miércoles, 25 de febrero de 2009
José Troncoso Ostornol
Economía y Negocios Online, El Mercurio
A un mes del ingreso de la estadounidense a Chile, la administración de D&S está impulsando medidas para ganar en eficiencia.
Ha pasado exactamente un mes desde el ingreso de la gigante Wal-Mart a la propiedad de D&S, y ya se están tomando las primeras medidas para que la estadounidense comience a aplicar su fórmula de precios bajos en los supermercados que tendrá en Chile.
Así es como la administración de D&S, encabezada por Enrique Ostalé, optó por cerrar la oficina que tiene la cadena supermercadista en China, y que fuera formada por Christopher By-Schmith.
¿El motivo? Como ahora la matriz de las marcas Lider y Ekono es parte de Wal-Mart, no se justifica que haya ejecutivos chilenos en un país en que la estadounidense gasta al año US$ 30 mil millones para abastecer desde Asia a sus supermercados repartidos por el mundo.
Son las economías de escala y el manejo de precios por mayores volúmenes de compra los que le otorgan a la estadounidense una marcada diferenciación.
Una fuente ligada a D&S destaca que los cambios se comenzarán a notar en los productos no comestibles (non food), principalmente vestuario y decoración.
De ahí la fuerte competencia que se anticipa tendrá Wal-Mart no sólo con el resto de los supermercados, sino que también con multitiendas como Paris, Falabella y Ripley.
Pero los cambios no serán de manera inmediata. "Nos vamos a beneficiar de compras de mayor escala. Pero va a ser una evolución pausada, porque D&S y Wal-Mart son empresas parecidas", dijo un ejecutivo de D&S.
Manejo de costos
La semana pasada, el vicepresidente ejecutivo de Wal-Mart y CEO de América Latina, Craig Herkert, se reunió con inversionistas en México. Ahí, aseguró que D&S seguirá siendo una compañía local.
"Vamos a seguir operando como una compañía chilena", afirmó. Destacó la cercanía que tiene D&S con los principios de Wal-Mart y el potencial de la economía chilena.
Mientras, ejecutivos de la estadounidense en México anunciaron nuevas medidas para reducir los costos y enfrentar de mejor manera la caída en el consumo.
Se planteó la necesidad de disminuir los espacios libres en las salas de supermercados, como pasillos y escaleras, para no gastar en electricidad y aire acondicionado. También mejorar la relación con los proveedores, lo que podría reducir en hasta un 4% las inversiones.
