Fondos Mutuos
Marcos Büchi comenzó a instalarse en sus nuevas oficinas como director ejecutivo de la Corporación Santo Tomás SA. Se trata de un cambio de mando pausado, pues su antecesor, Rodrigo Alarcón, continuará asesorándolo hasta fin de año. El recambio en el grupo educacional es el resultado de un largo proceso vivido por éste en los últimos dos años: la muerte del fundador, Gerardo Rocha, y los desencuentros ocurridos entre los antiguos socios. Pero todo culminó el 10 de agosto, con la llegada de un nuevo controlador, la dupla Hurtado Vicuña y el fondo Linzor Capital.
El arribo de los nuevos socios responde a la oportunidad vista en un sector de alto crecimiento. "Poder ocupar espacios que para este país son indispensables, respecto de las personas que deben tener educación superior, en relación a la fuerza laboral. (...) Triplicar o cuadruplicar la cantidad", dice Büchi, quien por años ha sido hombre clave en diversos negocios de los Hurtado, grupo por lo demás muy ligado a los otros hermanos Büchi Buc.
Los planes que Büchi revela junto al rector de la universidad, Jaime Vatter muestran que el objetivo es poner el pie en el acelerador para dejar atrás retrasos en infraestructura que hubo debido a los conflictos societarios, y ponerse al día. "Queremos crecer en participación de mercado en nuestro plan a tres años, en todas las áreas (...) Lo que está claramente pensado es que desde el punto de vista patrimonial hay un interés de hacer crecer, ojalá en tres a cinco años, un 50% el patrimonio", dice Büchi.
El plan preliminar a tres años involucraba unos US$ 70 millones, está siendo validado por el nuevo equipo "y esa cifra puede a lo mejor estar entre 60 millones y 100 millones de dólares, a costos acotados y calidad creciente", plantea Büchi. El destino de los fondos es construir nuevos edificios en ciudades donde unidades de la Corporación ya están, pero requieren ampliaciones de espacio físico (La Serena, Rancagua, Talca, Temuco, Los Ángeles, Puerto Montt, Arica y Santiago). También trabajan en nuevas carreras: ingeniería civil industrial y fonoaudiología en la Universidad, detalla Vatter.
Y si en principio los nuevos socios pensaban afrontarlo con un aumento de capital, hoy la opción de ir al sistema financiero cobra impulso. "En los próximos meses vamos a hacer acciones y vamos a tomar financiamientos", dice Büchi.
Y se explaya: "Los accionistas tienen la voluntad de hacer todos los aportes de capital que sean necesarios, pero por supuesto primero hay que hacer el ejercicio de cuánto es el apoyo del sector financiero, hasta dónde podemos contar con él. Y si probablemente se requiere un aporte de capital, éste se va a materializar. Es probable que, si ocurre, sea el próximo año".
Büchi planea reunirse luego con la banca, contacto que probablemente se producirá en octubre.
Los nuevos controladores ya se han rodeado de hombres de confianza. Ante la renuncia del vicerrector de finanzas, Luis Felipe Núñez, arribó Juan Pablo Guzmán, ex ejecutivo de Consorcio Vida y Esval.
En los próximos meses vamos a hacer acciones y vamos a tomar financiamientos". Marcos Büchi.
Büchi y sus vínculos con la educación
Marcos Büchi -ingeniero civil estructural de la Universidad de Chile- ha sido un estrecho colaborador del grupo Hurtado. Fue gerente general de Chilquinta, Consorcio y también bajo ese alero desarrolló un colegio en Puente Alto en 2003. "Partimos de la idea, en qué parte en Santiago existía necesidad. Estuve a cargo desde la decisión de la compra del terreno a la elección de las personas que nos iban a ayudar", dice.
Hoy está vinculado al desarrollo de proyectos con los Von Appen, como la explotación de carbón en Isla Riesco y también es director en Aguas Nuevas, EFE e Ingeniería y Construcción de Salfa. "Hay varios de esos directorios que sí puedo mantener", dice. "Estoy muy interesado en colaborar con el proyecto de educación superior, con fuerte componente social. Pero no me significa dejar varias de las actividades que hoy día desarrollo. Van a ser compatibles. No le tengo temor a las jornadas largas", afirma.
El rol de Gerardo Rocha: "Es un director más dentro de un grupo de directores"
Antes de la llegada de los grupos Hurtado-Linzor, Gabriel Gerardo Rocha, hijo del fallecido Gerardo Rocha, era el presidente de la Corporación Santo Tomás y tomaba las decisiones. Ahora las relaciones se estructuran distinto. "Ingresó un accionista controlador. Y ese accionista está formado por el grupo de fondos Linzor y la familia Hurtado. E indudablemente ellos ingresan con un interés de hacer uso de ese control, pero siempre respetando -como lo han hecho en todo tipo de inversiones- a los accionistas minoritarios".
-¿Cuál será el rol de la familia Rocha?
"La forma de trabajar de grandes inversionistas es que saben hacer uso de las competencias, conocimientos y las tradiciones. Indudablemente hay un grupo controlador, un nuevo presidente. Las decisiones se toman sobre la base de este nuevo grupo controlador. Pero no hay ninguna duda de que las capacidades y aportes que puedan hacer personas que están involucradas en la fundación de esta iniciativa, sus conocimientos, van a ser más que acogidos".
-¿Hay materias que requerirán quórum mayor a los 3 miembros elegidos por el grupo controlador?
"No conozco de ninguna restricción en temas como aumentos de capital, o lo que pueda obstruir o restringir el desarrollo de Santo Tomás".
-¿Difícil trabajar con Gabriel Gerardo Rocha?
"Es un director con el que he tenido varias reuniones, de lo más cordial. Percibo de él el mejor interés de colaborar. Pero hoy día, él es un director más dentro de un grupo de directores".