lunes, 16 de marzo de 2009
Fernando Vial R.
Economía y Negocios
Beneficiará a empleados de empresas de más de cien trabajadores y perjudicará a quienes se desempeñan en pymes.
La reforma "estrella" de la Presidenta Michelle Bachelet -la previsional- provocará una brecha artificial en los sueldos líquidos de los trabajadores chilenos por un par de años.
¿Los favorecidos? Aquellos empleados de empresas con más de cien trabajadores. ¿Quiénes no? Los que operan en empresas con menos trabajadores, especialmente en pymes.
A partir del 1 de julio, la nueva normativa establece que, en las empresas con más de un centenar de trabajadores, el costo del seguro de invalidez y sobrevivencia (SIS) lo pagará el empleador. Por el contrario, los empleados que trabajan en empresas con menos de cien personas deberán seguir pagando de su bolsillo este costo, tal como ocurre actualmente.
A partir de julio de 2010, el "aporte patronal" lo harán las empresas de entre 50 y 100 trabajadores, y en 2011 lo harán todas.
El SIS es parte del costo previsional que pagan mensual y obligatoriamente todos los trabajadores chilenos con contrato y aquellos independientes que cotizan en una AFP.
Su valor es cerca del 1,3% del sueldo bruto -más que la comisión que cobran las AFP por administrar los fondos- y su función es costear las pensiones de los trabajadores que sufren accidentes invalidantes o que mueren, entregándoles el dinero a ellos o a sus familiares.
Hoy, un trabajador que gana $1.000.000 bruto destina $13.000 a este seguro. Si trabaja en una empresa de menos de cien personas, seguirá pagando lo mismo. Pero si lo hace en una mayor, le saldrá gratis, aumentando su renta líquida en $13.000 mensuales y en $156.000 anuales.
Hay una complejidad mayor. Debido a los cambios que se incorporarán en el SIS por la reforma previsional -como los mayores beneficios que entregará y la licitación por cotizantes-, expertos ligados a la industria de las AFP estiman que el costo del seguro aumentará entre 30 y 40%. De este modo, dejará de representar 1,3% del sueldo bruto y pasará a ser entre 1,7 y 1,8% del ingreso.
Con este encarecimiento, la brecha entre trabajadores de unas y otras empresas aumenta. Si el SIS llegara al 1,8%, la diferencia de sueldo líquido para un ingreso de $1.000.000 será de $31.000 al mes (porque el empleado de una empresa de menos de cien personas pagará $18.000 y el de más de cien liberará $13.000).
En un año, esta brecha alcanzaría los $372.000.
Cristián García-Huidobro, secretario general de la Cámara de Comercio de Santiago, critica la fórmula. "Significa agudizar la discriminación respecto de los trabajadores de las empresas con 100 o menos puestos", dice.
Según un experto en la materia, "cuando se promulgó esta norma -en enero de 2008- no se pensaba en una recesión tan cruda como la que vivimos ahora. Por tanto, sería aconsejable revaluar su entrada en vigencia".
Nuevos beneficios y forma de licitación encarecerían el SIS
La reforma previsional dispone que a partir del 1 de julio próximo operarán modificaciones que deberían encarecer el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia.
El SIS es un seguro único para todos los afiliados que cada AFP licita y contrata por separado con una compañía de seguros. La nueva normativa dispone que se deberá licitar -entre todas las compañías de seguros- el conjunto de los afiliados, separando hombres de mujeres. Las aseguradoras que se adjudiquen dicha licitación cobrarán una prima por la cobertura, asumiendo el 100% del riesgo como en un seguro tradicional. Y como los hombres presentan más siniestros que las mujeres -en la actualidad se cobra el precio promedio-, se exigirá a todos el valor de los primeros -que es más alto-, y la diferencia será depositada en la cuenta individual de las mujeres, que subirá su cotización.
También se incorporarán beneficios. A partir del séptimo mes del año, los cónyuges hombres serán potenciales beneficiarios de pensiones de sobrevivencia. En cuanto a ellas, quienes no se pensionen a los 60 años y continúen trabajando, quedarán cubiertas por el seguro hasta los 65, con la intención de incentivarlas a que sigan trabajando y acumulen un mayor monto de ahorro para su pensión.
Otro cambio beneficia a los jóvenes: crece la cobertura para aquellos con hasta 24 cotizaciones previsionales, y se amplía de 18 a 24 años el límite de edad para acreditar invalidez de hijos, de modo de dejarlos cubiertos frente a la eventualidad de muerte del cotizante.
