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Allanamientos contra organización criminal:

Operativo destapa en Bolivia amplia red de tráfico de fármacos falsificados

miércoles, 10 de abril de 2019

Jean Palou
Internacional
El Mercurio

Se estima que el mercado ilegal de medicamentos representa el 21% de las ventas de la industria farmacéutica en el país.



Las autoridades bolivianas han lanzado un vasto operativo policial para desarticular una organización que traficaba medicamentos falsificados o contrabandeados en el país, un caso que fue definido por el Presidente Evo Morales como un "atentado criminal contra el pueblo" y para el cual pidió sanciones "drásticas".

Hasta ahora han sido arrestadas 17 personas, entre ciudadanos bolivianos y peruanos, en al menos cuatro allanamientos realizados desde la semana pasada en Desaguadero, una localidad fronteriza con Perú, y en las ciudades de La Paz y Santa Cruz.

En esos operativos se han decomisado más de 100 tipos de medicamentos falsificados, entre ellos antigripales, antibióticos, ansiolíticos, diuréticos y fármacos para terapias intensivas de enfermedades graves como el cáncer. Incluso las autoridades incautaron cajas de medicamentos que no están en el mercado legal y algunos de uso quirúrgico, como el Propofol, un inductor a la anestesia, o la Poligelina, utilizado en casos de pérdida sanguínea durante cirugías.

"Se calcula que el perjuicio es cercano al millón de dólares por el precio de venta de estos productos en el mercado", dijo el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz, Jhonny Aguilera, quien destacó que los réditos económicos del negocio "son muy importantes", ya que como resultado de las ventas de solo dos días la policía encontró unos US$ 72 mil en una caja registradora. "Estamos enviando a laboratorio para confirmar que son falsificados, pero ya sabemos que son ilegales. Son internados al país de forma irregular", agregó.

En el caso de los fármacos falsificados, la banda reciclaba envases desechados en basureros y hospitales, y los rellenaba con píldoras que contenían fécula de maíz, agua con colorante, azúcar, harina o incluso estuco para la construcción.

Según el ministro de Gobierno, Carlos Romero, la investigación determinó que la red de tráfico habría estado activa desde unos cinco años y adquiría algunos de los productos en una fábrica en la ciudad peruana de Arequipa. Hasta ahora solo han encontrado en territorio boliviano centros de acopio de los medicamentos ilegales, pero todavía no está claro el alcance de sus vías de distribución, ya que además de los mercados callejeros -donde las personas acuden en búsqueda de precios más baratos- se ha descubierto que farmacias establecidas también adquirieron los productos: de acuerdo con el ministerio de Salud, que anunció controles a estos establecimientos, en las primeras 51 inspecciones a farmacias, 12 fueron sancionadas.

"La falsificación de medicamentos es un atentado criminal contra nuestro pueblo. La investigación de este delito debe seguir hasta dar con los responsables y aplicarles las sanciones más drásticas y ejemplarizadoras", reaccionó Evo Morales, cuyo gobierno anunció que se estudiará la responsabilidad de la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud.

Para el economista Gonzalo Vidaurre, autor de la investigación "El negocio de la muerte: comercio informal de medicamentos en Bolivia", realizada con respaldo del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los recientes operativos confirman lo que él ya venía advirtiendo desde hace un tiempo pero era ignorado por las autoridades. "Este no es problema nuevo, sino que repercute desde hace varios años en Bolivia", dijo a "El Mercurio".

"Nuestra estimación es que tanto el contrabando como la falsificación de medicamentos representa una pérdida de entre el 0,2% y 0,5% del PIB, una merma de entre 1.000 y 1.500 empleos al año y una evasión impositiva que ronda los US$ 15 millones. Esas cifras son muy significativas para la economía boliviana", aseguró Vidaurre, quien sostiene que este mercado ilegal representa hasta el 21% de las ventas de la industria farmacéutica, que mueve unos US$ 400 millones al año.

El economista recalcó que lo más preocupante es que los consumidores "conscientemente acuden a los mercados informales", y lo hacen para tratar enfermedades en las que arriesgan su vida: "Hemos encontrado que los principales medicamentos sujetos a falsificación y contrabando están relacionados con enfermedades muy complejas, como la diabetes, el cáncer, las pastillas abortivas, ansiolíticos, todo tipo de medicamentos que requieren recetas médicas".

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