jueves, 24 de septiembre de 2009
Reuters
El sistema financiero estadounidense sigue siendo frágil un año después de que se iniciara el programa de rescate bancario, dijo Herbert Allison, secretario asistente de la institución.
WASHINGTON.- El sistema financiero estadounidense sigue siendo frágil un año después de que se iniciara el programa de rescate bancario y el Gobierno podría necesitar extender el programa hacia el año próximo, dijo el jueves un alto funcionario del Departamento del Tesoro.
Herbert Allison, secretario asistente del Tesoro para estabilidad financiera, dijo que los mercados de crédito y securitización no se han recuperado todavía y que el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, considerará estos factores cuando analice la extensión o no del programa.
"Hay mejoras en partes de la economía que son dramáticas pero todavía nos queda un largo camino que recorrer", dijo Allison en la Comisión de Bancos del Senado.
Bajo la ley que creó el Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por su sigla en inglés), las nuevas inversiones bajo éste serían prohibidas después del 31 de diciembre del 2009 a menos que Geithner decida extenderlo hasta el 3 de octubre del 2010.
Allison dijo que la caída en los precios de los bienes raíces comerciales podría ejercer una presión adicional en los balances de los bancos.
"En este contexto, es prudente mantener la capacidad para enfrentar nuevos eventos", afirmó, un posible indicio de que el Tesoro podría buscar mantener los fondos del TARP disponibles por cierto tiempo.
Agregó que el Tesoro abandonará sus inversiones en la banca tan pronto como pueda. Entretanto, prometió que el Gobierno seguiría siendo un accionista pasivo, votando sólo en temas de junta y de administración.
Allison dijo que el Tesoro estaba presionando por algunos nuevos programas TARP, incluyendo una versión reducida del programa de compra de activos tóxicos que fue la intención original del TARP hace un año.
Dijo que el primero de nueve fondos de inversión privados se cerrarían antes del final de septiembre, permitiendo empezar con la compra de activos tóxicos.
Además, el Tesoro pronto lanzaría un nuevo programa destinado a ayudar al crédito a pequeñas empresas por medio de la compra de hasta US$15.000 millones en títulos respaldados por créditos garantizados por la Administración de Pequeñas Empresas, anticipó Allison.
