"Estamos vitrineando... en eso hay que ser cuidadosos, los malos negocios se hacen en los buenos tiempos"
domingo, 17 de marzo de 2019
María Soledad Vial
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio
En el marco de la inauguración de su nuevo edificio corporativo en Los Ángeles y el aniversario número 99, el máximo directivo de la compañía insigne del grupo Matte habla del buen momento por el que atraviesa el negocio y que les permite tener una caja de casi US$ 1.000 millones que buscan destino: en Chile, la región y hasta en Estados Unidos.
El martes pasado celebraron su aniversario 99. A Luis Felipe Gazitúa le dio gusto ver que el espíritu sigue ahí, el cariño y el reconocimiento a los patriarcas que fundaron y cargaron el bastón de mando por un centenario casi. No fue fácil para el presidente de Empresas CMPC tomar esta posta cuando Eliodoro Matte Larraín decidió dar un paso al costado, en plena crisis que golpeó la reputación de la emblemática Papelera, al destaparse la "colusión del confort". "Figuras señeras", como les dice a Luis Matte, al expresidente Jorge Alessandri, Ernesto Ayala y al propio Matte, y una compañía centenaria, insigne en la historia industrial chilena, no son credenciales cualquiera. -¿Sintió el peso de reemplazar a una persona tan emblemática que había trabajado por 40 años en CMPC? "Voy a ser muy franco, he sentido mucho más la responsabilidad de ser el presidente de una compañía tan grande, con tantos riesgos, que debe responderle a tanta gente, más que ser el sucesor de Eliodoro. No soy ni puedo ser Eliodoro, creo que mi liderazgo se impone por la forma en que trabajo. Tengo una relación profesional con Eliodoro de hace muchos años, de mucho respeto, admiración y cariño; de verdad, es un hombre bastante único. Trabajo hace 20 años con ellos, cuento con la confianza de los tres (Eliodoro, Patricia y Bernardo Matte). Fui compañero en la universidad de Bernardo y por eso todos sienten que ahí había mucho más vínculo, pero esta compañía, que es el buque insignia de la familia, no habría sido entregada a un presidente de una de las ramas familiares. No me consta, pero entiendo que el que me propuso como presidente fue Eliodoro y todos estuvieron de acuerdo. El podría haberme hecho sentir que no le gustaban los cambios que hemos hecho, pero ha sido extremadamente cuidadoso, abierto y apoyador, directamente y a través de su hijo Jorge, que está en el directorio". Sentado en una oficina completamente vidriada, uno de los pocos espacios cerrados en el nuevo edificio corporativo que inauguró la compañía esta semana en Los Ángeles -donde CMPC aglutinó su operación en el sur del país-, Luis Felipe Gazitúa va de frente a cada pregunta. No se corre, aunque se nota que preferiría evitar las más personales. De fondo se oye el sobrevuelo de los aviones que atacan un nuevo foco de incendio, detectado al instante por el moderno centro de control instalado al centro de la construcción. Cuando compraron el terreno al obispado de la ciudad, se comprometieron a mantener el parque con la cruz que marca el comienzo del vanguardista complejo de 1.600 metros cúbicos de madera laminada, diseñado por Izquierdo Lehman y que el propio Eliodoro Matte aprobó en el último directorio que presidió en la compañía. De eso han pasado tres años "intensos", dice y se ríe largo, como recorriéndolos mentalmente. Hace más de 20 años que trabaja para la familia Matte, en sus inversiones financieras (Bicecorp), eléctricas (Colbún) y telecomunicaciones (Entel). "A la Papelera la miraba más bien de lejos", explica, "conocía poco del negocio". Se propuso meterse a fondo, recorrer sus plantas, conocer a sus 17.000 empleados y 53 sindicatos, los ocho países donde opera y consolidar bien -"más allá de un primus inter pares "- un directorio que en los cambios poscolusión subió de 7 a 9 miembros, con caras nuevas y multidisciplinarias. -Todo eso en medio de la crisis que vivía la empresa y que obligó a numerosos cambios corporativos. "En medio de un proceso de cambio, más que de crisis. Los efectos de la colusión produjeron un perjuicio relevante en la reputación y probablemente precipitaron cambios que estaban preparados en otro timing . Diría que era un momento difícil para hacerlo más suave, y sonríe". -Sus trabajadores estaban golpeados en su orgullo corporativo. ¿Cómo está hoy ese clima interno? "Tiene razón. Las encuestas internas que hicimos lo mostraban. La colusión es algo que nunca hubiéramos querido que ocurriera y había legítimo derecho a que la gente se sintiera golpeada; escuché de algunos que no se atrevían a decir en foros públicos que trabajaban en la Papelera. Pero esa base de cariño, apego y tradición ha hecho que el período natural de duelo haya pasado y que hoy estén mayoritariamente pensando en el futuro, que impone nuevas exigencias". -Cuando asumió, en su primer discurso dijo que debían "ponerse de pie". ¿Cree que lo consiguieron? "Los hechos hablan, las bases eran sólidas. Por eso, a casi tres años, tenemos una compañía con resultados financieros extraordinarios, que ha sido capaz de llevar adelante proyectos importantes con récord en resultados, récord en Ebidta y récord de producción. Sería presumido decir que está terminado, pero vivimos procesos de adaptación que se percibían difíciles y que han sido mucho más rápidos de lo esperado. Hay genuino interés por aprovechar lo que se hace y mirar cómo lo hacen otros; también ha ayudado el nuevo directorio, con más miradas, muy buena disposición a hacer un trabajo en conjunto, a discutir las cosas a fondo". -A propósito de directorio, debe renovarse en la próxima junta de accionistas, ¿habrá cambios? "No sé de algún cambio, depende de los accionistas. Francamente, me quedaría feliz, más aún con el desafío que tengo". -Al presidente ya le habrían notificado si hubiera algún cambio... "Yo esperaría lo mismo" (se ríe). Las "oportunidades" que miran en México, Brasil y Estados Unidos -¿Está la Papelera en su mejor momento, con esos récords y US$ 1.000 millones en caja? "Se habían acometido proyectos de inversión muy importantes como la planta de Guaiba en Brasil, una ampliación de la máquina papelera del Maule. El muy buen resultado de 2018 es producto de un trabajo en el que hemos incorporado consultores, mirado experiencia de otras compañías en el mundo, las mejores prácticas para ser más eficientes. El precio de la celulosa no lo fijamos nosotros, pero sí los niveles de producción, Guaiba llegó antes de lo pensado a su nivel de diseño. Tenemos muchos proyectos para el futuro y estamos mirando oportunidades para crecer". -Con casi US$ 1.000 millones en caja, ¿toca salir de compras? "En eso hay que ser cuidadosos, soy de los que creen que los malos negocios se hacen en los buenos tiempos. No porque tengamos una caja muy grande vamos a empujar las compras. Creemos que hay oportunidades en el negocio del packaging , hay cambios que hacer en fusionar algunas compañías, abordar más integradamente a los clientes, estamos mirando y aprendiendo cómo lo hacen otros en el mundo. Tenemos que resolver sobre la modernización y ampliación de la planta de Laja, y en ese proceso hay la oportunidad de producir más papel. Estamos vitrineando, lo que significa mirar opciones". -¿Tanto en Chile como en el extranjero y con el mismo interés? "Tanto en Chile como en el extranjero y dependiendo de la escala, en algunos negocios, más bien afuera". -¿Pueden seguir creciendo en Brasil con restricciones a la inversión extranjera? ¿Les acomoda elevar su inversión "en sociedad", como la ley permite? "La base forestal que provee nuestra planta tiene bosques propios antes de la ley y otros bajo la nueva ley, a través de una figura de arrendatarios. No es ideal, pero tampoco es una restricción. Hemos hablado con las autoridades antiguas y nuevas de Brasil y les hemos explicado que deben mirarnos como compañía brasileña, somos un aporte a la industria. Entendemos que esta decisión responde a razones geopolíticas y que hay buena disposición del nuevo gobierno para removerla si la compra de tierras es para utilizarlas. Hoy estamos mirando posibilidades de tierra". -¿Se les abrieron nuevas perspectivas con la llegada de Bolsonaro? "Las inversiones forestales son a largo plazo, los bosques demoran 10 o 12 años para cosecharse, pero las señales pro mercado que han dado las nuevas autoridades brasileñas y el Presidente Bolsonaro nos parecen atractivas, hacen más transparentes las reglas que hay en Brasil. Estamos mirando Brasil, que tiene un mercado fragmentado y es un continente en sí mismo. También México, donde sí hay un gran actor que es Kimberly Clark, pero ofrece muchas oportunidades de crecer en tissue. En papel miramos otros países latinoamericanos y Estados Unidos, ya sea como mercado o para tener conversión de productos a partir de materia prima chilena. Estamos mirando compañías americanas para hacer sacos de papel para la construcción a partir de materia prima chilena, que es muy adecuada para producirlos". -Y Argentina, con la incierta reelección de Macri, ¿pueden ponerse más fichas ahí? "Fue nuestra primera inversión fuera de Chile en los 90, somos líderes del mercado tissue e invertimos poco durante muchos años. Estamos haciendo una inversión grande, US$ 120 millones, en una máquina de tissue . El cambio a un gobierno con políticas pro mercado nos incentivó, pero era algo que teníamos que hacer porque estábamos perdiendo mercado. A lo mejor no va a ser reelegido el Presidente Macri, pero sentimos que Argentina está cansada de las prácticas de los últimos años, que el modelo anterior está un poco agotado. Como compañía queremos reglas claras, transparentes, de mercado y nos parece más interesante cualquier Presidente que siga esa línea". OPORTUNIDADES: "Estados Unidos, ya sea como mercado o para tener conversión de productos a partir de materia prima chilena. Estamos mirando compañías americanas para hacer sacos de papel para la construcción a partir de materia prima chilena".
SU LLEGADA A LA PRESIDENCIA: "Esta compañía no habría sido entregada a un presidente de una de las ramas familiares. No me consta, pero entiendo que el que me propuso como presidente fue Eliodoro y todos estuvieron de acuerdo".
CONFLICTO MAPUCHE: "No digo que no tengan requerimientos de tierra, pero la inmensa mayoría quiere trabajo y oportunidades". "La desgracia de Camilo Catrillanca es un retroceso, un freno a este proceso que debe hacernos redoblar nuestros esfuerzos de diálogo".
