Estamos viviendo un momento histórico. Mujeres en todas partes del mundo han alzado la voz marchando en busca de las mismas oportunidades y derechos que los hombres, objetivo que está todavía lejos a pesar de los enormes avances del último tiempo. Por años, lo femenino estuvo ausente en el mundo de la empresa, lo que nos hizo perder grandes oportunidades. A pesar de los avances, todavía hay brechas importantes de diversidad dentro de las empresas, no sólo de género, sino de origen social, especialidades y profesiones, y nacionalidades. Somos muy endogámicos en Chile, y eso nos quita competitividad. La actividad económica de las mujeres en el Asia Pacífico se ve limitada por una serie de barreras tales como la falta de acceso a mercados y enlaces comerciales, lo que ha inhibido el crecimiento en la región, por un costo estimado de US$89 billones anuales, según el APEC.
Algunas acciones que nos ayudan a acelerar el cambio son adherir al
índice de paridad de género (IPG), herramienta que permite tomar conciencia de cuánto nos falta aumentar la participación de mujeres en cargos directivos y disminuir la todavía enorme brecha salarial entre hombres y mujeres para un mismo cargo. Desde SOFOFA y ACTI hacemos un llamado para incentivar a las empresas que aún no incorporan este índice a hacerlo para medirse y reducir esta brecha que hemos ido acarreando las mujeres durante siglos.