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Arturo Cifuentes: El chileno al que escucha el Senado de los EE.UU.

domingo, 06 de septiembre de 2009

Alejandro Sáez Rojas
Economía y Negocios

Poco conocido en el país, es amigo de varios connotados economistas y científicos nacionales. El Finantial Times lo cita y ha asesorado incluso al Tesoro de ese país. Tras 30 años en norteamerica, vuelve a fin de año a Chile.





Es chileno, pero ha sido más profeta en los Estados Unidos que en su país de origen. Arturo Cifuentes (55 años) debe ser uno de los compatriotas que más sabe de finanzas norteamericanas. Y no es una afirmación antojadiza. Gillian Tett es considerada una de las mejores periodistas financieras del mundo. A comienzos de 2009 recibió el premio “Periodista del Año” en Gran Bretaña. En su último libro, “Oro Tonto” (Fool’s Gold), ella agradece a sus colegas del Finantial Times y sólo a tres personas más: una de las cuales es Arturo Cifuentes, por ayudarla a entender la crisis financiera global.

Pero no ha sido la única que reparó en sus méritos. El Senado norteamericano lo citó en abril de 2008 en calidad de experto para que diera su visión sobre la entonces conocida crisis subprime. El ya tenía temores fundados: confesó a una revista que lo que se estaba incubando sería “la crisis más severa que vamos a ver y vivir”. Dicho y hecho. Sus aciertos lo han llevado a ser invitado a charlas en organizaciones como el Tesoro Norteamericano y Banco Central chileno, donde estuvo en abril pasado.

Tal vez desde 2010 su nombre se haga más frecuente acá en el país. Cifuentes, que tiene en su curriculum haber trabajado en una clasificadora de riesgo, en un hedge fund, en la banca de inversión y en reaseguradoras, volverá al país para integrarse a una prestigiosa universidad chilena. Su nombre no lo revela aún, aunque precisa. "No lo hago por razones económicas, eso es claro, también primaron consideraciones familiares", dice. Su madre, ya de 90 años, le recordó en su última visita a Chile que el había prometido regresar a los 50.

Es que dejó Chile hace más de 30 años. Cuando recién cumplía 25 emigró a los Estados Unidos. Había estudiado ingeniería en la Universidad de Chile, donde compartió aula con destacadas figuras nacionales. Eric Goles, el premio nacional de ciencias, es muy amigo suyo. Fueron juntos a un taller literario de Nicanor Parra, donde coincidieron con escritores de la talla de Enrique Lihn y Diamela Eltit. A él algo de la literatura le quedó guardado: en muchas de sus presentaciones cita a Shakespeare para exponer algún dilema financiero. "Soy muy amigo de Alvaro Fischer, el hombre de Darwin en Chile ahora", bromea Cifuentes. También conoció en esos tiempos a Eduardo Engel, que estaba tres cursos más abajo que él.

En Estados Unidos estudió un doctorado en mecánica aplicada (que es una mezcla de ingeniería con matemática aplicada) y más tarde hizo un MBA en finanzas antes de saltar a Wall Street. Vivió en California nueve años, dedicado a la investigación. En 1989 emigra a Nueva York. Ahora, ya con medio cuerpo de nuevo en Chile, revela cuáles son sus perspectivas sobre Estados Unidos y el mundo pos crisis.

—¿Lo peor de la crisis ya pasó? ¿Ya se ordenó el sistema financiero norteamericano?¿O tiene algún grado de desconfianza?
"La pregunta tiene dos partes. Lo peor de la crisis pasó, en el sentido de que las cosas más graves que debían ocurrir, ya pasaron. En este ámbito, sin embargo, es cierto que todavía hay dos cosas que pueden ocurrir y que están relacionados con los problemas serios en el mercado inmobiliario comercial, o sea en las propiedades no residenciales, y en los bancos regionales. Pero en la crisis per se ya pasó lo importante, aunque las consecuencias de la crisis en mi opinión durarán bastantes años.

—¿Cuál son esas consecuencias?
"La consecuencia más relevante en mi opinión es la siguiente: en Estados Unidos había dos sistemas financieros, el tradicional de los bancos comerciales y uno paralelo. El paralelo colapsó. Ese sistema proveía una parte importante de crédito a la economía norteamericana, y eso ya no existe. Por esa falta de acceso al crédito, durante los próximos cinco o diez años el crecimiento económico de Estados Unidos será bastante mediocre".

—Pese a que usted ya en enero de 2008 alertaba sobre los riesgos del sistema de crédito paralelo, también creía que ese sistema financiero paralelo era positivo en muchos sentidos...
"Es cierto que toda esta crisis se originó en el sistema paralelo, en las securitizaciones y los derivados. Pero de la manera como lo veo es como si hubiera habido un terremoto. Si hay un terremoto y muchos rascacielos se caen, uno podría concluir que es una mala idea construir un rascacielos, pero sería una conclusión desafortunada en mi opinión. Lo que uno tiene que ver es cuáles rascacielos aguantaron y cuáles se desplomaron y tratar de mejorar el diseño. En el fondo, las estructuras del mercado paralelo per se no eran ni buenas ni malas. La securitización es una herramienta que si se usa bien y en forma responsable es positiva. Ahora, si uno lo hace en involucrando fraude o modelos dudosos, es otro problema".

—Quedó algo de ese sistema paralelo en Estados Unidos...
"Muy poco. El crédito está prácticamente parado, no sólo en el sistema financiero alternativo sino también en el tradicional porque hay bastantes bancos que tomaron malas decisiones y que están prácticamente quebrados. El acceso a crédito está bastante limitado también en el sistema convencional".

—Las medidas del Gobierno entonces sólo han logrado evitar que caigan más rascacielos ¿No han logrado hacer fluir el crédito?
"No. Si bien las tasas de interés han caído, el acceso a crédito está muy muy difícil. Una manera de verlo, que es un parámetro objetivo, es el Asset Backed Commercial Paper. Ese mercado, en junio de 2007, antes de la crisis, era más o menos de 1,3 trillones (norteamericanos) de dólares, Este mercado de financiamiento de corto plazo hoy día está alrededor de 500 billones. Esa reducción es una brutalidad y da una idea de cómo se ha restringido el crédito".

—¿Qué otro efecto tendrá esta restricción del crédito en Estados Unidos?
"Además del crecimiento mediocre, la otra cosa es que va a venir con bastante fuerza una reforma de carácter regulatorio. De eso se está viendo ahora. Hay un cierto ímpetu por parte de la opinión pública y del Congreso de pasar una serie de iniciativas de carácter regulatorio con la esperanza de que no vuelvan a haber crisis. Pero eso es más esperanza que realidad".

—Las líneas por las que se han ido las regulaciones ¿estrangularán más de lo necesario al sistema financiero o van en la línea correcta?
"En general no las veo muy bien. Para ser franco, la mayoría de la gente mira esto como un problema de más regulación versus menos regulación. Yo no lo veo de esa manera. Yo lo veo como regulación inteligente versus regulación no muy bien pensanda. En mi opinión alguna de las iniciativas que se están haciendo ahoras no las encuentro muy buena. Por ejemplo, las restricciones con lo que se llama short selling (vender corto) a mí me parece que son una lesera porque le quitan liquidez al mercado y limitan las posibilidades de los inversionistas. No es que sea un fundamentalista del mercado. Hay otras regulaciones que me parece que son positivas de pasarlas que no se han hecho. Un ejemplo bien claro: en el caso de las agencias clasificadoras de riesgo, en mi opinión una persona que es analista de riesgo no puede tener como jefe a un supervisor que tienen responsabilidades de marketing y de ganancias y pérdidas. Hay ahí un conflicto de interés".

—¿En las clasificadoras de riesgo no se separan los analistas de riesgo de la parte comercial?
"No, no ocurre. A mí me parece que sería importante esa separación".

—Usted hacía una crítica a los modelos que usaban para evaluar ¿lo están haciendo?
"Ayyyy, eso podía dar para un libro. No ha habido mucho progreso. Y la razón de que no ocurra es una combinación de varias cosas. A la gente le cuesta mucho cambiar, las calificadoras de riesgo están con problemas para contratar gente buena porque están muy muy cuestionadas. Hay mucha inercia también porque si por ejemplo si se cambia la metodología y la nueva la hace mejor, automáticamente hay que cambiar todos los rating que había hecho antes.

—Los derivados ¿volverán a tener preponderancia en el mercado?
Hay algunos derivados que hoy día se usan mucho como los que se realizan para hacer protección frente a tasas de interés o cambios de monedas. La securitización creo que continuará, pero será un mercado más simple, con transacciones estructuradas de una forma mejor pensada. El CDO-squared no creo que tenga mucho futuro.

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