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Gobierno argentino tomaría participación accionaria en 40 empresas tras estatización de AFJP

viernes, 24 de octubre de 2008


Economía y Negocios, El Mercurio

Pese a no ser una participación relevante, será clave: bancos, gasíferas, eléctricas, cerealeras, petroleras.

El proyecto impulsado por el gobierno de Cristina Fernández que busca poner término al sistema de AFJP y traspasar los fondos al Estado ha provocado un alto grado de incertidumbre en el mercado argentino.

Pero el complejo escenario ahora se trasladó a las empresas. Según informó el sitio Infobae, el Estado argentino intervendrá en los directorios de 40 empresas de capitales nacionales o internacionales que operan en el país.

El medio informó que si bien la participación estatal no será mayor al 27%, las compañías que pasarán a engrosar los activos del Estado serán las más representativas de la economía trasandina: bancos, gasíferas, eléctricas, cerealeras, petroleras.

Esta noticia, sumada a la eliminación de las AFJP, elevó la desconfianza empresarial en Argentina. Así, por ejemplo, Eduardo Costantini, titular de Consultatio -la firma más afectada por la intervención del Estado, que se quedó con el 26,6% de sus acciones-, reconoció en Radio 10 que hay un "susto" en el sector por los "errores de comunicación" del Gobierno sobre las medidas que toma.

"Lamentablemente ha habido un problema de comunicación de la medida. Es un país de desencuentros, porque hay sorpresas. Tal vez el Gobierno piense que hay un golpe de Estado, pero nada que ver con eso", dijo Costantini.

Según lo informado por el medio argentino, la máxima preocupación está en la posibilidad de que el Estado decida una venta masiva de activos de cara a los compromisos financieros de 2009, lo cual bajaría aún más el valor de las empresas en la Bolsa.

El fin al término de las AFJP ayer siguió repercutiendo. Los empleados de las AFJP se manifestaron en la Plaza de Mayo.

Los empleados de las Administradoras temen por sus empleos. "Seguimos trabajando igual que siempre, pero con mucha inseguridad", dijo a La Nación de Argentina un trabajador.

Pero las manifestaciones y la inquietud empresarial no preocuparon a Cristina Fernández. "Hoy en día el sistema privado de jubilaciones está siendo sostenido por el sistema público", dijo la Mandataria, quien además aclaró que si no fuera por la contribución del Estado, "muchísimos jubilados privados cobrarían $200 (US$ 61) de pensión".

La Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) manifestó ayer su total rechazo a la iniciativa del Gobierno e hizo un llamado a los parlamentarios argentinos a reflexionar sobre la importancia que tiene dentro de un Estado de derecho la propiedad que los trabajadores argentinos tienen sobre los US$ 30 mil millones que han ahorrado para financiar su vejez.

Contradicción con el fundador del peronismo
"No quisimos hacer un sistema previsional estatal porque (...) estos servicios no suelen ser ni eficientes ni seguros". Estas palabras podrían atribuirse a un férreo opositor de la reciente medida tomada por la Presidenta argentina, Cristina Fernández. Sin embargo, pertenecen ni más ni menos que al fundador del partido del cual la líder trasandina es militante, es decir, Juan Domingo Perón, quien las dijo en cadena nacional en el año 1973. Pero no sólo eso. El caudillo es más explícito al plantear que en el año 1956 el Estado trasandino "echó mano a los capitales acumulados por las cajas, es decir, se apropió de eso. Para mí eso es simplemente un robo porque no era plata del Estado, era plata de la gente que había formado esas cajas". "Fue un asalto", dijo el ex Presidente argentino hace 25 años, refiriéndose a la apropiación del Estado de los ahorros de los argentinos en 1956. Las palabras del histórico militar han tomado nuevos bríos ante la situación del sistema previsional en Argentina, por lo que los videos que las contienen en el portal Youtube acumulan miles de visitas.

Inequidad y el nulo incentivo al ahorro: las principales debilidades del sistema que implementará Argentina
Si bien aún quedan dudas sobre cómo se implementará el proyecto de ley que busca terminar con las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), lo cierto es que se pasará de un sistema de capitalización individual a un sistema de reparto.

En este último, las pensiones se financian en parte con los aportes que realizan los trabajadores activos y el Estado, pero una de sus principales desventajas, a juicio de los entendidos, es que el monto de la pensión no se relaciona necesariamente con lo aportado durante la vida activa.

Juan Luis Tour, economista jefe de FIEL, en base a la información que el gobierno de Cristina Fernández ha entregado, explica que el sistema que se aplicará en Argentina será de reparto y tomará los 10 últimos años de cotizaciones.

A juicio del economista argentino, con el cambio de sistema no hay ninguna garantía de que los cotizantes vayan a recibir lo que tenían, ya que en el nuevo sistema serán más importantes los últimos salarios que lo aportado durante el resto del período. Para Tour, los más perjudicados serán quienes hayan cotizado por un período más largo.

La experta previsional Mónica Titze argumenta que una de las debilidades del sistema de reparto es que el monto de la pensión no depende de los aportes que se hicieron, sino que de los últimos años, produciendo una inequidad respecto al aporte. A su juicio, esto da pie para que los más informados saquen ventaja del sistema al aumentar los aportes en el período en que se calcula la pensión final, para obtener una cifra mayor.

Para Augusto Iglesias, socio de PrimAmérica Consultores, el término de las administradoras trasandinas va en el camino errado. Explica que cada peso en el sistema de capitalización individual rinde más que en el de reparto. A su juicio, esta última modalidad no incentiva el esfuerzo al ahorro.

Otro punto en contra del sistema, para los expertos, son los cambios demográficos. Hoy, las expectativas de vida de las personas son cada vez mayores, por lo que es difícil financiar una pensión por muchos años. "Si no hay fondos que renten, de dónde se saca el capital para más años de vida", plantean.

"La impresión es que éste es un movimiento irreversible"
El ex economista jefe del Banco Central de Argentina y actual director de estudios y estrategia para América Latina de Barclays Capital piensa que el historial (no sólo en Argentina) sugiere que los gobiernos no son buenos administradores de fondos de pensiones.

-¿Esta medida es un respaldo a los cotizantes o una salida a la crisis económica?
"La intención de volver al sistema de reparto antecede a la crisis, y ya el año pasado se reformó el sistema induciendo el traspaso al segmento público. En esta ocasión, sin embargo, es difícil desvincular la decisión de las necesidades financieras de corto plazo del gobierno en un contexto de mercados de capitales cerrado (...) La necesidad de asegurarse un flujo de financiamiento para afrontar obligaciones de corto plazo seguramente fue un factor no menor".

-¿Qué podría significar esto para Argentina sumado a la contracción del crédito producto de la crisis financiera?
"Los fondos de pensiones hasta ahora venían financiando fundamentalmente al gobierno, y en menor medida al consumo y al sector corporativo. A futuro, la medida incidirá negativamente en la provisión de crédito al sector privado, particularmente para proyectos de largo plazo".

-¿Qué pasará con los ahorros de los cotizantes, y quiénes serán los más afectados?
"En principio, el gobierno prometió blindar estos recursos en un fondo de garantía. Pero en el marco actual es probable que utilice este stock de activos como colateral para financiar el presupuesto, por ejemplo, a través de préstamos del Banco Nación o directamente mediante la colocación de deuda pública".

"(Respecto de los más afectados), ya lo estamos viendo en el comportamiento de las acciones: bancos y, en menor medida, algunas empresas privatizadas de las que los fondos tenían un porcentaje importante del capital en Bolsa".

-Algunos analistas estiman que esto producirá un menor crecimiento para Argentina...
"Por un lado, el efecto directo sobre el financiamiento es negativo. Por el otro, el crédito doméstico también se resiente por dudas sobre la sustentabilidad fiscal y el riesgo de una crisis de pagos, riesgo que en principio debería aplacarse un poco una vez que las consecuencias de la medida terminen de digerirse. Mi impresión es que el efecto neto sobre la actividad en el corto plazo es negativo, pero de orden menor, y muy difícil de medir (...) La impresión general es que éste es un movimiento irreversible. Por otro lado, los sistemas de pensiones privadas ya no son tan populares como en los 90, por lo que veo difícil que, si la estatización se concreta, se vuelva al sistema privado en el futuro cercano.

-¿El gobierno puede llegar a ser un buen administrador de estos fondos?
"Puede, pero el historial (no sólo en Argentina) sugiere lo contrario".



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