Profunda preocupación existe por estos días en el sector agrícola. Los productores de uva vinífera, de mesa e incluso pisquera, están desde el año pasado combatiendo la plaga de la polilla de la uva (lobesia botrana). Y la situación ha ido en aumento.
Si en agosto del año pasado se hablaba de tres zonas afectadas (regiones Metropolitana, de O"Higgins y el norte del Maule), el problema ahora ya está instalado entre Atacama y el Bío Bío.
En la última reunión del comité público privado creado para enfrentar la plaga (el que es presidido por el director nacional del SAG e integrado por la SNA, Asoex, Fedefruta, la Corporación Chilena del Vino y Vinos de Chile), el nuevo diagnóstico consignó que ya son 1.100 los predios donde se ha descubierto la presencia de la polilla, afectando 47 mil hectáreas.
A su vez los predios en cuarentena (se contempla un radio de 5 km a la redonda desde donde se descubre un foco) superan los 6 mil, afectando más de 113 mil hectáreas. La Región de O"Higgins concentra casi un tercio de los casos detectados y el 36% del área en cuarentena. De la superficie afectada, el 65% corresponde a uva vinífera, el 32% a la fruta de mesa y el resto a uva pisquera.
En la reunión también se entregó el detalle de los costos del programa que deberá ejecutar el sector para enfrentar la plaga durante 2009: $57.582 millones (US$ 100 millones) destinados a fumigación que deberán ser asumidos por el SAG ($23.505 millones) y los agricultores ($34.077). Para el organismo estatal el problema radica en que en el presupuesto contemplado para este ítem en 2009 sólo se disponen $9.505 millones, por lo que el déficit asciende a $14 mil millones. Esta será una de las primeras tareas que deberá enfrentar Víctor Venegas, quien asumirá a contar de hoy la dirección del SAG.
La situación también es compleja para los agricultores, en especial para los dedicados a la producción de uva vinífera, ya que los costos de fumigación por hectárea están en torno a los US$ 500.