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SANTIAGO.- La Corporación Chilena de la Madera (Corma) se reunió hoy con las máximas autoridades del Ministerio del Relaciones Exteriores para plantear su preocupación por el subsidio que estarían obteniendo desde diciembre del año pasado diversos productores de celulosa y papel de Estados Unidos, amparados en una legislación creada en ese país para fomentar el uso de combustibles limpios.
Corma planteó que esta situación es especialmente preocupante para la industria, dado que en el actual escenario de crisis, los precios de la celulosa han caído alrededor de un 40% debido a la menor demanda mundial.
La corporación estima que este subsidio afecta seriamente la competitividad de la industria chilena, "la cual a pesar de ser líder en el mundo por su eficiencia en costos, hoy debe competir con los productores de Estados Unidos, los que mediante este aporte fiscal se han convertido en forma artificial en los nuevos líderes de costos, estableciéndose como una importante competencia para nuestro país en mercados de Europa y Asia".
Además, Corma planta que este subsidio llegaría a los US$6.000 millones en 2009, es decir, será superior al total de exportaciones de la industria forestal chilena, que se proyecta alcanzará este año alrededor de US$4.400 millones.
"En ese sentido, productores de todo el mundo también han planteado el riesgo de que este incentivo resulte en una sobreoferta de pulpa a nivel internacional, lo que sin duda podría presionar para una mayor baja de los precios del commodity", dijo la corporación.
Legislación estadounidense
En Estados Unidos, la ley incentiva el uso de combustibles alternativos, ya sea en forma pura o mezclados con combustibles fósiles. Los productores de pulpa de ese país estarían mezclando el licor negro –subproducto de la fabricación de celulosa kraft que se quema para generar energía y autoabastecer las plantas–, con una pequeña cantidad de petróleo (sólo se requiere un 0,01%), con el propósito de acceder al subsidio de US$0,5 por galón de combustible alternativo utilizado en la mezcla.
De acuerdo a Corma, si bien las empresas cumplen la ley, estarían cambiando su espíritu, ya que el sector forestal tradicionalmente ha utilizado el licor negro para la generación de energía sin usar para ello combustibles fósiles, los que se han agregado ahora sólo para efectos de recibir el subsidio. En Estados Unidos, actualmente las plantas elaboradoras de pulpa generan dos tercios de su propia electricidad a partir del uso del licor negro.
Analistas internacionales como JP Morgan y Deutsche Bank han estimado que el subsidio podría fluctuar entre US$150 y US$300 por tonelada de pulpa, lo que equivale a más de la mitad de su costo de producción.
Empresas como International Paper y Verso Paper habrían recibido US$71,6 millones y US$29,7 millones, respectivamente, por operaciones de fines de 2008. Se calcula que cerca de 100 productores de pulpa que utilizan el proceso kraft podrían acceder a este beneficio, lo que incluye fabricantes de papeles para bolsas, cajas, fotocopiadoras y revistas.