miércoles, 29 de octubre de 2008
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Fundó uno de los grandes grupos empresariales con Sudamericana, Cristalerías, Elecmetal y Mega, entre otros.
A la edad de 74 años falleció en la madrugada de ayer el empresario Ricardo Claro Valdés, controlador del grupo Claro, conglomerado empresarial que integran empresas como la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), Elecmetal, Cristalerías Chile, Viña Santa Rita, Mega, Diario Financiero y Revista Capital, entre otras.
El empresario -casado con María Luisa Vial Lecaros, con quien no tuvo hijos- falleció víctima de un ataque cardíaco.
Ricardo Claro Valdés nació el 26 de agosto de 1934 en Santiago. Su padre, Gumercindo, era un corredor de Bolsa que no terminó el colegio, porque debió empezar a trabajar desde muy pequeño.
Ricardo Claro mencionó en muchas ocasiones que en su familia siempre reinó un ambiente de seriedad y responsabilidad en todos los órdenes de la vida, sobre todo en lo valórico, que es donde el "estilo Claro" ha quedado marcado a fuego.
Profundamente católico, en 1992 el Papa Juan Pablo II lo distinguió con la Orden San Silvestre en el Grado de Comendador.
De carácter fuerte, más de una vez Claro declaró que alcanzó su fortuna entre fines del gobierno de Eduardo Frei Montalva y el de Salvador Allende, en momentos que todos los demás empresarios no invertían.
Ricardo Claro estudió en el Colegio Saint George, del que siempre se sintió muy orgulloso.
Fue compañero de curso de Javier Vial, con quien hizo negocios hasta principios de 1970 en el ya mítico grupo de "los pirañas".
Estudió Derecho en la Universidad de Chile, donde fue candidato a delegado de curso en el primer año por la Juventud Conservadora. Mientras estudiaba, se incorporó a la firma de abogados Claro y Cía., que no tenía parentesco con su familia, pero en pocos años llegó a presidirla.
Se tituló en 1958 y hasta 1990 hizo clases de Política Económica en esa misma casa de estudios. Valentín Solar, un ex alumno suyo, señaló que sus clases se caracterizaban por el análisis de casos reales y la narración de vivencias por parte del jurista.
Vinculado a la derecha política, fue asesor económico de Relaciones Exteriores del gobierno militar entre 1973 y 1975. Ese año viajó por primera vez a China, y su última misión en el gobierno de Pinochet fue en 1976, cuando organizó la Sexta Asamblea de la OEA en Santiago, la que preparó por varios meses. Ese mismo año, y en paralelo a su trabajo en el estudio de abogados, adquirió Elecmetal en una licitación de la Corfo.
También se interesó en la actividad gremial, siendo consejero de la Sofofa (1984-1988), miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara Internacional de Comercio en París (2001-2002) y presidente del Comité Nacional Chileno de la Cámara Internacional de Comercio (2003-2005). Dueño de una fuerte personalidad, su poder se fundó también en la información. Recibía a diario dos reportes preparados especialmente para él con los temas que más le interesaban.
Y siguiendo ciertos índices clave lograba determinar con certeza el comportamiento de la actividad mundial y sus tendencias.
Por ejemplo, anticipó lo que ocurriría con China respecto a su auge económico: ya en el año 2000 se convirtió en el mayor inversionista chileno en ese país, tras comprar la naviera Norasia.
También hizo acertados análisis sobre la llamada crisis subprime y la eventual recesión de Estados Unidos.
Sus informaciones las respaldaba por el asesoramiento de Sebastián Edwards, Patricio Rojas, Ricardo Matte, y de empresarios tales como Hernán Somerville, Fernando Léniz y Alfonso Swett.
Valiente y resuelto, no escatimó sus opiniones económicas y sobre el acontecer nacional en numerosos seminarios a los que era frecuentemente invitado, donde sorprendía por su independencia y asertividad. Junto con ello presidió numerosas fundaciones, como la del Santuario Teresa de los Andes, y fue contribuyente generoso de muchas instituciones de caridad.
Anoche la Parroquia San Francisco de Sales se repletó al oficiarse una misa en su memoria, ceremonia a la cual concurrieron, entre otros, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan Colombo, políticos, académicos, empresarios y amigos que dieron las condolencias a la viuda María Luisa Vial.
Los trabajadores de sus empresas, en tanto, guardaron un minuto de silencio en su memoria e izaron pabellones a media asta.
