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El riego, tema prioritario en lecherías

lunes, 22 de abril de 2019

Arnaldo Guerra Martínez
Campo
El Mercurio

Falta de agua en marzo y abril obliga a usar el alimento destinado al invierno, con lo que suben los costos y podría bajar la producción esperada. En Los Ríos ya hablan de regar con pivotes para enfrentar episodios que ya se están haciendo habituales.



C omo un sino, los productores lecheros, principalmente de Los Ríos y Los Lagos, no alcanzaron a celebrar el aumento de precios cuando otro problema se les vino encima.

Marzo les llegó y se fue, sin lluvias.

"Y las precipitaciones que han caído en abril han sido insuficientes para que las praderas vuelvan a crecer. Además, las expectativas de tener pluviometría suficiente para los próximos días son bajas y las temperaturas están cayendo, lo que indica una alta probabilidad de que no tengamos el peak de crecimiento de pasto de otoño", plantea Robert Cussen, gerente general de la consultora Best-fed.

Es que las praderas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, las más lecheras del país, por ser en su mayor parte de secano tienen una alta estacionalidad, dada por las temperaturas y la frecuencia e intensidad de las lluvias en cada etapa del año. Así, en invierno el crecimiento es bajo, en primavera se produce el peak , en verano decrece por la escasez de lluvias y, finalmente, en otoño repunta la tasa de crecimiento. Y es en la actual época en la que se da la mayor variabilidad, dependiendo de las lluvias entre enero y abril (ver infografía).

"Este año dejó de llover en enero y tuvimos el resto del verano seco", destaca Cussen, quien con Best-fed monitorea desde 2013 el crecimiento de cerca de 10 mil hectáreas, con el sistema Grazing Plan de pastoreo de precisión, para un adecuado balance forrajero.

La situación ha significado que muchos productores estén alimentando sus vacas con forrajes conservados y suplementos. No hay que olvidar que en la primavera pasada había mucho pasto, pero las lluvias impedían usarlo, además que retrasaron las siembras de maíz, que después se vieron afectadas por heladas en enero. Con la sequía del verano, el balance global es que bajará la producción de pradera y forraje conservado.

Producción más cara

"Esto es caro y pone en riesgo la disponibilidad para el invierno. Además, la producción de las vacas es menor en esta situación que cuando están comiendo principalmente pradera. De esta manera, baja la entrega de leche de los campos y la producción es más cara, lo que afecta negativamente los resultados esperados para este año y, en forma muy significativa, la disponibilidad de capital de trabajo (caja)", subraya Cussen.

Por esto, en las industrias procesadoras la recepción ha caído.

"Se espera que con la estabilidad de los precios internacionales y del tipo de cambio suba el precio pagado a productor", destaca Cussen.

A nivel de los productores se señala que a la falta de lluvias se agregaron las altas temperaturas.

"Ya estamos usando la comida del invierno, y eso redunda en que la producción disminuya, porque no está toda la disponibilidad de alimento para las vacas", resume Eduardo Schwerter, presidente de Fedeleche, el gremio de los productores lecheros.

El productor de Llanquihue aclara que puede que el problema se note más en lechería, pero afecta también a toda la actividad ganadera, tanto la crianza como la engorda.

"En dos meses ya te das cuenta que la cantidad de forraje no va a cuadrar al final de la época invernal. Y los costos igual suben, porque no solo con forraje logras alimentar tu ganado, se tienen que hacer compras de insumos adicionales como concentrados u otros productos que no se generan en los predios", agrega Schwerter.

Y son varios años con problemas.

"Mucho se dice de que no solo el precio de la leche es importante, pero si existiera un valor razonable, estaríamos mucho más preparados para estas complicaciones", añade.

Por eso, concluye que las señales de precio aún son tibias.

"Esperamos todavía que esto se fortalezca y continúe para toda la industria", agrega.

La situación hace que los temas de agua y riego sean los más importantes hoy en la zona sur.

"El riego es una alternativa para enfrentar el desplazamiento hacia el sur de las mayores temperaturas y los déficits hídricos, si queremos aumentar la producción", plantea.

Eso sí, cree que este es un tema de cofinanciamiento con el Estado.

"No se puede pretender que los productores financien todas las fuertes inversiones que significa. Y no hablo de subsidios, sino de que el Estado sea un socio del aparato productor, ya que va a recuperar la inversión vía una mayor generación de negocios y de impuestos adicionales", dice.

Plantea que se requieren inversiones en obras mayores, así como mayor disponibilidad de recursos para equipos y obras de riego.

"Lo más directo sería aumentar los recursos de la Comisión Nacional de Riego en la zona sur y evaluar la posibilidad de hacer grandes embalses, aunque una buena alternativa también son los microembalses prediales", señala Schwerter.

Herramienta rentable

Quienes tomaron el toro por las astas son los productores de Los Ríos.

Aproval, la asociación que une a los productores de esa región, acaba de dar a conocer a sus asociados un estudio que analiza las últimas seis temporadas en nueve predios y concluye que en cinco se justificó plenamente el uso de riego como herramienta para producir forraje, en forma rentable, productiva y económicamente.

"Más allá de los datos presentados, el mensaje de fondo fue sensibilizar a los productores respecto de la importancia de tener una referencia sobre lo que hoy día están produciendo sus praderas y bajo qué condiciones, para poder proyectar hacia dónde quieren llegar y cómo la tecnología del riego los puede ayudar", señala Bruno Rubilar, presidente de Aproval.

Aclara que los datos ratificaron que, bajo el actual escenario climático y el que se proyecta para los próximos años en la zona, el riego es una herramienta que -salvo en veranos lluviosos, cada vez más escasos- permite producir un diferencial de 3,5 toneladas de materia seca por hectárea.

"Eso no solo valida esta tecnología en términos de inversión, además, resulta ser estratégica para la subsistencia en el negocio frente a veranos con déficits hídricos cada vez más recurrentes. Los datos recopilados también nos permitieron plantear la necesidad de abordar algunas brechas asociadas al riego, como la utilización de más y mejor información de suelo, clima y cultivo al momento de regar, mayor inversión pública en nuestra región para el cofinanciamiento de proyectos vía Ley de Riego, mejoramiento de la gestión en los procedimientos de inscripción de derechos de agua -especialmente para pozos profundos- y modificar las tarifas eléctricas que permiten el uso de los diversos sistemas de riego", añade.

Aclara que en los resultados hay diferencias en las tasas de crecimiento con riego, debido a las condiciones de clima y suelo, y según el sistema utilizado, en el que destaca el pivote por mayores tasas de crecimiento obtenidas. Esto, porque prácticamente no depende de la intervención humana para funcionar, aplica agua pareja y constante y gasta menos energía.

El estudio plantea que antes de tomar la decisión, el productor debe tener claros los conceptos básicos para elegir el sistema, así como para su ejecución, gestión y monitoreo.

Las condiciones de temperatura y pluviometría de la primavera 2018, sumadas a las heladas de enero y al déficit hídrico del verano, hará que tengamos una temporada incluso peor que en la sequía de 2015, en cuanto a producción general de materia seca". BRUNO RUBILAR PRESIDENTE DE APROVAL

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