Dólar Obs: $ 950,77 | -0,31% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.232,24
IPC: 0,40%
Incluye los volcanes Llaima, Tolhuaca, Lonquimay y su entorno:

Territorio chileno ingresa a la red de 146 geoparques de la Unesco

jueves, 18 de abril de 2019

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Se trata de Kütralcura, una de las zonas con mayor volcanismo activo del mundo y que abarca asentamientos de poblaciones autóctonas con más de 2 mil años de antigüedad. Es el primero del país con este sello.



Aumentar la conciencia de la geodiversidad y promover las mejores prácticas de protección, educación y turismo es el objetivo de la Red Mundial de Geoparques de Unesco. Desde su creación, en 2015, ha ido sumando territorios de 42 países, especialmente del hemisferio norte.

Ayer, el Consejo General de la organización anunció la incorporación de 11 nuevos geoparques, incluyendo por primera vez uno en Chile. Se trata de Kütralcura, que en lengua mapuche significa "Piedra de fuego", una reliquia natural que incluye cuatro volcanes activos -Llaima, Lonquimay, Tolhuaca y Nevados de Sollipulli- flanqueados por milenarios bosques de araucarias y una población nativa asentada en el área hace más de 2 mil años.

"Estamos súper contentos, no solo es el primer geoparque de Chile, sino el más austral de toda la red", destaca el geólogo de la U. Austral Manuel Schilling, coordinador científico del proyecto. Este abarca la superficie total de cuatro municipios de La Araucanía: Curacautín, Lonquimay, Vilcún y Melipeuco, que a su vez son miembros de la Asociación de Municipalidades Cordilleranas, que es la que administrará el geoparque.

Schilling aclara que la designación es un reconocimiento, un sello de calidad que valida su condición de patrimonio de valor internacional. La idea -dice- es utilizar estos sitios de valor geológico para promover el desarrollo local, económico y cultural de sus habitantes y así mejorar su calidad de vida. "El concepto de geoparque no se traduce como parque geológico, sino que viene de gea , tierra. Es decir, es una integración de los elementos de la geodiversidad con la biodiversidad y el elemento humano", precisa.

Las esperanzas están puestas en que la designación atraiga un turismo internacional sustentable, no de masas: "No queremos llenarnos de buses, pero sí aumentar la actividad de modo de beneficiar a la comunidad local".

Aparte de los volcanes, promoverán otros hitos turísticos menos conocidos. Entre ellos, el cañadón del río Trufultruful, una secuencia de depósitos volcánicos del volcán Llaima acumulados en los últimos 13 mil años; el cráter Navidad, que se formó junto al volcán Lonquimay durante la erupción de 1991, y la cascada Salto de la Princesa, formada con basaltos columnares, estructuras que se forman por el enfriamiento de la lava y que, además, se asocia a una leyenda mapuche.

La Unesco no aporta recursos directos, pero con la categoría se abre la puerta para postular a fondos para consolidar la condición de geoparque. "Es como recibir un título profesional. Recién ahora empieza el trabajo", dice Schilling.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia