Tras quince años de crecimiento económico, España vive su peor recesión. En el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) español retrocedió 2,9% en relación al mismo período de 2008, y 1,8% comparado al trimestre anterior.
Los datos preliminares, divulgados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), confirman que el país europeo sufrió la peor contracción desde que el organismo comenzó a llevar los registros en 1970.
El informe detallado será divulgado el 20 de mayo. "La caída es espectacular, a principios del año pasado crecíamos a casi 3% y ahora caemos otro tanto", afirma Rafael Pampillón, profesor de economía del Instituto de Empresas en Madrid.
La contracción del PIB fue consecuencia de un desplome de la demanda nacional, compensado en parte por la aportación positiva del sector exterior, según lo informado por el INE, que divulgará los detalles el 20 de mayo.
Lento repunte
Las luces de esperanza que vislumbran otras economías parecen más lejanas en la península. De acuerdo al Banco de España, el desempleo -que en abril alcanzó 17,3%-, el deterioro económico internacional y el desplome de sectores clave, como la construcción, el consumo y la inversión, son los principales responsables de la profunda caída en la actividad. El FMI pronostica una contracción para el país del 3% para 2009, y la Comisión Europea estima que se recuperará recién en 2011 y será el último de la UE en hacerlo.
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria agravó el impacto de la crisis internacional en España. En 2007, la construcción representaba, según cifras oficiales, 18% del PIB y empleaba a casi el 13% de la población activa. Según algunos economistas, el peso real del sector inmobiliario podía elevarse hasta el 30% del producto. En Chile supone 6,8%, y en Alemania o Francia es apenas el 4% o 5%, según Roland Berger Consultants.
"El gran debate de los economistas ahora en España es cómo pasamos de un modelo de crecimiento basado en el ladrillo a otro basado en la productividad, lo que es muy complejo", explica Pampillón.
Efecto del desempleo
Los más de cuatro millones de personas sin trabajo presionaron el consumo que se desplomó 3,3% interanual.
"Los que tenemos suerte de tener aún empleo no gastamos, por miedo a ser el próximo en engrosar la lista de parados", comenta Alejandro Martínez, administrador de una tienda de colchones en la ciudad de Zaragoza. Cuenta que en su sector las ventas han caído 50% y que muchos comercios del sector han tenido que cerrar.
Juan Pablo García tiene un negocio inmobiliario, y comenta que "las ventas están totalmente paradas, las agencias ahora sobreviven por los alquileres". Pero comenta que el desempleo también presiona esta salida, "con el aumento de morosos, ya no sabes en quién confiar".
Banco Central Europeo ve una recuperación más rápida
Hoy se conoce el Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre para la Zona Euro, pero aunque se espera un retroceso de 2% en relación con los tres últimos meses de 2008, el Banco Central Europeo (BCE) está optimista. El vicepresidente del instituto, Lucas Papademos, consideró ayer que pese a que la crisis "no tiene comparación", la recuperación puede llegar antes de lo previsto inicialmente. Sus dichos están en línea con los de Jean Claude Trichet, presidente del BCE, quien el lunes dijo que aprecia un inminente "punto de inflexión" en la economía mundial.
Más pesimista fue el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, quien en una conferencia en Taipei afirmó que la economía del planeta podría sufrir una estanflación de 10 años, algo similar a la "década perdida" que padeció Japón en los años 90. "Soy muy optimista con respecto al mundo en, digamos, 2030, y lo que me preocupa son los próximos diez años", dijo el economista.