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Cómo mantenerse en el aire en año de crisis

sábado, 19 de septiembre de 2009

Franco Vera Mejías
Economía y Negocios

La demanda por volar en aviones privados ha caído en Chile, aunque ya se advierte un repunte de esta actividad.

Entre $120 mil y $170 mil puede llegar a costar una hora de vuelo en un avión privado en Chile. Estos viajes se contratan por avión, no por pasajero, y son cerca de 40 las empresas que ofrecen este tipo de vuelos.

Estas pequeñas "aerolíneas" -la mayoría de ellas funciona con sólo uno o dos aviones- son un buen termómetro para ver cómo fluctúa la actividad económica nacional.

Entre el último trimestre de 2008, y los primeros meses de 2009, las empresas de este rubro sufrieron una baja importante de la demanda por vuelos en torno al 30% dentro del país, llegando a anotar bajas de hasta 50% en casos particulares, lo que se ha notado en vuelos para ejecutivos, hasta hace poco muy comunes entre las empresas del retail, salmoneras y grandes mineras del país.

El sur, golpeado
El problema es aún más evidente entre algunas pequeñas empresas que vuelan en Puerto Montt y alrededores.

La crisis del sector salmonero, que en sus buenos tiempos requería el traslado aéreo para ejecutivos y trabajadores a esa zona de manera constante, hoy ha bajado tanto que obligó a tres operadores a retirarse del negocio.

A la baja del sector salmones, se sumó la del sector forestal. Y como si fuera poco, la gripe AH1N1 -causante de varias muertes en Puerto Montt- y los accidentes aéreos que enlutaron a la región durante 2008 fueron factores determinantes en el derrumbe de la actividad aérea en la X y XI Región.

La crisis también se extendió al norte. Las empresas mineras, antes importantes clientes de los vuelos privados, dejaron de lado este tipo de transporte y terminaron importantes contratos para las pequeñas aerolíneas.

Leve repunte
Hoy, la peor parte parece haber pasado. Desde las empresas coinciden al señalar que los clientes, aunque tímidamente, han vuelto a consultar por vuelos, mientras que lentamente los ejecutivos regresan a las cabinas de los jet y las compañías mineras vuelven a preguntar por charters para el traslado de sus trabajadores. Las señales de fin de la crisis se transfieren también al sector.

Además, en los últimos años se ha abierto una nueva línea de negocios para estas empresas: el traslado de enfermos hacia Santiago, gracias a las facilidades que entrega el plan de Garantías Explíctas en Salud (GES). Sólo Aerocardal (la empresa más grande del sector, con ocho aviones y tres helicópteros, además de terminales propios en el aeropuerto Arturo Merino Benítez y en Iquique) reconoce haber realizado más de 1.000 traslados desde el año 2006, y comentan que son varias las firmas que han entrado en este negocio.





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