Durante el desarrollo del "Plan Serena" (1948-1952) se instalaron en diversos puntos de la ciudad atractivos faroles de estilo colonial. Con el paso del tiempo, estas estructuras de fierro resultaron dañadas y la gran mayoría debió ser guardada en bodegas. Pero un proyecto financiado por el gobierno regional permitirá que 95 faroles sean restaurados y reinstalados en el casco histórico. "Hoy, menos del cinco por ciento de ellos está funcionando. Estos faroles son un ícono de la ciudad", dijo el alcalde Roberto Jacob.