lunes, 29 de diciembre de 2008
Azucena González
Economía y Negocios, El Mercurio
Hace un mes la Subtel lideró un primer cónclave en el que presentó a un equipo coordinado por la Universidad de Chile con la que trabaja cómo hacer operativa la portabilidad. Números preliminares muestran que a un cliente le costaría unos US$ 15 cambiarse de prestador sin perder su número. Pero en las compañías no hay unanimidad sobre los beneficios.
Hace un mes las máximas autoridades de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) se reunieron a puerta cerrada en el hotel Plaza San Francisco con los principales ejecutivos de las compañías telefónicas, móviles y fijas.
En total, unas 50 personas en un verdadero cónclave de trabajo acerca de la portabilidad numérica, sistema que el Gobierno está decidido a implementar en Chile para ambas telefonías, y que permitiría a los clientes conservar su número, aún cuando cambien de empresa prestadora.
Un modelo que implica una movida de piso para las empresas, ante la potencial emigración de clientes.
Quién paga los costos
En esa jornada de trabajo se revelaron varias novedades. Entre ellas, quiénes integran el equipo de asesores externos. Un grupo de alto nivel, coordinado por la Universidad de Chile -que encabeza el académico José Miguel Piquer, pionero en el desarrollo de internet y NiC Chile-; Sixbell, la misma compañía que asesora en este tema a Brasil; y la consultora Regulación & Mercados.
También se planteó un borrador con cifras preliminares sobre los costos de este sistema. Los cobros a usuarios por cambiarse no serían superiores a US$ 15, mientras que las inversiones estaría en torno a los US$ 115 millones, considerando sólo las compañías móviles (además de unos $2 por minuto en la telefonía móvil, algo que se incorporaría en los procesos tarifarios en curso).
"Estamos finalizando ese diseño, cuánto cuesta construir esta red, qué elementos de ingeniería se requieren y nos estamos poniendo de acuerdo sobre el volumen de inversión indispensable y cómo se va a recaudar", confirma el subsecretario Pablo Bello. El informe, en su versión definitiva, debería estar en los próximos días y también contener recomendaciones sobre si implementar el cambio en forma escalonada o de una vez (para la telefonía móvil y fija, y geográficamente).
Quién paga
"No he visto ninguna acción de ninguna compañía de telefonía móvil dirigida a oponerse", resume Guillermo Pickering, presidente del gremio que reúne a las compañías móviles, Atelmo, para explicar el sentir de estas firmas frente al sistema. No obstante, hay claros matices entre operadores de telefonía, basados en un análisis de los costos en relación al uso efectivo de cambio que se proyecta. El año pasado un estudio para telefonía móvil pronosticó una tasa inferior al 5% anual.
"Como Entel PCS, somos neutros de esta situación", plantea Manuel Araya, gerente de regulación de dicha empresa, quien tiene una visión poco auspiciosa de los resultados. "Creemos que no va a ser beneficioso. Esa es la verdad", dice.
En CTR, compañía de telefonía rural ligada a Chile.com, muestran los inconvenientes de incurrir en transformaciones de sistemas con una pequeña base de clientes y cuando en su segmento hay escasa o nula competencia y opciones de emigrar a otra compañía. Otros actores creen que el cobro debería focalizarce entre los mayores interesados en conservar su número: empresas -para quienes puede tener un costo muy alto cambiar papelería y otras referencias asociadas a su número-, profesionales o post pagos.
"A nivel GTD somos definitivamente partidarios (de implementar el sistema)", dice Juan Manuel Casanueva presidente de GTD.
En la Subtel dicen que "lo importante es que a nivel internacional la tendencia de la portabilidad ha sido muy positiva. Ya hay países en los cuales la totalidad del parque ha sido portado en alguna ocasión. O ha superado el 50% de los números, en España, en Finlandia. El uso es muy, muy alto", dice Bello.
Telefónica, Claro y Movistar no se pronunicaron. No obstante ésta última ha manifestado sus dudas de que se justifique la portabilidad.
La autoridad busca que el sistema esté operativo en 2011 y para ello, otra arista que debe sortear es que implementarlo no implique Ley. Si así fuere, los plazos no se podrían cumplir por la agenda legislativa.
Hay quienes creen que el costo de la inversión debería focalizarse entre los que se perfilan como los más interesados en mantener su número, como las empresas, por ejemplo.
La autoridad está trabajando esta etapa con un equipo que lidera el experto José Miguel Piquer.
Qué es la portabilidad
La portabilidad numérica -que los usuarios puedan conservar su número al cambiarse de compañía telefónica- es un sistema que está difundido en Estados Unidos y Europa y que este año debutó en nuestra región. Primero en México y ahora en Brasil, nación que lo está implementando en forma progresiva hasta culminar en 2009.
Aunque parezca simple, la portabilidad implica un cambio no menor de sistemas y de la forma como hasta ahora operan las compañías para cursar los llamados: hoy la estructura de numeración permite reconocer a qué empresa corresponde un número y a qué ciudad, para "enrutar" un llamado de origen a destino. Con el cambio, se pierde ese mapa y se hace necesaria la existencia de una central independiente como base de datos en la que la información se va actualizando en la medida en que se producen los cambios de teléfono.
El sistema requiere despejar una serie de situaciones: los períodos de blackout (cuánto tiempo un teléfono queda sin sistema mientras se efectúa su cambio de compañía), la incobrabilidad, el subsidio a los terminales, entre otros.
La experiencia de México, el primer país en Latinoamérica
Salvo la experiencia de Puerto Rico (relacionada a la experiencia de Estados Unidos), México es el primer país en adoptar la portabilidad en América Latina, sistema que en ese mercado partió el 5 de julio bajo el mismo modelo que Chile ha estado mirando: la existencia de una central desde la que se "rutean" las llamadas.
En estos cinco meses, la tasa de traslados con número en México sólo alcanza al 0,2%. O sea, de un parque de 100 millones de usuarios entre fijos y móviles, sólo 223 mil (hasta la semana pasada) se habían cambiado.
"El parámetro de los que se termina portando no es tan bueno. El principal beneficio que nosotros vemos es que ahora el usuario tiene libertad. Eso impacta en que hay mejor atención al cliente, más calidad y precios más bajos. No lo tenemos cuantificado, pero a raíz de la portabilidad, e incluso antes de que se implementara, empezaron a salir paquetes más agresivos, de triple pack y tarifas más accesibles", dice Javier Juárez, director general de proyectos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) de México, el símil de la Subtel. En ese país la inversión en sistemas lo financiaron las compañías y sólo se permitió cobrar a público la tramitación de los cambios de número. Pero, dice Juárez, en la práctica, las compañías han adoptado como estrategia comercial absorber también ese costo.
En octubre Brasil se sumó al sistema con un proyecto hoy en desarrollo y en forma escalonada por estados, que prevé concluir en marzo de 2009 con el país completo.
