sábado, 29 de noviembre de 2008
ALEJANDRO SÁEZ ROJAS
Economía y Negocios, El Mercurio
En el país, iniciar una compañía toma 27 días y nueve procedimientos. Lejos del único día que se demora en Nueva Zelandia. Lo peor es que esta realidad se mantendrá, al menos, en la presente década.
Tras la crisis asiática a fines de los noventa, muchos profesionales desempleados optaron por el camino de la independencia. Pero se encontraron con un obstáculo: abrir empresas en Chile no era una tarea sencilla. En una exposición de la Cámara Chilena de la Construcción, de 2002, se cuantificó en 10 los trámites y en 28 los días de espera. Un estudio de "El Mercurio" de la misma fecha cuantificó los costos directos en cerca de US$ 600.
Han pasado casi diez años desde aquella crisis, y los pasos y costos para comenzar un negocio en Chile se han reducido muy poco. Según el reporte Doing Business (Haciendo Negocios), del Banco Mundial, los costos directos son cerca de US$ 500.
Hoy, quizá, los más afectados son los llamados emprendedores: pequeñas empresas profesionales que surgen alrededor de una idea de alto potencial de crecimiento, muy vinculado al esfuerzo innovador de las universidades, el Estado y las personas. Este casi nulo avance en Chile se ha notado en los rankings internacionales. En 2006 Chile ocupaba el lugar 33 en el ranking de facilidad para emprender del Banco Mundial. En el documento de 2009 descendió al lugar 55.
"Hay países que están atacando los costos de emprender para una empresa; Perú ha hecho cosas por avanzar", afirma Aníbal Pinto, presidente de Acción Emprendedora, especialista que elaboró un estudio donde recoge los datos del Banco Mundial y también lanza una propuesta que ha expuesto en distintos paneles de expertos: crear una Agencia Nacional de Emprendimiento. Esta entidad centralizaría la totalidad de los trámites para iniciar una empresa. En Chile actualmente se requieren nueve procedimientos para ello. Y hay otros países, que son modelo de crecimiento, como Nueva Zelandia, que demoran un día en abrir un negocio para que comience a operar.
Con la propuesta de Acción Emprendedora, la cantidad de pasos para abrir una empresa se reducirían a uno. Mientras que la cantidad de días bajaría entre cuatro a cinco, acercándonos a los estándares neozelandeces.
En el Gobierno existe una lectura matizada de los reportes que realiza el informe global "Doing Business". Ximena Clarke, jefa de la División de Empresas de menor tamaño del Ministerio de Economía, especifica que este reporte internacional considera a una empresa estándar, que en muchos casos son más grandes que la generalidad de pequeños negocios que comienzan en Chile.
Para muchos pequeños empresarios, por ejemplo, no son necesarios la constitución de sociedad y los trámites legales asociados. Con ello, el costo desciende significativamente. Y el 83% de las microempresas son personas naturales que no conforman una sociedad.
Para los proyectos de emprendimiento innovador, cuyo objetivo es crecer con fuerza y conseguir financiamiento para sus iniciativas con los llamados "inversionistas ángeles" o con las familias, la constitución de sociedad es un paso fundamental. La mayor formalidad es necesaria para que quienes aportan el capital sepan cuál es el marco legal en el cual se mueven, cómo entrarán a la sociedad creada y, lo más importante, cuándo se pueden salir si es que ya recuperaron su inversión.
Pese a esta contextualización que hace el Gobierno del reporte del Banco Mundial, la disposición de las autoridades como Clarke es a "continuar los esfuerzos por reducir los costos y los tiempos". Y reconoce: "En una empresa pequeña donde efectivamente se hace necesaria la constitución de una sociedad, el costo para ellos no es menor".
"Pero también es cierto que si se trata de una microempresa que no requiere sociedad, el argumento se cae, lo cual no implica que no se pueda agilizar en trámites en un conjunto de instituciones". Hay de hecho un proyecto en el Congreso para abaratar los procesos notariales y del Conservador de Bienes Raíces.
El plan para facilitar el emprendimiento
Acción emprendedora es una organización sin fines de lucro que apoya la labor de los microempresarios. Con ese objetivo, su presidente, Aníbal Pinto, ha realizado una propuesta para agilizar la apertura de un negocio en Chile y abaratar los costos, que son especialmente onerosos para las personas más pobres que necesitan independizarse.
Esta institución propuso la creación de una "Agencia Nacional de Emprendimiento", que cumpliría varios objetivos.
Centralizar la totalidad de los trámites para iniciar una empresa.
Reducir el número de procedimientos a uno desde los nueve actuales, y los días de espera de 27 a cuatro o cinco.
El sistema operaría principalmente a través de una plataforma tecnológica. Esta plataforma contendría distintas opciones de sociedades e indicaría las diferencias principales de los distintos tipos sociales.
Como actores principales del sistema se considera al Registro Civil, el Diario Oficial, el Conservador de Bienes Raíces, el Servicio de Impuestos Internos y las municipalidades.
Los emprendedores deberán acceder a esta plataforma, llenar los campos requeridos. Así, se elabora un borrador de la figura jurídica que sirve de base legal para el negocio (una sociedad o una empresa individual).
Las escrituras deberán ser preaprobadas y validadas por el Conservador de Bienes Raíces.
Ante el Registro Civil, se solicita la firma del tipo social que previamente ha sido registrado en la plataforma (el sistema les dará un código de validación).
Una vez firmada la escritura ante un oficial del Registro Civil, el sistema envía un extracto al Conservador de Bienes Raíces, al Diario Oficial, al SII y a la municipalidad para que otorgue la patente.
