viernes, 19 de febrero de 2010
Victoria Reyes P.
Economía y Negocios
El ex gerente general de Casa de Moneda señala que el instituto emisor autorizó la acuñación de piezas que venían con la palabra "Chiie", y defiende los resultados que se lograron mientras dirigió la compañía.
Monedas con "errores", cuños desaparecidos y ventas irregulares de medallas son sólo algunas de las anomalías que han salido de Casa de Moneda en los últimos años. Un conjunto de fallas en el sistema de controles que, según el directorio de la compañía -que pasó el año pasado de ser una estatal a sociedad anónima- urge modernizar.
Una de las medidas más drásticas fue despedir a su gerente general Gregorio Iñiguez, quien anteriormente fue gerente general de Armat de los Luksic.
En medio de informes y denuncias judiciales, Iñiguez asegura que Casa de Moneda nunca tuvo en su vida un gerente que haya logrado los niveles de rentabilidad alcanzados bajo su gestión. Dice que es un profesional serio (de hecho fue nombrado para el cargo por concurso de Alta Dirección Pública), y asegura haber denunciado cada uno de los desórdenes descubiertos ante la justicia.
-¿Por qué salió de la gerencia general de Casa de Moneda?
"La explicación que dio el directorio era que no cumplía el perfil para la nueva empresa. Pero las tres misiones que me encargaron las cumplí satisfactoriamente. Una era el tema de modernización y transparencia, la otro fue la innovación tecnológica y finalmente, como plato fuerte, poder sacar adelante el proyecto del cambio jurídico".
-¿Por qué entonces el directorio no se da por satisfecho?
"No sé, pero puedo decirle que en los dos años anteriores a mi gestión hubo pérdidas por $3 mil millones, y en cinco años logré ventas por $36 mil 500 millones".
-¿Cómo se explica entonces su desvinculación?
"Hay intereses que quieren que Casa de Moneda desaparezca y yo soy el obstáculo para que esta empresa siga compitiendo en el mundo. El hecho que se haya transformado en sociedad anónima le permite salir al mundo y eso es un tema complejo para nuestros competidores, que son empresas alemanas, inglesas y canadienses. Hay señales de que a ellos no les interesa que nosotros existamos".
-¿La empresa no busca ser más competitiva con el cambio de gerencia?
"Ha ganado todas las denominaciones de billetes en Chile, y en los últimos 5 años ganó el 95% de las licitaciones en monedas, es competitiva. También hay antecedentes que hacen pensar que todas las irregularidades que han aparecido son intencionales. Había un sector reducido de la empresa que no quería el cambio jurídico y jugó con armas desleales. Puede que algunas de esas personas hayan inducido a estos errores".
-¿Tiene antecedentes que demuestren que hay entidades y personas con intención de boicotear la empresa?
"No tengo papeles para demostrarlo; lo estoy investigando".
-La justicia ha investigado varios casos de anomalías, como la pérdida de cuatro punzones de acuñación de monedas bolivianas. ¿Cómo se lo explica?
"Hice la denuncia cuando ocurrieron las irregularidades pues debía resguardar el interés de nuestros clientes. Todas las demandas cuentan con mi patrocinio. No he cometido ningún delito, tengo la frente en alto. Los cuños que menciona aparecieron y no se duplicaron, fui a Bolivia y en conferencia de prensa se mostraron los cuños".
-¿Cómo se explica que monedas de $50 en circulación presentaban una falla pues decía "República de Chiie"?
"Se enviaron las muestras al Banco Central y se autorizaron. Si el contrato suscrito con el banco dice que para poder empezar la acuñación de monedas debo entregarle 50 muestras que deben ser aprobadas por ellos, y fueron aprobadas en este caso, el problema es compartido".
-En la solapa de O´Higgins estaba escrito el nombre del acuñador de monedas René Thenot...
"El error ocurrió, y no es un delito. Fue descubierto por nosotros, no por el Banco Central como dice el señor Alejandro Zurbuchen (Gerente general del banco). Las muestras donde figuraba esta palabra también fueron autorizadas por el Banco Central. Tengo los papeles".
"Alguien se la vendió a una señora devota de la Presidenta, y después de no poder recuperarla porque ella no la quiso soltar, fundí las otras cinco".
-¿No debe responder si estos errores ocurrieron bajo su gestión?
"Como gerente general no tengo que mirar las monedas de prueba cuando se sacan. Soy responsable final de lo que pasa, he tomado las medidas administrativas correspondientes y adjunté a la justicia todos los sumarios internos. Si se piensa que cambiando al gerente general se solucionarán esos problemas, es desconocer el negocio. El directorio cuando llegó desconocía lo que es Casa Moneda, yo tuve que explicarles".
