"Me gustaría jugar en esta época por la plata que se gana"
domingo, 07 de abril de 2019
Cristóbal Valencia M.
Deportes
El Mercurio
El histórico ariete volvió al cuadro árabe para trabajar como veedor de jugadores y critica, por envidiosos, a los DT de cadetes. También aconseja a Luis Jiménez: "De repente desaparece, debería tener más continuidad en el juego", dice.
La vida de Óscar Fabbiani (68 años) es distinta a cómo era hace un año, cuando estaba cesante. "Estoy trabajando en Palestino, llevando niños a los cadetes. En la semana voy por todos lados buscando jugadores para citarlos el sábado a mi escuela de fútbol en El Salto (Recoleta), donde los veo y los trabajo antes de llevarlos al club. Todos los papás creen que tienen a Messi, pero yo tengo que llevar a cabros buenos", comenta el exdelantero nacido en Buenos Aires, quien fue campeón con los árabes de dos Copas Chile (1975 y 1977) y un Torneo Nacional (1977). -¿Cómo es su relación con Palestino? "Extraordinaria. El presidente Jorge Uauy me llamó el año pasado, supo mis problemas y me dio este trabajo. Antes hubo otros que ni me inflaban. Es bonito que te reconozcan en vida... ¿Pero sabes cuál es el problema? La envidia de alguna gente. Mi nieto estaba en los cadetes de Palestino. ¿Puedes creer que los profesores eran envidiosos porque su tata era bueno y no lo citaban? Y él jugaba de lo más bien, pero le agarraron bronca. Mira la mentalidad de esos tontos que no saben ni pegarle a la pelota. Se lo dije al presidente: '¿Hace cuánto que Palestino no saca a un cabro de abajo?'. Algo pasa". -¿Le gustaría trabajar en los cadetes del club? "Me encantaría, pero nunca se ha dado y yo tengo el título de DT. Tampoco lo he pedido. Me gustaría ser encargado de los DT de cadetes. Pero te repito: el problema es la envidia. Un día fui a Palestino y estaban todos los DT incómodos. Tuve que reunirlos y decirles: 'Yo no vengo a quitarles el trabajo, al contrario, vengo a ayudarlos, voy a traer niños para sus divisiones'. Igual estoy tranquilo y hago lo que me gusta. Hay muchos niños buenos para el fútbol pero hay que ir a buscarlos y varios tienen problemas en sus casas. Porque los que juegan fútbol no están en Las Condes, allá los papás tienen plata entonces juegan tenis u otra cosa". -El volante árabe Diego Rosende estudió en un colegio particular... "Es diferente porque a él le gustó el fútbol desde chico y no se juntaba con la gente que andaba en Mercedes Benz, siempre tiró para el lado del fútbol. Por eso tuvo problemas y se separó de varios amigos". -¿Por qué usted nunca dirigió a algún equipo? "Estuve en Talagante y me fue bien. Acá se le da mucha importancia al Colegio de Técnicos. Hay algunos que nunca jugaron y se metieron a estudiar al INAF. Yo los miro y pienso: zapatero a tus zapatos. Si no tienes camarín, olvídate". -¿Y usted sigue jugando? "Juego en Palestino 80 (equipo de exjugadores árabes)todas las semanas. Soy el más antiguo y corro más que todos. Hay algunos que son unas 'vacas', no les entran las camisetas. Y la mayoría tiene las rodillas 'cagadas'". -¿Cómo vio a Palestino ante Alianza Lima por la Copa Libertadores? "Jugó muy bien. Y los peruanos en lo de siempre: con la pelota en los pies son extraordinarios, si los dejas jugar te pintan la cara, pero los aprietas un poquito y chao, desaparecen del mapa". -Usted es el artillero histórico del equipo en la cita continental, con 12 goles. "Yo estoy bien con lo que hice, pero me gustaría jugar en esta época por la plata que se gana. Me habría hecho millonario con todo lo que logré. Y eso que hay jugadores que ni corren, ni se ganan los millones que les dan". -¿Y cómo vivió el título de la Copa Chile 2018? "Fui a Viña en bus con la barra. Me daba bronca ver a Palestino abajo, peleando el descenso y sin ganar nada, porque los hinchas del club son muy sufridos por todo lo que pasa en Palestina, entonces para ellos el fútbol es una alegría y una locura". -¿Qué le parece Luis Jiménez? "Me gusta mucho. Cuando tiene la pelota, hace jugar al equipo con personalidad y muchos se apoyan en él. Pero tiene un problema: de repente desaparece, debería tener más continuidad en el juego. Es normal, hay jugadores con esa mentalidad. A Jorge Valdivia le pasa lo mismo".
