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Futurista proyecto busca enfrentar el aumento del nivel del agua en los océanos y la sobrepoblación mundial:

La ciudad flotante que planea construir la ONU

sábado, 20 de abril de 2019

José Tomás Tenorio Labra
Internacional
El Mercurio

La idea de la empresa Oceanix busca generar urbes autosustentables y capaces de resistir desastres naturales, como maremotos y huracanes de categoría 5.



Parece una idea de ciencia ficción, pero hoy la ONU la quiere convertir en una realidad: una ciudad flotante sobre el mar. El proyecto, conocido como Oceanix City, apunta a crear urbes autosustentables a precios asequibles, y capaces de resistir catástrofes naturales, como tsunamis y huracanes, con el fin de enfrentar el problema del aumento del nivel del agua en los océanos y la sobrepoblación mundial.

Con un diseño del arquitecto danés Bjarke Ingels y con la colaboración de ingenieros oceánicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la firma Oceanix -especialista en estructuras flotantes- presentó a inicios de abril el proyecto ante el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat). La idea consiste en plataformas hexagonales a modo de balsas ancladas al fondo marino, con capacidad para 300 habitantes cada una. Al unirlas unas con otras, darían paso a una estructura mayor con un diseño similar al de un panal de abejas, que podría albergar, inicialmente, unas 10.000 personas.

El plan de Oceanix es lograr que esta ciudad sea autosustentable y no genere desechos que vayan a parar al mar. Para ello, cada una de las plataformas contará con compartimentos bajo la superficie para el tratamiento de aguas, reciclaje, producción y almacenamiento de energía eléctrica, entre otros. También se incluirán granjas submarinas para el cultivo de algas y mariscos para el consumo de los habitantes.

Oceanix City, además, no está diseñada como una ciudad para autos o camiones convencionales, para así evitar grandes emisiones de CO {-2} . En cambio, el transporte de los residentes estaría basado principalmente en botes y vehículos eléctricos.

Según sus creadores, el proyecto será de bajo costo, ya que no buscan que Oceanix City sea una ciudad reservada para gente rica. Para ello, las plataformas serán construidas de forma masiva en tierra para luego ser transportadas por mar, lo que abaratará los costos.

Si bien Naciones Unidas no colaborará, de momento, de forma financiera con el proyecto, sí se comprometió a trabajar en conjunto con Oceanix y a buscar inversionistas para llevar a cabo la idea. Esto ya que, a diferencia de planes de ciudades flotantes que fueron rechazados anteriormente, esta vez el panel de expertos de ONU-Habitat consideró viable el proyecto. El primer prototipo de la ciudad flotante, incluso, será presentado en unos meses más en el río Este de Nueva York, frente a la sede de la ONU.

Según la directora de ONU-Habitat, Maimunah Mohd Sharif, la iniciativa representa una "buena posibilidad" para hacer frente al aumento de los océanos y la sobrepoblación en tierra, problemas que su agencia ha calificado entre los más urgentes para el futuro de los asentamientos humanos. Según cifras de la ONU, actualmente entre dos y tres millones de personas migran a ciudades cada semana, mientras que aproximadamente el 90% de las ciudades más grandes del mundo son vulnerables a la crecida de los mares.

Desafíos

Pese a al apoyo de ONU-Habitat al proyecto, el plan de Oceanix ha levantado algunas dudas con respecto a la factibilidad de construir una ciudad sobre el mar. La mayoría de las preguntas apuntan a cómo se mantendría a flote una urbe y a sus habitantes, dado el gran peso que esta tendría, además del desafío que significaría enfrentar desastres naturales.

Ante esto, Chien Ming Wang, ingeniero oceánico y experto en estructuras flotantes de gran tamaño (conocidas como VLFS), aseguró a "El Mercurio" que "la tecnología para las VLFS ya está disponible actualmente para crear 'tierra' en el mar, y ya se han construido muchas estructuras flotantes en todo el mundo para varios propósitos". En el caso de una ciudad de un tamaño no tan grande, como Oceanix City, "ciertamente es factible su realización, pese a los obstáculos que tendría que enfrentar", dijo el académico de la Universidad de Queensland.

Los ingenieros de Oceanix aseguran que, incluso, su ciudad sería resistente a eventos catastróficos, como tsunamis y huracanes. Para ello, reforzarán las plataformas con Biorock, un material desarrollado artificialmente mediante la exposición de minerales submarinos a la corriente eléctrica y que permite crear un revestimiento más duro que el cemento con la capacidad de flotar. Al ser dispuesto en forma de arrecife en la parte inferior de las estructuras, el Biorock ayudaría a reducir el impacto de las olas sobre la ciudad, y permitiría que las plataformas puedan resistir las duras condiciones climáticas en el mar.

El director ejecutivo y fundador de Oceanix, Marc Collins Chen, explicó a este diario que, además, "estas islas flotantes no están diseñadas para ir a altamar, sino que para lugares muy específicos donde haya pocas olas".

"En caso de huracanes de categoría 5, las islas flotantes tienen la ventaja de no tener problemas de inundaciones, por el mismo hecho de que flotan. Y si hay un tsunami , estaremos alejados de la costa, que es donde rompen las olas, ya que nuestras islas estarían ancladas a 1,5 o 2 kilómetros de distancia de tierra firme, en aguas bastante profundas", dijo Collins Chen. "La ciudad tampoco se hundirá por el peso. Estamos diseñando edificios muy bajos, de cuatro a siete pisos máximo, y no estamos usando metal, sino que madera, materiales ligeros. También estamos estableciendo una base ancha y no muy pequeña para cada plataforma, para así tener más superficie, lo que impedirá que la ciudad se hunda".

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