HARARE. - El nuevo primer ministro de Zimbabwe, Morgan Tsvangirai, estimó el jueves que la economía del país está "en estado de emergencia" y obliga al gobierno de unidad nacional a intervenir masivamente en todos los frentes a la vez.
"Estamos en estado de emergencia", declaró Tsvangirai, jefe de la ex oposición al régimen del presidente Robert Mugabe, a un grupo de empresarios en Harare.
El gobierno, que asumió su mandato hace sólo dos días, "debe apagar los incendios", dijo. "Debemos realizar intervenciones de emergencia en múltiples frentes", añadió, y contó que los ministros de la ex oposición le hicieron "relatos terribles sobre el estado de sus carteras".
Tras asumir el miércoles, el gobierno de unidad anunció que pagaría primas en dólares estadounidenses a los funcionarios, a fin de alentar su retorno al trabajo.
Muchos empleados abandonaron sus puestos de trabajo porque ya no podían sobrevivir con salarios pagados en una moneda nacional casi carente de valor, en medio de una hiperinflación delirante, de varios miles de millones por ciento. La tasa de desempleo es de 94%.
"El ministerio de Obras Públicas debe trabajar con 60 ingenieros, pero sólo hay dos", contó Tsvangirai. "El ministerio de Minas dispone de 96 empleados, pero sólo trabajan unos 20, incluidas las personas que preparan el té", añadió.
"¿Cómo hacer para lograr algo con recursos tan limitados?", preguntó el primer ministro.
En el frente internacional "hay que restaurar la imagen del país", afirmó. Esta "ha sido seriamente dañada", sostuvo. "Queremos que la gente venga a Zimbabwe, y no que huya".
El gobierno de unidad, creado para poner fin a una profunda crisis nacida de la derrota del régimen en las elecciones generales de marzo de 2008, hereda un país con la economía en ruinas y con la infraestructura destrozada.