayor y mucho más favorable, lo que se presta para programas fiscales alternativos que permitan potenciar la inversión, el crecimiento y la productividad.
Tomando los últimos datos de las cuentas fiscales, la productividad total de factores (PTF) cayó 1,6% en el Gobierno anterior y le llama la atención que la administración actual, que tomó como supuesto en su programa que esa caída fue de 0,5%, no haya dicho que el país está en peor pie de lo que creía en materia de productividad.
Experto urbanístico acusa obstáculos burocráticos para reconstrucción de viviendas
Una crítica mirada respecto de la reconstrucción de las viviendas destruidas por el terremoto del 27 de febrero planteó ayer el arquitecto y magíster en Desarrollo Urbano Iván Poduje.
De acuerdo al experto -quien expuso luego del ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine-, el Gobierno planteó un "mega desafío para hacer la transición desde mediaguas a una cuidad moderna". Según Poduje, él comparte el objetivo "conceptualmente", pues a su juicio se trata de "metas súper ambiciosas". Sin embargo, el arquitecto advirtió sobre la falta de definiciones.
De hecho, según el experto "no existe una malla institucional que permita cumplir con las metas propuestas".
Sin ahorros
IVÁN PODUJE, Magíster en Desarrollo Urbano-UC.
En primer lugar, Poduje denunció falta de información: "Me falta el programa, cómo hago la reconstrucción en 46 meses, cuáles son los plazos, las secuencias, cómo se traspasará la selva normativa que el Estado tiene para estas cosas".
Además, sostuvo que es altamente probable que "surjan roces al interior del comité de reconstrucción y el Presidente deberá ser capaz de superarlos".
A modo de ejemplo, señaló que "el Transantiago es muy parecido a este modelo. Había una coordinadora que juntaba a los ministros, pero después no le hacían caso. Ése es el riesgo que se corre ahora".
En esta misma línea, el experto señaló que existen una serie de organismos intersectoriales que no aplican el silencio administrativo -norma que permitirá a las empresas pedir de inmediato los permisos ambientales en caso de que los servicios públicos se excedan en los plazos de tramitación-, por lo que las autorizaciones para construir pueden dilatarse en forma excesiva.
Frente a este escenario, Poduje enfatizó en que "una reconstrucción inteligente requiere de un Estado inteligente y eficiente; sin embargo, con el actual esquema no se pueden lograr ahorros". Incluso, hizo una advertencia directa al titular de Economía respecto de esta materia y afirmó: "Ministro, no se puede con el actual modelo lograr ahorros".
Asimismo, el arquitecto sostuvo que "es imposible en 46 meses reconstruir las ciudades con la malla institucional vigente y eso plantea el riesgo de que las mediaguas se queden por un buen tiempo. De ahí que se requiere de un trabajo intersectorial de forma urgente".
