lunes, 02 de marzo de 2009
Economía y Negocios
Si el Estado no hubiese capitalizado a Enap con US$ 250 millones en 2008, ésta hubiese extinguido su patrimonio total.
Las mayores empresas estatales no la vieron nada de fácil en el año 2008, y así se desprende de los resultados que aparecen publicados en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).
Además de una caída importante en las utilidades -incluso enormes pérdidas en casos como Enap y EFE-, si se consideran las mayores empresas del Estado, la reducción neta del patrimonio de estas sociedades asciende a la poco imaginable cifra de $1 billón.
EFE, Codelco, Enap y Enacar anotaron fuertes caídas en su situación patrimonial, lo que contrasta con lo ocurrido con otras de las mayores firmas estatales, como Metro o Zofri.
El caso de Ferrocarriles es el más llamativo, ya que pasó a tener un patrimonio negativo, ascendente a más de $15.666 mil millones, que equivale casi a US$ 25 millones.
Esto da cuenta de que las deudas de la compañía son mayores que sus haberes o capital y, por tanto, si se tratara de una empresa privada, que dependiera sólo de sus resultados y no de aportes estatales, sería vista con una incapacidad de pago evidente.
Una empresa que estuvo cerca de caer a patrimonio negativo fue Enap.
La petrolera estatal tuvo un 2008 para el olvido, con pérdidas que bordearon los US$ 1.000 millones. Ello, porque tuvo que enfrentar la contingencia energética, con sobrecompras de diésel para abastecer a las generadoras de electricidad en minutos en que había escasas lluvias. El problema surgió cuando el precio del petróleo, y del diésel, cayó violentamente provocando una fuerte desvalorización de los inventarios de la estatal, los que no fueron cubiertos con ninguna herramienta financiera.
Inyección fiscal
El Congreso aprobó a mediados de 2008 una capitalización de US$ 250 millones para la petrolera estatal, cuando ya se sabía que el escenario para Enap era a lo menos complicado. Hacienda entregó los recursos tres meses después, provocando fuertes roces con el en ese entonces gerente general de la empresa, Enrique Dávila, quien salió a fines de diciembre del cargo.
De no haber sido por esa inyección de recursos, el patrimonio de Enap hubiese llegado casi a cero a diciembre de 2008.
Para este año el Gobierno deberá meter mano a su bolsillo fiscal para fortalecer la posición financiera de varias de las empresas estatales. Se sabe que lo hará con Codelco. El Gobierno anunció una inyección de US$ 1.000 millones que debe ser aprobada primero en el Congreso.
