martes, 06 de abril de 2010
D. Bustamante y C. Sottovia
Economía y Negocios
El terremoto puso sobre la mesa la necesidad de una planta que permita respaldar el suministro de la región.
Más que una planta de producción de agua potable, La Mochita, unidad de Essbio que abastece al Gran Concepción se transformó en un verdadero punto de supervivencia para la zona. Filas de camiones se congregaron en la planta a la espera de obtener agua durante las semanas posteriores al sismo. Pese a los daños que registró la unidad, ésta pudo seguir operando tras la catástrofe.
Sin embargo, al igual que en varias empresas de otros sectores, en Essbio sacan lecciones de lo sucedido. Una de ellas apunta a contar con una planta alternativa a La Mochita.
"La planta de producción La Mochita abastece toda la zona desde Concepción y, gracias a Dios, no sufrió graves daños, por lo que pudimos restablecer la producción con gran rapidez. Si esa planta hubiese quedado fuera de operación, tendríamos graves problemas porque son obras mayores que demoran meses", explica Eduardo Abuauad, gerente general de la sanitaria.
"El Mercurio" realizó un recorrido por las instalaciones de Essbio en Concepción, donde fue posible apreciar la magnitud de los daños que dejó el terremoto. Aunque las bombas que capturan el agua -desde el río Biobío- en La Mochita no sufrieron daños, la estructura que alberga la sala de máquinas resultó con grietas profundas. Si la construcción, hoy reforzada, hubiese caído sobre las máquinas, su reparación habría tardado meses, estiman en la empresa.
"Como estamos en un país sísmico, estudiamos la construcción de fuentes de producción alternativas, por el posible riesgo de fallas", explica Abuauad. Sin embargo, la concreción de esta idea depende de lo que resuelva el Gobierno.
La industria sanitaria, por ser una actividad regulada, posee planes de inversión que deben ser visados por la autoridad, que ya conocen la intención de Essbio en este sentido. "Las autoridades han estado en terreno supervisando nuestros trabajos y conocen de primera mano los daños. Hay zonas donde el terreno bajó y otras donde subió. Hay poblaciones completas arrasadas y la industria pesquera de la Isla Rocuant ya no existe", relata el ejecutivo.
Pero una unidad de respaldo para La Mochita tendría un impacto tarifario sobre los clientes de la zona, puesto que las inversiones realizadas en el sector son financiadas mediante cobros mensuales a los usuarios. Aún no hay claridad respecto a cuánto costaría una instalación alternativa, ya que primero se debe definir el tamaño y características que se requieren.
"Como La Mochita está diseñada para abastecer sin problemas la zona, estamos pensando en una planta más chica o eventualmente en una batería de punteras", concluye Abuauad.
