sábado, 12 de septiembre de 2009
D. Bustamante y G. Orellana
Economía y Negocios
Diputados de la oposición afirmaron que la comisión mantuvo en reserva pruebas que cuestionaban la gestión del ex gerente de la empresa fiscal Enrique Dávila.
Visiones encontradas generó entre los diputados miembros de la comisión investigadora a la Enap las conclusiones que alcanzó dicha instancia tras cinco meses de trabajo. El documento "Conclusiones Comisión Investigadora de Enap", que representa la visión de los diputados opositores en la comisión investigadora, es claro: la empresa tiene un gobierno corporativo inadecuado, tiene problemas de control interno y, además, nombramientos que no fueron los adecuados en puestos clave.
Esto, debido a que por cinco votos de la Concertación contra cuatro de la oposición se aprobó un informe que descarta irregularidades en la estatal a raíz de las millonarias pérdidas que tuvo la empresa en 2008, las que se elevaron hasta los US$ 1.000 millones, hecho que motivó la investigación. El resto de los parlamentarios no asistió a la votación.
El documento, de casi cien páginas, afirma que la petrolera enfrentó la peor coyuntura de su historia debido a factores exógenos, como la crisis del gas, los precios récords del petróleo y la sequía, entre otros. A modo de ejemplo, se establece que durante el año pasado el crudo alcanzó los precios más altos de la historia, para terminar con una caída sin precedentes durante el segundo semestre.
Sin embargo, las conclusiones a las que llegó la comisión presidida por José Miguel Ortiz (DC) generaron profunda molestia entre los diputados opositores, en especial porque acusaron un profundo secretismo en la entrega de antecedentes de la Enap y el bloqueo de Ortiz a hacer pública una auditoría hecha por la Contraloría General de la República.
De acuerdo con el informe de la comisión, que deberá pasar al pleno de la Cámara en los próximos días, en las millonarias pérdidas de la estatal no hay una culpabilidad de parte de la administración de la Enap, en ese entonces liderada por su gerente general, Enrique Dávila (desde enero de este año la firma es dirigida por Rodrigo Azócar).
Sin embargo, para Alejandro García Huidobro (UDI), miembro de la comisión, el informe no se condice con los antecedentes que conocieron durante la investigación, por lo que pedirán que se rechace en la sala.
Reserva de datos
"Sería interesante que el país conociera los problemas de procedimiento interno con los que se tomaron decisiones muy importantes para Enap de parte del gerente anterior. No se tomaron los resguardos necesarios por los precios del crudo y las compras iban mucho más allá de lo que requería el mercado. Eso fue una decisión política de parte del Gobierno", explicó el parlamentario.
García Huidobro, a su vez, acusó que todos los datos dados por la Enap se hicieron con reserva, por lo que no pudieron analizarlos con sus asesores. Tampoco se pudo hacer público el informe de la Contraloría. Sobre la base de estos antecedentes, los diputados que votaron en minoría elaboraron un informe que cuestiona el actuar de Dávila en Enap (ver recuadro).
"Cuando se jura a la Constitución se dice lo que es secreto o es público. Esto era secreto. Además, estuve convencido de que hacerlo podría afectar los negocios futuros de la empresa", explicó Ortiz ante la decisión de no revelar el informe del contralor. El DC también rechaza las acusaciones de que actuaron en bloque para aprobar el informe y dice que en las 16 sesiones se escuchó a todos.
Pese a las palabras de Ortiz, Marco Espinosa (PRSD) afirma que en el informe el ideal hubiera sido llegar "a un consenso, recogiendo las conclusiones de ambos lados y haber convenido una fórmula consensuada que recogiera las ideas de todos".
Falta de transparencia y de control, poco poder del directorio, y nombramientos son las principales críticas a la petrolera estatal
En el marco de la investigación de la comisión, el director Ramón Jara -representante de la Sociedad Nacional de Minería en el directorio de la estatal- planteó que existe la "inquietud" al interior de la instancia, "de que esta compañía actúe en forma transparente". Se sumó a las críticas el ex director Radovan Razmilic, quien sustuvo: "En mi opinión, el sistema de administración de Enap (...) no cumple con las funciones que debería cumplir como corresponde, por lo que debería ser cambiado por ley".
¿En qué se nota esa falta de transparencia? En junio de 2000, el directorio entregó un poder amplio al gerente general, que derivó en que las filiales reportaban al gerente, sin ninguna autorización. Éste -por entonces el renunciado Enrique Dávila-, designaba además gente de su confianza y que no le hacía contrapeso.
"Con el poder de despedir que le dimos al gerente general, la compañía quedó llena de personas "yes men" que no eran contrapesos. Por lo tanto, si el gerente general tomaba una decisión, los demás gerentes miraban hacia un lado, decían que sí y se acababa el tema", dijo Razmilic a la comisión.
También se hace una crítica con nombre y apellido a la ex gerenta comercial de Enap Paula Hidalgo, de quien se dice escaló en su remuneración en 1.500% en cinco años, ingresando en 2001 con un contrato a honorarios de $600 mil y alcanzando un sueldo, en enero de 2007, de $9.576.000. Hidalgo, además de la gerencia comercial, fue representante de Enap en Arpel y entró al directorio de GNL, Sonacol, Enap Refinerías y Enap Sipetrol. El contralor general de la República, Ramiro Mendoza, agregó que la empresa muestra "cierto desorden en las boletas de garantía, favoritismos para los efectos de realizar cotizaciones a empresas bien singularizadas que se identifican".
