domingo, 25 de enero de 2009
Pablo Obregón Castro
Economía y Negocios, El Mercurio
Se acuñó el término extreme job hunting para referirse a los intentos de conseguir empleo a través de bizarras estrategias. En Estados Unidos hay cientos de exponentes e, incluso, se han escrito libros que recopilan los más raros.
"Soy una joven emprendedora dispuesta a trabajar en cualquier puesto. He trabajado anteriormente y necesito el trabajo para conseguir independencia económica sin tener que vender mis órganos".
Basta con ingresar a Google y escribir "formas desesperadas de buscar trabajo" para encontrarse con cientos de anuncios como éste. Sitios como linkedin.com están en la mira de esos miles de cibernautas desocupados que creen en las potencialidades de la red para acceder a un empleo.
Sólo de los cesantes crónicos más convencionales, pues algunos -decepcionados también de esos canales- rompieron la línea de la vergüenza e inauguraron una forma de búsqueda más avanzada, denominada extreme job hunting, que se trata de conseguir un empleo recurriendo a las más bizarras estrategias.
Algunas de esas formas creativas se popularizaron gracias al libro "Guerrilla Marketing for Job Hunters", de los autores Jay Conrad y David Perry. Ahí se reúnen 400 insólitos mecanismos: desde una enfermera que imprime sus datos en su delantera hasta personajes que ofrecen recompensas en plata a quien les conduzca a un empleo.
Chilenos también recurren al cartel
Estas insólitas formas de buscar trabajo se han probado en Chile, pero con irregulares resultados. Hace un tiempo, llegó a las oficinas del head hunting Líbano y Asociados un currículo con extrañas características: "Era una suerte de poema, una oda al serrucho. Venía acompañado de un serrucho. Pertenecía a un publicista, pero en lugar de impresionarnos, nos pareció que no correspondía", dice el gerente de búsqueda de esa firma, Oscar Líbano.
Distinta es la visión del gerente general de Trabajando.com, Juan Pablo Sweet, quien recuerda un caso ocurrido en 2001, cuando un ejecutivo se puso un cartel que decía "soy ingeniero, tengo 15 años de experiencia y si sabe de algo, llámeme".
"Este espasmo de creatividad revela que el tipo tiene algo", dice.
Otro caso recordado es el de Gerardo Cartes, quien en 2003 se instaló en Los Conquistadores con un cartel que decía "no le de pena, dele trabajo...".
Los reemplazantes del boca a boca
Las redes laborales que operan en el ciberespacio son un buen canal para conseguir trabajo. Se trata de sitios que les permiten a los usuarios entrar en contacto con otros profesionales de su sector a través de conocidos de confianza. Lo que hacen estas páginas es, simplemente, reemplazar el boca a boca.
Los más conocidos en estas materias son la estadounidense Linked.In ( www.linkedin.com), que cuenta con más de 9 millones de usuarios registrados, la alemana Xing ( www.xing.com), y Video ( www.viadeo.com).
Las cadenas de correos electrónicos también son efectivas para estos fines. Fortune presentó uno de los casos más creativos de la presente crisis: Jacob Share comenzó una cadena de emails enviando su currículo. Pidió reenviarlo y ofreció US$ 150 a la persona que lo condujera a un empleo. Al poco tiempo, tenía a cientos de amigos trabajando para él.
