jueves, 24 de septiembre de 2009
Fernando Vial y José Troncoso
Economía y Negocios
Esto se sumaría a la inversión anunciada el martes por US$ 1.430 millones, que se financiará mediante emisión de bonos, caja de la compañía y un aumento de capital.
La apuesta de la empresa CMPC en Brasil es con todo. El martes anunció un acuerdo con la brasileña Aracruz Celulose e Papel S.A. para comprar una de las principales unidades de la compañía (Guaíba, en el estado de Rio Grande do Sul) en US$ 1.430 millones, y hoy la Papelera -liderada por el grupo Matte- ya está pensando en nuevas inversiones.
Serían US$ 1.500 millones adicionales los que desembolsaría CMPC para la construcción de una nueva planta de celulosa, con lo cual ampliaría la capacidad que tendrá tras la compra de la unidad de Aracruz, que actualmente procesa 450 mil toneladas. El objetivo es sumar a esto 1,3 millón de toneladas a la capacidad de la planta en Guaíba.
Aracruz tenía en carpeta ampliar la planta, pero CMPC quiere construir una nueva en las cercanías, dado que esto generaría mayor eficiencia al negocio.
Dividendos
Para financiar la compra de parte de los activos de Aracruz en US$ 1.430 millones, la firma chilena recurrirá al mercado para obtener recursos frescos.
Ayer se reunió el directorio de CMPC, presidido por Eliodoro Matte Larrarín, donde se determinó citar a junta extraordinaria de accionistas para el 9 de octubre, para votar un aumento de capital por hasta US$ 500 millones. El grupo Matte, que maneja el 55,83% de la Papelera, ya habría comprometido suscribir las acciones que le corresponden como parte de esta operación.
Además, el directorio acordó emitir un bono por hasta US$ 500 millones, a ser colocado en el mercado local o internacional.
"Los recursos que se obtengan tanto del aumento de capital (...) como de la eventual emisión del bono serán destinados al pago de parte del precio de la adquisición de los activos forestales e industriales del negocio de celulosa, papel y maderas, relacionadas a la unidad de Guaíba de Aracruz", dijo ayer a la SVS el gerente de Finanzas de CMPC, Luis Llanos. La diferencia de US$ 430 millones se financiará con recursos propios -CMPC cuenta con cerca de US$ 576 millones-, además de créditos.
Aún no se define cómo se financiará la construcción de la nueva planta.
En tanto, el directorio de la empresa de capitales chilenos decidió también modificar su política de dividendos que espera cumplir respecto a las utilidades de 2009 y los ejercicios sucesivos: repartir el 30% de las ganancias. En marzo, la junta de accionistas había aprobado un reparto equivalente al 40%.
Actualmente, CMPC y Aracruz se encuentran ultimando los detalles del acuerdo, y el traspaso definitivo debería realizarse en diciembre de este año.
Cómo se gestó el millonario negocio
A principios de año, el gerente general de CMPC, Arturo Mackenna, y su gerente del área Celulosa, Sergio Colvin, viajaron a Brasil para reunirse con el presidente y CEO de Aracruz, Carlos Aguiar. Tras una serie de tiras y aflojas se cerró un acuerdo que, además de la planta de celulosa, presupuesta la adquisición de 212 mil hectáreas de bosques de eucaliptos, un vivero con capacidad de producción de 30 millones de plantas al año y una unidad de producción de papel (entre el que se cuenta el tissue ) con capacidad para 60 mil toneladas anuales.
El interés de venta por parte de Aracruz se hizo público el martes de la semana pasada en Brasil. Diarios especializados especulaban que entre los interesados en adquirir los activos, además de CMPC, figuraba la también chilena Arauco, que ya tiene presencia en Brasil, la china Nine Dragons Paper, la sueco-finlandesa Stora Enso y la brasileña Suzano.
Aracruz buscaba desprenderse de estos activos para hacerles frente a las millonarias pérdidas que le ocasionaron operaciones en el mercado de derivados. También busca mejorar los índices crediticios de Fibria, la mayor productora de celulosa del mundo que maneja Aracruz junto al grupo Votorantim.
