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Ver que se estaciona un auto con el logo de la Dirección del Trabajo (DT) en la puerta de la empresa es una experiencia que puede arruinarle el día al dueño de cualquier compañía. En el campo, en la construcción o en el terminal de buses, a los empleadores se les ponen los pelos de punta. "Siempre que ocurre una inspección, encuentran algo", dice el gerente general de Molina Morel, José Molina.
La posibilidad de salir incólume es remota. En la constructora Socovesa, el gerente de construcción, Francisco Castañeda, explica que "en los últimos tres años, el 90% de las inspecciones que realiza la DT terminaron en una multa, aun cuando haya una falta u omisión muy menor".
La Dirección del Trabajo entrega cifras que muestran que en 2006 el 31% de las fiscalizaciones terminó en multa, mientras en 2007 la cifra bajó a 26%, y eso que las fiscalizaciones en terreno aumentaron de 132 mil a 138 mil en esos años.
Cuestionario interminable
"Llegaron a mi empresa con una especie de libro y me preguntaban de todo. Revisaron desde los contratos hasta la crema en la cara de los trabajadores", explica el gerente de una empresa salmonera.
Buscando esta lista que temen los empleadores llegamos hasta el jefe de fiscalización de la Dirección del Trabajo, Christian Melis, quien explicó que existen más de quinientos ítems a fiscalizar. Éstos están comprendidos en el Código del Trabajo, decretos supremos del Ministerio de Salud, del Ministerio del Trabajo, del Ministerio de Vivienda, y otros.
A pesar del alto número de temas a revisar, en cada fiscalización se examinan algunos ámbitos, y las preguntas promedian las cuarenta. En la construcción, por ejemplo, el foco son las normas de seguridad.
Sí o sí pedirá "contratos de trabajo, jornada de trabajo y registro de asistencia, aunque vaya por una denuncia por falta de baño", dice Christian Melis.
Las preguntas pueden variar de una fiscalización a otra. Finalmente, la obligación del empleador es estar al día con los quinientos puntos.
Los empleadores reclaman por la gran cantidad de exigencias, lo que hace prácticamente imposible no caer en un error. Algunos incluso dicen desconocer todos los puntos a cumplir y reclaman que quienes los fiscalizan se niegan a entregarles copias de las listas con que evalúan.
Sin embargo, la DT tiene las listas de autoverificación en internet, donde cada empresario puede revisar los ítems con que será fiscalizado. El problema es que esto no sea de público conocimiento y que los fiscalizadores no lo comuniquen.
Qué se fiscaliza, y multa
Entre 350 y 400 fiscalizadores trabajan en terreno, son profesionales mayoritariamente ingenieros, prevencionistas de riesgo, contadores y profesores. Ellos llegan a inspeccionar a las empresas por una denuncia o por una fiscalización programada, como las que se realizan en vacaciones a las empresas de transporte interurbano o a las de cosecha en el sector agrícola.
Lo más castigado
A diferencia de lo que se cree, un porcentaje mayor de las multas que aplica la Inspección del Trabajo no son rebuscadas o por detalles. En 2007, el 32% del total de sanciones fue por faltas relativas a jornada de trabajo, el 28% por higiene y seguridad, el 11% por infringir normas relativas a la fiscalización misma, como no permitir el ingreso del funcionario. El 11% es por remuneraciones, y esa misma cifra es por contrato de trabajo.
Mientras que las faltas graves (prácticas antisindicales y violación de derechos fundamentales, por ejemplo) ocupan un lugar secundario.