miércoles, 30 de septiembre de 2009
Claudia Ramírez Friderichsen
Economía y Negocios
De adjudicarse el frente, el concesionario tendría que "elegir" entre su actual sitio y el nuevo.
El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia respondió ayer martes la consulta hecha hace casi 11 meses por la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) sobre los términos de la licitación de su espigón. El organismo concluyó sobre la conveniencia de mantener las restricciones para que el actual concesionario privado, Terminal Pacífico Sur (TPS) -controlado por Ultramar, que a su vez está ligada al Grupo Von Appen -, participe en la licitación. Con esto desechó la petición de levantamiento de la integración horizontal que hicieron EPV y TPS.
El Grupo Ultramar manifestó públicamente su interés por participar en el proceso. En entrevista con "El Mercurio", Wolf von Appen, presidente de Ultramar, aseguró en julio de 2008 que "habría más beneficio para los clientes si participásemos en la licitación".
En su resolución, el Tribunal planteó una alternativa para el concesionario. "Es posible que las actuales sociedades concesionarias o sus personas relacionadas (...) opten por sustituir la participación o vinculación que tengan en un frente, por una participación o vinculación en el Frente de Atraque Nº 2 (...), para lo cual deberán enajenar su participación o desvincularse de la sociedad concesionaria a la que actualmente estuvieren ligados", dice. Es decir, de presentarse a la licitación y ganar Ultramar, deberá "elegir" entre su actual concesión (terminal N° 1) y la nueva (terminal N° 2).
Tras la respuesta del Tribunal se abren nuevos escenarios para EPV. De declararse desierta la licitación por falta de interés privado podría hacer las inversiones de ampliación del puerto directamente. Luego licitaría las operaciones.
