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El mercado critica el optimismo de las proyecciones del Banco Central

jueves, 15 de enero de 2009

Eduardo Olivares
Economía y Negocios

Cuáles son las opiniones de analistas privados y del Gobierno sobre los principales aspectos del Informe de Política Monetaria de enero: crecimiento, inflación, commodities y cuenta corriente.

¿Podrá crecer el país más del 2% este año?
"Las proyecciones de crecimiento entregadas por el Banco Central son optimistas", se repitió en forma majadera ayer entre diversos economistas. El rango de expansión del PIB de entre 2 y 3% este año les pareció un sesgo demasiado positivo a Pablo Correa, de Santander GBM; Erik Haindl, de la Universidad de San Sebastián; Leonardo Suárez, de LarrainVial; Rafael de la Fuente, de BNP Paribas, y la Cámara de Comercio de Santiago, entre otros.

Las críticas apuntan a que la inversión caería más del -4,5% previsto, y que el consumo sería menor al 2,5% proyectado por el Central.

"Eso muestra el impacto que tendrá el plan fiscal del Gobierno en el crecimiento", comenta Suárez. Para Haindl, el asunto es peor: "Ese pronóstico es político, porque Hacienda se había casado con un crecimiento de entre 2 y 3% y el consejo fue arrastrado al mismo número. No creo que esos números sean lo que en realidad piensen que ocurrirá".

El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, valoró el trabajo serio y profesional del BC, y destacó la "proyección coincidente" en cuanto a la actividad económica.

José Ramón Valente, de Econsult, tiene como escenario base un crecimiento de 2%. "En este caso, coincido con el piso del rango del Central", afirma.

¿Están ajustados los commodities?
Para algunos, los niveles proyectados por el Banco Central para los precios promedio del cobre (US$ 1,50 por libra) y del petróleo (US$ 50 por barril WTI) son los adecuados, considerando la actual estrechez económica global. Así lo sostiene Rafael de la Fuente, de BNP Paribas, que prevé que la demanda por ambos commodities será débil.

Otros, sin embargo, plantean que el Central está errando en dos de los principales elementos que determinan el comportamiento de la balanza comercial.

Erik Haindl, de la Universidad San Sebastián, está entre estos últimos. "En el caso del cobre, el Central es optimista y toma casi los mismos datos que tiene Cochilco. Sería fantástico que se mantuvieran esos precios, pero están sobreestimados. Respecto del petróleo, está siendo conservador, pues el valor por barril debería ser menor en promedio", afirma.

¿Es sostenible el déficit de 4,6% en cuenta corriente?
La balanza de cuenta corriente mide todo lo que el país obtiene como recursos desde el exterior (exportaciones, inversión externa en Chile, flujos de capital) menos aquello que se destina al extranjero (importaciones, inversión en el exterior, remesas de empresas foráneas). Es útil para reflejar la posición financiera neta de activos de una economía.

En el caso de Chile, en los últimos años ha sido superavitaria -gracias a los ahorros del cobre-, algo poco común para una economía de su tamaño (que suelen desarrollarse con un saldo de más recursos externos). Por eso, los economistas no observan un conflicto con un déficit en esta cuenta para este año, aunque Erik Haindl, decano de Economía de la Universidad San Sebastián, cree que éste será al menos el doble de negativa que el -4,6% del PIB en que la calcula el Banco Central. La principal diferencia con esas proyecciones está en la balanza comercial: Haindl cree que las importaciones seguirán fuertes, pues el petróleo representa una fracción pequeña (su menor precio no tendrá una repercusión gigantesca), y en cambio el gasto interno conlleva necesariamente más compras al exterior.

Rafael de la Fuente, de BNP Paribas, coincide con el BC: la combinación de un menor precio del cobre e importaciones más bajas apuntan a un déficit del orden del 4,6% del PIB.

¿Caerá tanto el IPC?
Hubo en general una sorpresa entre los expertos por el adjetivo "rápida" -utilizado en el informe- aplicado a cómo la inflación convergerá a la meta del 3% en diciembre. "Es un poco más agresivo de lo que pensaba el consenso del mercado, no tanto por el nivel de la señal, sino por decir que es una convergencia tan rápida a esos niveles. Yo tengo algo más cercano al 4% a diciembre, pero no cuestiono al BC", opina Rafael de la Fuente, de BNP Paribas.

"Tal vez lo más novedoso del IPoM no es tanto la corrección en el nivel de inflación para este año -desde 4 a 3,1%-, sino la mención explícita de que la convergencia será muy rápida", comenta Pablo Correa, de Santander GBM. Asume que era parte del escenario una nula presión externa por el lado de los precios, y lo interesante ahora es que serán tan grandes las holguras de capacidad en el mercado interno que las denominadas presiones de segunda vuelta (cuando la inflación se traspasa a sectores que originalmente no estaban "contaminados" con ella) perderían impacto.

Con todo, para José Ramón Valente, de Econsult, el Banco Central no puede descuidar el flanco que se abra a partir de una política monetaria más agresiva, en caso de que surjan indicios de que la inflación pueda volver a crecer. Si bien el IPC perderá fuerza durante este año, apunta, las autoridades deben estar cautas ante lo que ocurra hacia 2010, en especial en las mediciones subyacentes (que descuentan el precio de los combustibles y de los alimentos perecibles). Explica que si bien al Banco Central le queda espacio para rebajas de tasas, tales movimientos deberían darse pronto en vez de hacerlos constantes hasta fines de año, y en niveles menores a los que está previendo el mercado.

De hecho, quedó instalada la señal de que el BC aplicará recortes severos en los tipos, concuerdan diversos analistas. "Lo más importante de esa señal es que muestra al BC como más agresivo de lo que estaba pensando el consenso", opina Leonardo Suárez, de LarrainVial.



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