Una abundante población de bacterias que comen compuestos similares a los del petróleo y después los usan como combustible fueron detectadas en lo más profundo de los océanos de la Tierra: la fosa de las Marianas. Este abismo se encuentra en el Pacífico occidental, a 11 metros bajo el nivel del mar. El singular hallazgo fue liderado por científicos de la Universidad de East Anglia (Reino Unido). Microorganismos similares desempeñan un papel en la degradación de derrames de petróleo en desastres naturales como el derrame de petróleo de BP en el Golfo de México en 2010.